quarta-feira, 10 de novembro de 2021

Padre Anibal : como ser Escravo da Virgem Maria e da Eucaristia

 

 1- E



l -Estilo de vida nuestro que viene marcado, muy fuertemente, por los momentos ocultos de Jesús en Nazaret con María y con José.

2- Nosotros estamos llamados a vivir una vida escondida, una vida oculta, silenciada, una vida que tenga sabor a la casita pequeña, de la pequeña esclava de Yahvé. Nuestra vida es escondida, silenciosa, no aparatosa, no reconocida publicamente y aplaudida publicamente.

3-A nosotros nos debe caracterizar ese anonadamiento, esa inanidad, ese no ser nada, esa pequeñez, ese silencio que debe envolver nuestra fraternidad...esa vida oculta. Vivir ocultos en el misterio del Nazaret de Dios, donde Jesús, José y María vivían ajenos a las miradas y a las palabras de los hombres de la época.

4-¡Qué hermoso es vivir y morir en la región del silencio, en el Nazaret donde Jesús se oculta y saborea deliciosamente el amor de María, el amor del Padre, el amor de San José!

5-De la contemplación llega hasta a ser maestra en la entrañable intimidad con Dios.” Es decir, la Virgen que llegó a ser maestra de la contemplación, precisamente, porque vivió los latidos de Jesús en cada instante y en cada momento.

6-Por eso la clausura que ...que reina en toda la casa es para salvar este lugar como una casa de Dios, como un Nazaret vivienteUna Nazaret viviente que significa adorar, un Nazaret viviente que significa amar, un Nazaret viviente que significa darnos a Jesús plenamente... abrazarnos con él, ofrecerle lo más hermoso de nuestras palabras y lo más íntimo de nuestro corazón.

7-Marcada está nuestra vida con el sello de Nazaret, ocultos en nuestros santuarios corazones, ocultos en nuestros santuarios de habitación, ocultos en este gran santuario que queremos que sea toda esta casa. Queremos que esta casa se llame Nazaret, toda ella, donde la Stma. Virgen vive, donde San José camina, y donde Jesús ha puesto su morada...

8-Nuestra espiritualidad dijimos que es esclavista. Es esclavista, es decir, que nosotros nos sentimos llamados a vivir la esclavitud materna, la esclavitud materna tal como la enseña el Santo de Monfort.  

9-El acto de consagración en la situación de esclavitud indica una dependencia singular y una confianza sin límites...¡eso es la esclavitud materna! Dependemos de una manera única de la Stma. Virgen, dependemos de una manera especialísima de la Stma. Virgen.

10- «Dice el Santo Padre que eso significa una dependencia singular y a la misma vez una confianza sin límites, o sea, que nosotros nos abandonamos plenamente a la Stma. Virgen y confiamos que la Stma. Virgen hará, hará, trabajará, alzará su cetro en favor de sus Esclavos.

 11-Nosotros lo perdemos todo, perdemos todo..en manos de la Virgen, para ganarlo todo, para ganar la vida de la gracia, para obtener la vida eterna, para liberarnos de la tiranía de la carne, de la tiranía del pecado. Lo perdemos todo por Ella... todo por Ella.

12- La Stma. Virgen ocupa un lugar singular en nuestra vida. Dependemos totalmente de Ella y nos confiamos totalmente de Ella. Por eso no nos podemos asombrar en que en cada rincón de la casa, haya un altar de la Virgen.

13-Junto a esta esclavitud hacia la Stma. Virgen... también así lo aplicamos a la eucaristía ; en la Iglesia...no se ha usado la esclavitud hacia la eucaristía. Pues, también nosotros somos esclavos...de la igual manera que somos de la Stma. Virgen, lo somos de la eucaristía. Es decir, que nuestra ilusión es adorar esa eucaristía, nuestra ilusión es celebrar esa eucaristía, nuestra misión es comer esa eucaristía, valorar esa eucaristía, tener esa reverencia, esa delicadeza…

14- Que se vea que nosotros, frente a la eucaristía, nos ponemos en calidad de esclavos, nos arrodillamos con las dos rodillas y nos postramos hasta abajo.

15-Nosotros ante la eucaristía, nos arrodillamos y tiramos la cabeza al suelo, aunque no esté expuesto...aunque no esté expuesto. Llegamos allí y nos arrodillamos con las dos rodillas y nos tiramos hasta el suelo significando que ese es nuestro hermano, nuestro Señor y nuestro Rey, y que dependemos totalmente de él.

16-El Esclavo... es una persona que no habla mucho. Cuando habla, habla con su Señor y de su Señor habla…De lo nuestro, nadie tiene que enterarse, de lo nuestro nadie tiene que saberlo, de lo nuestro nadie tiene que conocerlo,...que nos envuelva un hálito misterioso y sobrenatural...siempre, siempre. Que todo lo nuestro sea único para nosotros...delicadísimo.

17-Por eso nosotros vivimos esta esclavitud que creo que...es el futuro de la Iglesia porque es una manera de salvarnos mediante la misión de Ella y de El, en su sacramento admirable.

 18- Para el evangelio, la libertad es el amor...la libertad es el amor. La libertad es la dependencia de Dios, la libertad es la alegría en Dios, la libertad es comer a Dios, la libertad es enamorarse de Dios, la libertad es poner corazón-corazón con Dios, la libertad es dejar que Dios nos bese y nos acaricie...Que seamos esclavos...que seamos esclavos de verdad, humildes, sencillos, espontáneos, alegres, pero también guardando intimamente los secretos del Gran Rey.

19-El Gran Rey nos ha dado unos secretos a cada uno. Esos secretos nosotros no tenemos por qué contarlos  a nadie. Esos secretos nos lo guardamos para nosotros mismos...los secretos de su intimidad, los secretos de su ternura, los secretos de las pruebas que permiten las luchas con el demonio, los secretos de nuestras penitencias ocultas. Guardar esos secretos...el Esclavo guarda secretos para su Rey.

20-El esclavo, pues, significa que por amor te das totalmente a Jesús, por amor te das totalmente a María...totalmente, completamente, serenamente...te das totalmente...a las tus cadenas junto a las manos de Ella y junto a su eucaristía.