Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
31 de agosto de 2016
Amados siervos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, Mi Casto y Amante Corazón, Protector de los apóstoles de este fin de los tiempos de apostasía y de abominación, Mi Casto y Amante Corazón quiere revelarles a sus pequeños corazones la importancia del servicio a Jesús y a María.
Cuando se consagran a los Dos Corazones de Jesús y de María, se entregan a una vida de completo amor, de completa entrega y de santidad, sin importar los sufrimientos, las cruces y el dolor que el mundo cause. Porque para ustedes, lo primordial debe ser el amor a Jesús y a María, y en este amor, que les dará el Espíritu de Dios, a la medida en que abran sus corazones y renuncien a vuestras voluntades humanas, aumentará en vosotros la confianza, el abandono, la fe y la obediencia, y no tendrán miedo de los múltiples Herodes que salgan a vuestro encuentro para obstaculizar vuestra misión. Porque así como lo hizo conmigo el Espíritu Santo, inflamará vuestros corazones de amor y de celo por Jesús y María, y no tendrán temor sino que buscarán en todo la Gloria de los Dos Corazones.
Mi Llamado de Amor es para los apóstoles de los últimos tiempos, entréguense al servicio y a la fidelidad a Jesús y a María, y el Cielo velará por vosotros y vuestras cosas.
Oren especialmente por las familias, por los jóvenes y los niños. Les amo y les bendigo, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)