La herejía de la salvación universal nunca ha sido tan ampliamente y insistentemente predicada y creída como en los tiempos actuales. Por lo tanto, es oportuno recordar el texto de la Bula Cantate Domino del Papa Eugenio IV (del 4 de febrero de 1442), confirmada por el Concilio de Florencia. Claramente afirma que ni las obras de caridad ni siquiera el martirio de los no-católicos son útiles para su salvación. Si ellos no entran en la Iglesia Católica, van para el infierno.
Concilio de Florencia “La Santa Iglesia Romana, firmemente cree, confiesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles [Mat. 25, 41], a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia, que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia Católica.” (Papa Eugenio IV, Cantate Domino, Denz. n. 714)
fonte:la denuncia profetica

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!