sábado, 30 de agosto de 2014
María: “Yo soy la poderosa Señora de todas las Almas, pero sólo una pequeñisima parte de las almas me reconoce como Señora.
María: “Yo soy la poderosa Señora de todas las Almas, pero sólo una pequeñisima parte de las almas me reconoce como Señora. Fuera de Dios han sido sometidos a Mí todos los seres, todas las cosas, todas las almas, en el cielo, en la tierra y bajo la tierra. En el cielo voy a ser saludada y alabada temblando de respeto y se me servirá con tembloroso respeto. Fuera de Dios yace a Mis pies la completa e inmensa corte celestial. En el infierno he de ser maldecida y odiada. En la tierra he de ser malentendida, despreciada y desatendida. Muchos me aman, pero son pocos los que yacen a Mis pies”. (María se refiere aquí claramente a los totalmente consagrados a Ella).
La total consagración a María significa, darnos nosotros mismos, para que Ella nos guíe hacia la bienaventuranza y por la ofrenda de nuestra propia vida pueda llevar gracias a las almas. Ella puede hacer esto porque ha recibido de Dios el poder total para transformar los sacrificios y pruebas que son consagrados a Ella, en manantiales de salvación y de liberación para la humanidad: María ha sido revestida con el nuevo poder creador de Dios Mismo.
La total consagración a María significa: darnos a nosotros mismos y cada detallede nuestra vida totalmente y sin ningún límite, como en una continua e ininterrumpida ofrenda en sacrificio. Ella posee el poder de utilizar todo nuestro ser, y cada acontecimiento de nuestra vida al servicio del plan de Dios. De cada sufrimiento que sea ofrecido expresamente a Ella, hace una fuerza celestial, mediante un misterio divino, fuerza que puede proporcionar salvación y bendición a la creación. Por esta causa pueden llegar más bendiciones al mundo (y a nuestra propia vida) en la medida en que más almas se consagren totalmente a María y que su consagración la pongan estrictamente en práctica en la vida cotidiana.Ella es la llave de la puerta hacia el nuevo mundo: el mundo del Reino de Dios en la tierra.
http://www.myriam-van-nazareth.net/index.php/libros1/el-templo-de-maria#drie