Eucaristía
“El espíritu propio de los religiosos de esta Fraternidad es esencialmente eucarístico, vivimos en El, con El, por El, para El, imitando en su vida interior y exterior la vida que lleva Jesús en el Santísimo Sacramento y ofreciéndose en oblación de AMOR estrechamente unido a la Víctima Sagrada del Altar, para la mayor gloria de su Eterno Padre.”
Toda espiritualidad auténticamente cristiana es eucarística, porque la Eucaristía es la “fuente y cumbre de toda la vida cristiana” (LG 11). Cimentada sobre la fe de la Iglesia en el Santísimo Sacramento, nuestra espiritualidad eucarística es original por los énfasis que coloca en el contexto de esta fe.
El centro de nuestro día es la celebración de la Santa Misa. Este núcleo de nuestra espiritualidad luego continúa irradiándose a lo largo del día a través de nuestra presencia delante de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento. Nuestra oración ante Jesús Eucaristía es ante todo un acto de adoración.
“La Iglesia tiene una función esencial, que es la de dar a Dios el culto de adoración, culto supremo que sólo a Dios se puede dar. […]Esta función esencial de adorar a Dios tiene en la Iglesia un campo especialísimo por estar presente en Ella verdadera y substancialmente Jesucristo en la Sagrada Eucaristía.”
Pero nuestra espiritualidad eucarística no está limitada a nuestros momentos de oración. Estamos llamados a vivir en unión con y en imitación de Jesús Sacramentado en cada momento de nuestras vidas. Sobre todo, nos esforzamos por ofrecer nuestras vidas a Dios Padre, de la misma manera que Jesús lo hizo en la Cruz: el mismísimo Sacrificio que se hace presente en el Sacramento del Altar.