Con motivo de la Santa Visita Pastoral a la Parroquia de Santo Tomé (Toledo), el Arzobispo Primado de España, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, presidió las Vísperas Pontificales en la Iglesia del Salvador, donde la Comunidad de Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina celebran diariamente la Santa Misa y el Oficio Divino conforme al Uso extraordinario del Rito romano. En la foto el Señor Arzobispo entra en el templo acompañado del Señor Cura Párroco y del Superior de la Fraternidad, después de haber besado el Lignum Crucis y haber realizado el asperges.
Tras la oración por el Obispo, el Superior de la Comunidad dirigió estas palabras de bienvenida al prelado.
Querido Sr. Arzobispo:
Con profunda alegría, en nombre propio y también haciéndome portavoz del Sr. Cura Párroco, de la Comunidad de Hermanos y de todos los presentes, le doy la bienvenida a esta iglesia del Salvador.
Su visita es para todos nosotros un acontecimiento de gracia y por eso estamos alegres y manifestamos nuestra alegría.
Es el Señor quien nos visita y se acerca a nosotros en la Persona de nuestro Obispo, manifestándonos de este modo la riqueza de su amor. El Buen Pastor es quien nos pastorea a través del ministerio de los Sagrados Pastores.
Somos conscientes de ello y por lo mismo no podemos menos que recibirle manifestando con fe viva: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
La Visita Pastoral es un medio privilegiado por medio del cual el Señor a través de nuestro Obispo nos manifiesta su caridad pastoral hablándonos al corazón, dándonos apoyo, ánimo y aliento en medio de las pruebas, cansancios y dificultades, confirmándonos en la fe.
Para el Obispo es fuente de gozo salir al encuentro del rebaño que le ha sido confiado. Para nosotros es fuente de gracia y de inmenso gozo reconocer a nuestro lado la voz de nuestro Pastor.
Querido Don Braulio, damos gracias a Dios que nos permite con motivo de esta Santa Visita Pastoral testimoniar como verdaderamente el “Obispo es el principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia particular”. A través del Obispo y en su persona se nos regala el camino para fortalecer nuestra comunión con Cristo y con los hermanos; nuestra comunión con la Iglesia universal. Así, este don de la comunión y de la catolicidad espanta el peligro de que podamos caer en el error de “fomentar una espiritualidad parcial, que tiene en cuenta tan solo algún o algunos aspectos de la totalidad lo cual produce necesariamente un dualismo que impide la capacidad real de fundamentar la vida y desarrollarla con vigor”, tal y como usted nos advertía paternalmente con motivo de la Santa Misa Crismal.
Sin duda alguna, su presencia en medio de nosotros, ayudará a que nuestras comunidades se conviertan cada vez más en“la casa y la escuela de comunión”, “No como un ghetto sino como vida real de familia abierta siempre a la vida y a la sociedad”.
Sr. Arzobispo, gracias por acercarnos el don de la Paz que es el don de Cristo Resucitado para los suyos.
D. Braulio dirigió a todos los presentes una breve exhortación antes de comenzar la liturgia de las Vísperas.
Imposición del incienso al comienzo de la Procesión
Canto de la Antífona. En tiempo pascual, los cinco salmos se cantan con una única antífona: Allelúia, alleluia, allelúia.
Canto de los salmos
Todos los presentes pudieron seguir la solemne liturgia con el folleto preparado para esta ocasión.
vísperaspontificales.vistapastoral.25 de mayoMomento de la Capítula
El primer pluvialista preintona el Himno "Iste Confessor" al Prelado
Durante el canto del Magnificat se realiza la incensación del altar
El primer pluvialista inciensa al Sr. Arzobispo, a las Dignidades y a los otros pluvialistas.
El turiferario inciensa al primer pluvialista y al clero asistente.
Incensación de los fieles
Canto de la oración
Bendición Pontifical
Procesión final hacia la Sacristía