terça-feira, 20 de outubro de 2020

Mi Voluntad es siempre santa y quien vive en mi Voluntad ya está santificado

   Luisa Piccarreta: libro de Cielo volumen 8°. El 1 de julio de 1907.


En la Divina Voluntad, los pecados se olvidan.

Estaba leyendo sobre una santa que siempre pensaba en sus propios pecados y que pedía a Dios dolor y perdón, en mi interior dije: "Señor, qué diferencia hay entre esta santa y yo: yo no pienso en los pecados y ésta siempre piensa, ya ves que me he equivocado con ella. En un instante sentí que se movía dentro de mí, se convirtió en un destello de luz en mi mente y me oí decir a mí mismo:

"Tonta, tonta eres, ¿no quieres entender eso? ¿Cuándo mi voluntad ha producido pecados, imperfecciones? Mi Voluntad es siempre santa y quien vive en mi Voluntad ya está santificado y disfruta, se alimenta y piensa en todo lo que contiene mi Voluntad, y aunque en el pasado haya cometido pecados, al encontrarse en la belleza, en la santidad, en la inmensidad de los bienes que contiene mi Voluntad, se olvida de la fealdad de su pasado y sólo recuerda el presente, a menos que salga de mi Voluntad; entonces, volviendo a su propio ser, no es de extrañar que recuerde los pecados y las miserias. Tened bien presente que en mi Voluntad estos pensamientos de pecados y de sí mismo no entran ni pueden entrar, y si el alma los siente, quiere decir que no es estable y fija dentro de Mí y hace salidas".

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