Mi Divino Hijo Adoptivo, el Santo Niño Jesús, tiene en su pequeño Corazón una coronita de espinas y cada espina representa la debilidad de la voluntad humana. Porque a Jesús cada acto que va en contra de Su Voluntad, ya sea cualquier pecado, especialmente el de la caridad, en el que se resume todo pecado, porque el hombre peca, porque no tiene caridad, ese pecado contra el Amor es lo que más ha herido el Corazón de Jesús. De la virtud del amor nacen todos los otros dones: la humildad, la prudencia, el servicio. Toda la vida de santidad tiene su fundamento en el Amor.
Hijos, si las creaturas amaran al Señor obedecerían con amor cada Mandamiento por el Amor mismo, pero como no hay Amor no se obedece la Palabra y la Voluntad de Dios. Si el Pueblo Escogido del Antiguo y del Nuevo Testamento hubieran tenido Amor no matarían a los profetas y hubieran recibido el Mensaje de Jesús. Si esta generación tuviera Amor recibiría a los profetas y su mensaje. Si los apóstoles de los Sagrados Corazones tuvieran Amor con cuanto empeño practicarían los mensajes. El Amor es la fuerza para vivir en Dios. El que no tiene Amor no vive en la verdad, sino que se engaña a sí mismo.
El mundo es un desierto, pero en ese desierto todavía existen algunas rosas que necesitan del riego de la Palabra. Tú, pequeño Elías, ve sin miedo a recoger esas rosas y a plantarlas en el Corazón de María. Aquella rosa, por muy sencilla que sea y pida el mensaje, debes ir a regarla. No temas, porque el Cielo entero irá contigo y con los que obedezcan esta invitación de evangelizar, en el Amor, desde el Amor, tendrán la fuerza para cambiar sus corazones.
Si no hay Amor estarán siempre vacíos. Yo les Amo y les Bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!