Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
4 de noviembre de 2016
Pequeñas almas, Mi Divina Misericordia junto al Amor Santo son los grandes atributos de la Santísima Trinidad, y para que las almas reciban y vivan en este espíritu de Amor Misericordioso deben aceptar el perdón en sus vidas. Quien acepta el perdón, acepta Mi Divina Misericordia, y quien perdona y sirve a los hombres, vive Mi Divina Misericordia. Aceptar y vivir, es la dinámica de este Amor Misericordioso, porque no se puede vivir lo que no se ha recibido.
Pequeñas almas, Mi Divina Misericordia junto al Amor Santo son los grandes atributos de la Santísima Trinidad, y para que las almas reciban y vivan en este espíritu de Amor Misericordioso deben aceptar el perdón en sus vidas. Quien acepta el perdón, acepta Mi Divina Misericordia, y quien perdona y sirve a los hombres, vive Mi Divina Misericordia. Aceptar y vivir, es la dinámica de este Amor Misericordioso, porque no se puede vivir lo que no se ha recibido.
Hijos míos, el Reino de Mi Padre, es un Reino de Amor y de Misericordia, por eso apóstoles míos, reciban la Misericordia y vivan el Amor Santo para que, desde sus corazones, ya estén viviendo el Triunfo y Reinado de Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Hijos, en este tiempo están viviendo el Reino de la Palabra; un tiempo de predicación, de profecías, y de cumplimiento de las mismas.
Hijos míos, Yo estoy con vosotros. Les doy la Paz. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos míos, Yo estoy con vosotros. Les doy la Paz. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Llamado de Amor y Conversión del Sagrado Corazón
5 de noviembre de 2016
Queridos apóstoles de Nuestros Sagrados Corazones Unidos, Mi Amor Misericordioso se está derramando para todos los hombres como una Fuente de Agua Viva, y sólo los corazones abiertos a Mi Amor que viven en la pequeñez, en la sencillez y que anhelan vivir en paz, recibirán este Amor Misericordioso.
Porque es necesario, queridos hijos, que oren continuamente. Pero sus corazones deben estar dispuestos a recibir lo que en oración han pedido, a vivir lo que han pedido.
Queridos hijos, confíen que todo lo que piden en Mi Nombre, por intercesión del Corazón Inmaculado de Mi Madre Celeste, se les concede.
Hijos, toda oración, toda santa comunión, toda obra espiritual, deben hacerla en el Corazón Inmaculado de Mi Madre. Y lo harán todo en Divina Voluntad porque Mi Madre es la cumplidora perfecta de la Divina Voluntad.
Hijos, ábranme sus corazones.
Hijos míos, anhelen vivir en Mi Amor Misericordioso.
Les doy Mi Bendición. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén