El Pontífice sostuvo que a raíz de algunas interpretaciones que se hicieron, hubo demasiadas "concesiones" en el campo ético.
El papa Benedicto XVI cuestionó hoy el Concilio Vaticano II, y afirmó que, a raíz de algunas interpretaciones que se hicieron, hubo demasiadas "concesiones" en el campo ético para tratar de congraciarse con la opinión pública, lo que provocó "confusión" entre los fieles.
El pontífice entregó esas declaraciones ante un grupo de obispos procedentes de Brasil, recibidos en el Vaticano en la tradicional visita "ad limina".
Hablando a los prelados que recibió en la residencia pontificia de Castelgandolfo, unos 25 kilómetros al sur de Roma, Joseph Ratzinger dijo que en los años posteriores a 1965 se malinterpretó el mandato a la "apertura al mundo" del Concilio Vaticano II.
"En los decenios sucesivos al Concilio, subrayó, algunos interpretaron la apertura al mundo como un pasaje a la secularización, entreviendo en ésta valores de enorme espesor cristiano como la igualdad, la libertad y la solidaridad, y mostrándose dispuestos a hacer concesiones y a descubrir campos de cooperación", dijo el Pontífice.
"Hemos asistido así -reprochó el Papa- a intervenciones en debates éticos de responsables eclesiásticos que iban al encuentro de las expectativas de la opinión pública, sin hablar de ciertas verdades fundamentales como la fe, el pecado, la gracia, la eternidad".
"Poco a poco esto causó la autosecularización de muchas comunidades eclesiásticas, las cuales esperando de agradar a los que luego no llegaron, causaron la retirada de los que se sintieron traicionados y desilusionados", denunció.
"Actualmente existe una nueva generación, nacida en este ambiente eclesial secularizado, que en lugar de registrar apertura y consensos, ve en la sociedad que la brecha de las diferencias y contraposiciones al magisterio de la Iglesia, sobre todo en el campo ético, se alarga cada vez más", destacó el Papa.
Fuente: La tercera