Lo que importa es el Amor
Niño, permite a tu pequeño corazón ser llenado y limpiado por Mi Amor Eucarístico. Hijito, cada Palabra que sale de Mi Sagrado Corazón es como una gota de agua refrescante para mis escogidos y discípulos, que en estos tiempos viven su desierto.
Hijo, Mi Sagrado Corazón sangra y sufre por el mundo de hoy, todo es poder, egoísmo e idolatría.
Se han olvidado de Mí hasta en Mi propia Casa, Mi iglesia. Ahora, muchos de los que me sirven, todo lo hacen monótono por tradición y ocupación. La profundidad del Misterio Eucarístico, que es una nueva encarnación en el pan y en el vino, ya es ignorado y es olvidado.
Al ocupar (usar) la imagen de la Encarnación, te quiero decir amado, que ese milagro de la transustanciación se da por medio del Fíat de Mi Madre dicho por cada corazón de mis sacerdotes, es un Fiat sacerdotal.
Pequeño, qué grande es Mi Santo Sacrificio actualizado hoy en cada Altar, pero que poco amor hacia Él. No se ama Mi Santa Eucaristía. Hijo, muchos hablan del rito y de las formas de celebrar. Hijo, el rito es importante, claro que sí, pero es importante en su amor. El Amor, Mi Amor hace importante la Liturgia, Mi Sacrificio Eucarístico.
Mi Santa Misa es lo más debe amarse y cuidarse.
Velen, mis sacerdotes, por mis derechos y no busquen complacer a la creatura sino al Creador, Redentor y Paráclito, Dios Trino y Uno que os ama tanto.
En Mi Casa han querido esconderme, ocultándome, apartando los Sagrarios del Sagrado Altar. ¡Ay hijos!, les digo, velen por el Maestro y vivan sus Enseñanzas. Agrádenme a Mi y no al mundo. Vivan la Eucaristía con amor.
Oren el Rosario de Mi Mama Celestial por amor.
Te amo y te bendigo. En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!