SANTA MISA, COMUNION,
DEVOCION Y ORACION A LOS SANTOS COMUNION DE LOS SANTOS | |||||||
1. ¿Qué creen ustedes que es la Santa
Misa? … ¿Qué les llama más la atención a ustedes de la Misa?
Dejar que comenten muy brevemente lo que sepan o
recuerden de la Misa, sin comentarios del profesor, a menos que hubiera que
corregir algún error)
Para entender lo que sucede en la Misa, vamos a
empezar desde el principio. Vamos recordar lo que sucedió después de que Adán y
Eva pecaron. ¿Qué prometió Dios a Adán y Eva en el proto-evangelio?
¿Recuerdan la cita y el texto?
En el Proto-evangelio estaba contenida la promesa de
un Salvador para Adán y Eva y todos sus descendientes.
2. ¿Quién es ese Salvador?
Jesucristo.
3. ¿Qué significa que Cristo nos ha
salvado?
Que Cristo nos salva significa que podemos
tener Vida Eterna en el Cielo, después de nuestra vida aquí en la
tierra.
4. ¿Cómo nos ha salvado
Jesucristo?
Para salvarnos, Cristo sufrió mucho y murió en la
cruz...y resucitó.
5. ¿Qué creen ustedes que sucede en la
Misa?
En la Santa Misa -en cada Misa que se dice en
cualquier sitio del mundo, así sea en una chocita por allá en un sitio de
misión- se hace presente el sacrificio de Cristo en la Cruz y su Resurrección.
!!! ¿Se dan cuenta de lo que esto significa? ¿Se dan cuenta de ese
milagro tan inmenso?
Cuando estamos en una Misa, es como si estuviéramos
en la Ultima Cena y en el Calvario. En la Ultima Cena, Cristo instituyó el
Sacramento de la Eucaristía y al día siguiente estaba muriendo en la Cruz. Así,
que al traer al presente lo que sucedió aquella primera Semana Santa en
Jerusalén, estamos viviendo la Ultima Cena, la Pasión, Muerte y Resurrección de
Cristo. De hecho estamos allí! Impresionante ¿no?
En la Misa se borra el tiempo y el espacio. Estamos
en la Ultima Cena y estamos en el Calvario, y en la Sagrada Comunión recibimos a
Cristo Resucitado!!!
6. Pero vamos a continuar el
relato de lo que sucede en la Misa. Porque aún tenemos datos muy importantes.
¿Quién se recuerda algo sobre los Israelitas y Moisés saliendo de
Egipto? Eso lo veremos en la parte bíblica con más detalle más
adelante. Pero ahora vamos a recordar brevemente lo que sucedió. Vamos a leer en
la Biblia Ex. 12, 3-6 y 21-24.
Resumiendo este pasaje del libro del Exodo: En el
momento de escapar de Egipto, para salvarse de la última plaga que Dios mandó
contra los Egipcios para que dejaran salir al Pueblo de Dios, al Pueblo de
Israel, que estaba de esclavitud en Egipto, Dios dio instrucciones a los
Israelitas que
1. mataran un cordero por
familia
2. que con la sangre del cordero marcaran las
puertas
3. que comieran el cordero.
Además les dijo que para recordar ese momento todos
los israelitas debía repetir esa ceremonia cada año para siempre. Esa fiesta se
llamaba la Fiesta de Pascua. Y, por supuesto, la celebraban todos los años,
desde aquel día que salieron de Egipto.
7. ¿Alguien se recuerda qué estaban
celebrando Jesús y los Apóstoles en la Ultima Cena?
Precisamente estaban celebrando ese Jueves, el primer
Jueves Santo de la historia, la Fiesta de Pascua.
8. Y ¿qué es lo más importante que
sucede en la Ultima Cena?
(Concentrarse en la institución de la Eucaristía y no
en otros sucesos de la Ultima Cena).
Vamos a leer la relación que hace San Pablo de la
Ultima Cena en 1 Cor. 11, 23-28.
9. ¿Dónde se oyen estas palabras: “Tomen
y coman éste es Mi Cuerpo…Tomen y beban ésta es Mi Sangre, que será derramada
por vosotros para el perdón de los pecados.(*) Hagan esto en memoria
mía”?
