
Mi Corazón Inmaculado es un Recipiente de Gracia.
El Agua y Sangre que brotaron del Sagrado Corazón de Mi Jesús en la Cruz
los guardé, también en mi Corazón, para depositarla en los corazones de Mis
hijos. Por eso, soy Reina de los corazones porque el Señor me ha confiado los
corazones de la humanidad.
Hijos Míos, por eso, las grandes Gracias y Promesas que he dado alrededor
del mundo son para vuestra conversión, para vuestro arrepentimiento y para que
también tengan una mejor relación con Dios.
Por eso, hijos Míos, el
Gran Aviso que he prometido al mundo, cuando cada ser humano vea sus pecados
como el Señor los ve, es una Gracia de mi Corredención, para que sus corazones
sean tocados, para que los caminos sean allanados, para que Mis hijos vean el
mal causado por ellos mismos y se arrepientan. Eso es, hijos Míos, el Gran
Aviso: Un pequeño juicio, pero lleno de Amor y de Misericordia de parte de Dios
para las almas del mundo y realmente se conviertan.
No todos, hijos Míos, van a aceptar esta Gracia. Muchos hombres empeorarán
su vida. Por eso, hijos Míos, oren mucho, oren siempre, confíen en mis palabras
y en lo que les digo. Todo lo hago por orden de la Divina Voluntad pero con
todo el Amor de Madre porque quiero vuestro bien. Pero recuerden, hijos Míos, que vuestro bien es el
Cielo, es Jesús, es la salvación de sus almas.
Gracias por acoger en sus pequeños corazones Mi Llamado Maternal. Les amo y
les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!