3 Mayo 2017
*Llamado de Amor y de Conversión del Casto y Amante Corazón de San José*
Queridos hijos de Mi Castísimo Corazón, deseo que mediten con el Espíritu en Mi Vida con Jesús y con María. Yo, José de Nazaret, conozco el trabajo, conozco el cansancio, conozco la enfermedad, conozco del pan que se gana con el sudor y el esfuerzo; pero la vida cansada del mundo y del trabajo no deben impedirles, en ningún momento, abandonar a Jesús; con el trabajo también se glorifica a Dios; con la enfermedad también se ruega a Dios; con la vida diaria también se puede vivir con Jesús. Hijos Míos, el mundo está cometiendo el grave error de expulsar a Jesús de todos los ambientes, porque para el mundo Jesús estorba, incomoda; igual como en Belén no hay espacio, no hay lugar, para Jesús. Reflexionen, sinceramente, si en sus corazones hay lugar o no hay lugar para Dios. Examínense y entiendan que Dios debe tener siempre el primer lugar en todo: en el trabajo, en la enfermedad, en la familia; en la vida ordinaria todas las cosas deben ordenarlas en el Amor de Dios. Pequeños, unan sus vidas a la Sagrada Familia y aprenderán a amar a Dios, a escuchar a Dios, a trabajar y a vivir con Dios. Les amo y les bendigo, vuestro Protector San José: en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)