En la Santa Misa -justamente en el momento de la
Consagración- cuando la Hostia y el Vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre
de Cristo. Siguen pareciendo pan y vino, pero ya son Cristo mismo, con todo su
ser de Hombre y todo su Ser de Dios: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Jesucristo.
10. ¿Qué relación tiene la Misa con
nuestra salvación?
En esto consiste nuestra salvación: Cristo anuncia
nuestra salvación en la Ultima Cena, pues anuncia su muerte al día siguiente
para el perdón de los pecados.
11. Otro recordatorio de la Misa: ¿qué
dice el Sacerdote cuando nos presenta la Hostia Consagrada antes de repartir la
Comunión?
Este es el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo …
12. ¿Qué significará esto del Cordero de
Dios? ¿No les llama la atención? ¿Quién es el Cordero de Dios?
Es Jesucristo.
13. ¿Qué sucedió en la Ultima Cena,
entonces?
Que Jesucristo, que es Dios, estando celebrando la
Fiesta de Pascua con sus discípulos, cambia la ceremonia de la Pascua judía:
El se cambia por el cordero que mataban en la Pascua y que con su sangre
marcaban la madera de las puertas, y que luego debían comer.
Ahora Cristo es el Cordero, que
1. matan en la Cruz
2. cuya sangre va a derramarse en el
madero de la Cruz y
3. que nosotros comemos en la Santa
Misa, cuando recibimos la Comunión.
Eso es lo que significan las palabras del
Sacerdote cuando, presenta la hostia consagrada diciendo: “Este es el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo”.
¡Cristo es el verdadero Cordero que quita el
pecado del mundo! ¡Cristo es la promesa del Salvador que hizo Dios a Adán y Eva!
Y nos salva derramando su Sangre y muriendo en la Cruz.
14. Entonces, ¿qué es lo más importante
que sucede en la Santa Misa?
Lo central de la Misa es esto: que se hace presente
el sacrificio de Cristo en la Cruz. En la Santa Misa se borran el tiempo y el
espacio, aunque no nos demos cuenta. Y, cuando estamos en Misa, estamos en el
Calvario y en la Ultima Cena. Cristo, el Salvador prometido en el Paraíso, muere
por nosotros para darnos Vida Eterna.
15. ¿Qué aplicaciones prácticas podemos
darle al significado de la Misa para nuestras vidas?
* Asistir a Misa todos los Domingos. Es lo mínimo que
nos requiere la Iglesia para aprovechar lo que Dios nos quiere dar en cada Santa
Misa.
* Cuando estemos en Misa, pedir al Señor que podamos apreciar todo su significado y todo lo que El nos da con su Sacrificio en la Cruz, hecho presente en cada Misa. * Comulgar con frecuencia, cada vez que vayamos a Misa. Pero comulgar bien preparados: sin tener pecado mortal que haya matado la Gracia, o sea, la Vida de Dios en nosotros.
16. Vamos a volver a leer en 1 Cor. 11,
27-28, lo que nos dice San Pablo sobre cómo recibir la Sagrada Comunión.
17. ¿Qué hay que hacer, entonces, para
poder comulgar como pide el Señor?
Si hay pecado mortal, hay que arrepentirse y
confesarse antes de comulgar. Mejor es quedarse sin comulgar que comulgar
indignamente y pecar más gravemente con una comunión así.
18. ¿Hay otras condiciones para
comulgar?
Sí. El ayuno eucarístico. Consiste
en no haber comido, ni bebido nada, salvo agua o alguna medicina indispensable,
1 hora antes de comulgar.
NOTA: Chicle no es agua: es comida,
pues es una sustancia que se ingiere al masticar. Así que el chicle hay que
dejarlo 1 hora antes de comulgar. Y, aunque no se vaya a comulgar, por respeto
al milagro tan grande que está sucediendo en la Misa, no se debe estar comiendo
chicle.
Otra condición es el vestido. Para
comulgar y estar presente en Misa hay que estar vestido decentemente: sin
escotes, ni faldas muy cortas, ni pantalones demasiado ajustados, etc.
19. ¿Qué hacer antes y después de la
Comunión?
Dándonos cuenta del significado de este misterio tan
grande y tan inmerecido de nuestra parte, debemos tratar de prepararnos bien
antes de comulgar.
