A las 9:45 de la mañana dio comienzo los ritos del Domingo de Ramos en la Iglesia del Salvador de Toledo, donde los Hermanos de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina celebran su liturgia. Con el domingo de ramos comienza la semana grande del cristiano: la semana santa. En todo el mundo las iglesias se visten de gala para festejar y conmemorar el misterio pascual de nuestro Señor Jesucristo.
En la liturgia de este domingo se distinguen dos partes:
- La procesión solemne conmemorativa de la entrada de Jesús en el templo. Esta celebración proviene de Jerusalén donde en el siglo IV en el mismo lugar en que aconteció la escena que nos narra el Evangelio de la Procesión (Mt 21, 1-9), el obispo montado en un asno, iba desde la cima del monte de los Olivos hasta Iglesia de la Resurrección, rodeado del clero y del pueblo, que llevaban ramos de olivo cantando himnos a Cristo Rey. En el siglo IX esta procesión pasó al rito latino.
- La santa misa con el canto de la Pasión del Señor. Terminada la procesión, el sacerdote se despoja de los ornamentos rojos y toma la casulla morada para la celebración de la Santa Misa. Los cantos, las oraciones, las lecturas de la Sagrada Escritura giran en torno a la pasión y muerte del Señor.
Procesión de entrada para la bendición de los Ramos
Tras la antífona Hosanna, el sacerdote bendice los ramos.
Mientras el sacerdote entrega los ramos a los ministros y a los fieles, se cantan las antífona Pueri Hebraeorum
Los fieles reciben los ramos, dando un ósculo al sacerdote.
Tras el reparto de los ramos, el diácono pide la bendición y canta el Evangelio conmemorativo de la entrada de Nuestro Señor en Jerusalén.
Terminado el Evangelio, el subdiácono lleva el Evangeliario al Celebrante para el ósculo. Tras besarlo, recibe la incensación por parte del diácono.
Tras el Evangelio, el Sacerdote exhorta a los fieles sobre la liturgia del día.
Tras la homilía, el diácono invita a los fieles a comenzar la procesión cantando: Procedamus in pace.
El subdiácono porta la cruz adornada con su ramo de olivo.
Durante la procesión se entonan las antífonas propias u otros cantos apropiados en lengua latina o vernácula.
El Subdiácono espera a la entrada de la puerta, y la golpea. Este rito propio de la consagración de una iglesia por parte del obispo, se hacía también en este domingo de Ramos en la Semana Santa anterior a la reforma de S.S. Pío XII.
Al entrar en la iglesia, se entona la antífona 8ª Ingrediente Domino.
El sacerdote da conclusión al rito de la procesión cantando la oración.
En la sede, los ministros dejan los ornamentos festivos de color rojo y se revisten para la Santa Misa del II domingo de Pasión.
Omitidas las oraciones en las gradas hasta el Oramus te incluido, el sacerdote tras dar el ósculo al altar, lo inciensa.
Tras el canto de la epístola por parte del Subdiácono, cambia el misal del lugar.
Los ministros escuchan el canto del gradual sentados en la sede.
Antes de la proclamación de la Pasión, los ministros asistentes piden la bendición.
Los ministros proclaman el texto de la Pasión según San Mateo.
Tras "Jesus autem íterum clamans voce magna, emisit spíritum", todos se arrodillan en respeto al momento de la muerte del Señor.
Tras la entonación del Credo, por parte del Celebrante, los ministros suben a su lado para recitarlo junto con él; el pueblo sigue con el canto.
Durante el Credo, el diácono extiende el corporal sobre el altar.
Subdiácono y Diácono asisten al celebrante en el ofertorio.
Incensación del Ofertorio
El Subdiácono se mantiene en el plano del altar, cubriendo con el humeral la patena.
Incensación del diácono.
Elevación de la Hostia. Adoramus te, Domine.
Elevación del Cáliz. Adoramus te, Domine.
Oraciones antes de la comunión del celebrante.
Canto del Confíteor por parte del diácono.
Ecce Agnus Dei.
Placeat tibi, Sancta Trinitas antes de la bendición.
Procesión final