SPIRITUALITA'
Gli scritti e le testimonianze oculari mettono in evidenza i cardini della spiritualità della Beata Maria Giuseppa:
1) Grande amore all'Eucaristia e al Sacro Cuore;
2) Profonda adorazione del mistero della Redenzione e intima partecipazione al dolore di Cristo e alla sua Croce;
3) Somma dedizione al servizio agli infermi in un contesto di spirito contemplativo.
Ecco alcune espressioni significative tratte dai suoi scritti:
"La carità e il reciproco amore costituiscono anche in questa vita il paradiso delle comunità. Senza croce non potremo vivere dovunque andiamo, perché la vita religiosa è vita di sacrificio e di abnegazione. ll fondamento della più grande perfezione è l'amore fraterno".
"Non crediate, sorelle, che l'assistenza consista solo nel porgere all'ammalato medicina e cibo. V'è un altro tipo di assistenza che non può mai essere dimenticato ed è l'assistenza del cuore che si adegua ed entra in simpatia con la persona che soffre e va incontro alle sue necessità".
"Formiamo nel Cuore divino di Gesù il nostro centro di comunicazione con Lui. Possiamo farlo con la frequenza che desideriamo senza timore di molestare nessuno; solo con Gesù sarà la nostra intimità" .
«Dedíquense a la vida interior y serán almas de oración; porque la vida interior es morir a todo lo que no es Dios; en ella se encuentra la tranquilidad espiritual y la verdadera alegría que el Señor hace gustar a las almas fervorosas.
Sean muy amantes de la oración y no la dejen ningún día. La oración es el alimento del alma y la presencia de Dios bien llevada es una oración no interrumpida.
No descuiden el adelantamiento del espíritu por el afán de las cosas exteriores, vivan más de la divina providencia y el Señor las bendecirá, haciendo que poco a poco vayan prosperando en todo, pues con la ambición de lo terreno no se consigue nada; confórmense con poco y serán felices. El alma más feliz en este mundo es la que nada desea fuera de Dios.
Aceptemos los acontecimientos, tanto grandes como pequeños, agradables o desagradables, como venidos de la mano de Dios, creyendo que todo lo permite para nuestro bien.
Pidan al Señor que les dé un corazón grande para amar, grande para sufrir y grande para perdonar y entonces serán compasivas con los pobres enfermos.
En el lecho del dolor todos son necesitados por la enfermedad y háganles las cosas como quisiesen que se las hiciesen si se encontrasen en su lugar; la medida más segura para obrar en conciencia es ponerse siempre de parte del que sufre.
.Del Corazón de Jesús aprenderán principalmente la caridad para con los enfermos viendo en cada uno la persona del mismo Cristo que sufre. Tomen por modelo a Jesucristo en la vida pública, imiten su celo por la salvación de las almas y su caridad con los enfermos.
Somos apóstoles predicando con nuestro buen ejemplo. No crean hermanas, que la asistencia consiste solo en dar las medicinas y la alimentación al enfermo, hay otra clase de asistencia que nunca deben olvidar, y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre, saliendo al encuentro de sus necesidades. pues hay que reír con el que ríe y llorar con el que llora».