Si los
corazones aceptan esta Llama de Amor serán liberados, serán limpiados, serán
purificados. Porque esta Llama de Amor es el Fuego que recibí del Espíritu
Santo en la
Anunciación y en Pentecostés.
Y es
esta Llama de Amor la que Yo vengo a entregarles a ustedes. Para que esta Llama
de Amor los consuma y no se preocupen por las situaciones de la vida, sino que
se sostengan con Mi Llama de Amor, que se pierdan en Mi Llama de Amor, que
enciendan sus corazones como pequeños faros en Mi Llama de Amor.
Para que ustedes, hijos Míos, alumbren en
estos tiempos de oscuridad. Para que ustedes con Mi Llama de Amor calienten los
corazones tibios. Para que ustedes con Mi Llama de Amor entreguen ese Calor a
los corazones fríos. El Calor del Amor de Dios. El Calor del Espíritu Santo. El
Calor de Jesús en la Eucaristía.
Hijos
Míos, reciban Mi Llama de Amor, abrácense a Mi Corazón Inmaculado. Permanezcan fieles a la Voz de Jesús y de
vuestra Madre Celestial. Yo les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.