Antes de comulgar, pedirle perdón a Dios por las
faltas veniales que hayamos cometido, para poder recibirlo lo menos indignamente
posible. Y darle gracias por el privilegio de estar allí con El y de
recibirlo.
Después de comulgar podemos hacer actos de
agradecimiento y de amor a Jesús por este regalo tan grande que es recibirlo,
por haberse entregado por nosotros en la Cruz para salvarnos del pecado y de la
muerte eterna.
20. Acabamos de celebrar la Fiesta de
Todos los Santos ¿Cómo es la verdadera devoción a los Santos?
1. Imitarlos en su seguimiento de la Voluntad de
Dios.
2. Pedir su intercesión. Ellos interceden ante Dios
por nosotros. Preferible pedir a Dios la intercesión de uno o más Santos para
tal o cual necesidad.
3. Los Santos no hacen milagros. Sólo Dios –ni
siquiera la Santísima Virgen María- puede hacer milagros.
21. A los católicos se nos acusa de
adorar imágenes de los Santos y de la Virgen. ¿Qué diferencia hay entre una
imagen y un ídolo?
Los Católicos no adoramos imágenes. Las tenemos
en nuestros templos, capillas y en nuestros hogares, con respeto y veneración,
de la misma manera que en las casas tenemos y exponemos retratos de personas
queridas.
No honramos el objeto mismo de la imagen, ni
los materiales de que están hechas las imágenes y estatuas, sino que honramos al
santo representado.
La Biblia no prohibe las imágenes ni las
estatuas, sino los ídolos. En el Exodo se habla de ídolos y no de imágenes.
No es lo mismo imagen que ídolo. La imagen es
un retrato o fotografía que recuerda a algo o a alguien. Un ídolo es un objeto
pintado, o hecho de oro o plata o cualquier otro material para adorar ese objeto
mismo como si fuera dios.
22. Noviembre es el Mes de los Difuntos.
¿Cómo debe ser nuestra práctica religiosa con relación a nuestros
difuntos?
A los difuntos no se les pide. Ellos necesitan de
nuestras oraciones, especialmente de la Santa Misa, para aliviar su purificación
en el Purgatorio. Si están en el Cielo, con nuestra oración reciben lo que se
llama una gloria accidental, o sea, un gozo adicional a su gozo en el
Cielo. Si estuviera alguno -ojalá que no- en el Infierno, esas oraciones las
utiliza Dios para otras almas que las necesiten.
23. ¿Qué es la Comunión de los Santos?
¿Significa que comulgamos Santos?
Veamos. ¿Qué significa
comunión? Unión. Unión en común.
La Comunión de los Santos es la unión o comunicación
de bienes entre los que estamos en la tierra, las almas del purgatorio y los
Santos del Cielo.
Los Santos del Cielo interceden por
nosotros. Ellos ruegan a Dios por nosotros.
Las almas del purgatorio necesitan
nuestras oraciones. Su purificación se alivia con nuestras oraciones y Misas.
Los santos de la tierra son los que
estamos en Gracia. Los que están en gracia están unidos de manera invisible,
porque hay comunicación de gracias entre todos los santos de la tierra,
que son los que están en Gracia.
¿Por qué los católicos rezan a los santos?
Contrario a lo que creen, predican y discuten
los cristianos no-católicos, la Biblia sí nos invita a solicitar en la oración
la intercesión de los santos.
Desde el Antiguo Testamento vemos sugerencias
en este sentido:
"Bendigan al Señor todos sus Angeles,
héroes poderosos que ejecutan sus órdenes apenas oyen el sonido de su palabra.
Bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores que hacen su voluntad ...
Bendice alma mía al Señor” (Sal. 103, 20-21).
“Alaben al Señor desde los cielos,
alábenlo en las alturas, alábenlo todos sus Angeles, alábenlo todos sus
ejércitos” (Sal. 148, 1-2).
Cuando San Rafael Arcángel descubre su
verdadera identidad a Tobías y Sara, le hace saber esto: “Cuando tú y Sara
rezaban, yo presentaba tus oraciones al Señor” (Tob. 12, 12).
Tanto los Angeles, como los Santos, son
intercesores activos ante Dios por nosotros los seres humanos.
