 Mi Casto y Amante Corazón intercede por cada
uno de ustedes.
Mi Casto y Amante Corazón intercede por cada
uno de ustedes.
El Señor me envía a guiar a su Resto Fiel. Así, como protegí los Dos Tesoros de
Dios, Jesús y María, ahora vengo a proteger a la Casa de Dios, su Iglesia Fiel,
de los Herodes que intentan transgredir esta Casa, alterar sus Leyes, y desviar
su Corazón de Dios y ponerlo en el mundo.
Hijos Míos, amen mucho al Señor. Entréguense al Corazón Inmaculado de
la Santísima Madre. Junto a Ella aprenderán a ser esclavos de su Divina
Voluntad.  Así, lo aprendí Yo, José, imitando el ejemplo de la
Santísima Madre, le dije al Señor: “Aquí está tu Esclavo, a quien
has escogido por Esposo Virginal de tu Dulce Esclava”.
Hijos Míos, en esta Casa, que es la Iglesia,
sean esclavos de amor de Jesús por María. Y que abriendo sus corazones, el
Espíritu Santo grabe en ellos la Ley y el Evangelio.
Hijos
Míos, no distraigan sus corazones de lo único importante: servir al Señor. Yo les amo y les bendigo. En el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!
inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!