A mediados de febrero, el Canal 10 de Israel emitió un programa blasfemo y sacrílego, ofendiendo en forma inusualmente satánica los principios, los símbolos y las figuras de la Fe Católica.
Dichos ataques fueron repetidos y propalados multimediáticamente por todo el mundo, probando una vez más el odio programado contra Nuestro Señor Jesucristo que alienta Israel y sus innúmeros secuaces.
En consonacia con la magnitud de la ofensa, los líderes de la Iglesia Católica en Tierra Santa emitieron un comunicado conjunto, el pasado 18 de febrero, para condenar lo que no trepidaron en llamar "repugnantes ataques".
El Comunicado, en su parte más saliente declara:
"El programa dirigió sus ataques contra las figuras más sagradas de nuestra fe con el objetivo, como el mismo director de la emisión declaró específicamente, de destruir el cristianismo [...] De este modo el canal ha sido utilizado "para profanar nuestra fe y ofender a millones de cristianos en el mundo [...] Este episodio se inscribe en un contexto más grande de ataques continuos contra los cristianos en Israel desde hace años [...] "Hace tan sólo unos meses, copias del Nuevo Testamento fueron públicamente quemadas en el patio de una sinagoga en Or Yehuda.
Desde hace años, el cristianismo ha hecho mucho para detener manifestaciones de antisemitismo, y ¿ahora los cristianos en Israel acabarán convirtiéndose en víctimas de una manifestación de anticristianismo de bajo nivel? [...] "Condenando éste y todos los demás actos hacemos un llamamiento a todas las partes implicadas a investigar el asunto y a tomar las acciones necesarias para acabar con esta horrible profanación de la fe. [...] Es necesario que el Canal 10 reconozca su responsabilidad y que pida perdón de manera pública y oficial y que no vuelva a repetir algo así".