San Juan en el Apocalipsis expresamente nos
hace saber que esto es así, cuando nos describe a los Santos ofreciendo nuestras
oraciones a Dios. Los describe como “los veinticuatro ancianos” (los
guías del pueblo de Dios en el Cielo) “que tenían en sus manos arpas y copas
de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos” (Ap. 5,
8).
Así que los Santos, aquellos seres humanos que
nos han precedido en la gloria eterna, interceden por nosotros ante Dios de
manera activa y continua, como también lo hacen los Angeles de Dios.
Interceder significa que oran por nosotros
personas que están en la tierra y muy especialmente los que están en el Cielo,
Angeles y Santos. Pero también oran con nosotros. Y no es invento o imaginación
de los católicos.
He aquí lo que nos revela San Juan en el
Apocalipsis:
“Entonces vino otro Angel y se paró
delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Le dieron muchos
perfumes para que los ofreciera con las oraciones de todos los santos ... y la
nube de perfumes, junto con las oraciones de los santos, se elevó de las manos
del Angel hasta la presencia de Dios” (Ap. 8, 3-4).
Jesús mismo nos hace saber que nuestros
Angeles de la Guarda interceden directamente ante el Padre por nosotros:
“Sus Angeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre que está en
los Cielos” (Mt. 18, 10).
Ahora bien, es cierto que San Pablo dice:
“Unico es Dios, único también es el mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús, verdadero hombre” (1 Tim. 2, 5).
Pero esto no significa que no podemos o no
debemos pedir a otros cristianos que oren por nosotros. De hecho el mismo San
Pablo recomienda que se hagan “peticiones, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos los hombres”, recalcando que “estas oraciones son
buenas y Dios nuestro Salvador las escuchará” (1 Tim. 2, 1-3). ¿Qué es esto
sino intercesión y mediación de unos por los otros?
Muy especialmente debemos solicitar la
intercesión de los cristianos que ya están en el Cielo, aquéllos que han sido ya
santificados plenamente, porque -según nos dice Santiago en su Carta- “la
súplica del justo tiene mucho poder” (St. 5, 16).
IMAGENES
Objeción: ¿Por qué los Católicos
“adoran” imágenes? ¿Por qué utilizan imágenes y estatuas, si ésas están
prohibidas en la Biblia?
“No te hagas estatua ni imagen alguna de
lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra y en las aguas debajo de la
tierra. No te postres ante esos dioses” (Ex. 20, 4-5)
Respuesta: Los Católicos no adoramos
imágenes. Las tenemos en nuestros templos, capillas y en nuestros hogares, con
respeto y veneración, de la misma manera que en las casas también se conservan y
se exponen retratos de personas queridas.
No honramos los materiales de que están hechas
las imágenes y estatuas, sino que honramos al santo representado.
La Biblia no prohibe las imágenes ni las
estatuas, sino los ídolos. En la cita del Exodo se habla de
ídolos y no de imágenes.
No es lo mismo imagen que ídolo.
La imagen es un retrato o fotografía de algo o alguien, mientras que un
ídolo es un dios de pintura, oro o plata o cualquier otro material.
La Biblia prohíbe los ídolos:
“Allí tendrán que servir a dioses hechos por el hombre, dioses de madera y de piedra, que ni ven ni oyen, ni comen, ni sienten” (Dt. 4, 28).
La Biblia admite las imágenes:
Entre las instrucciones de Yahvé a Moisés para la construcción del Santuario se encuentra ésta, en la que le ordena elaborar estatuas: “Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, labrados a martillo, y los pondrás en las extremidades del Lugar de perdón, uno a cada lado”(Ex.25, 18).
Otra instrucción de Yahvé a Moisés:
“Moisés habló por el pueblo y Yahvé le respondió: ‘Haz una serpiente de bronce y
ponla en un palo y todo el que la mire sanará’” (Núm. 21, 8).
El templo de Salomón estaba adornado con
pinturas de querubines:
“Dentro del lugar santísimo puso dos querubines, hechos de madera de olivo silvestre, de cinco metros de alto ... Salomón cubrió de oro los dos querubines” (1 Re. 6, 23-28).
Y ¿qué decir de los Protestantes que usan
imágenes de Jesucristo, de María y de otros personajes bíblicos en sus libros,
revistas, videos, etc.? ¿Son ídolos esas imágenes?
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