terça-feira, 19 de janeiro de 2021

COMO APRENDER A HABLAR CON DIOS EN 5 MINUTOS Francisco José Crespo Giner

 

BREVE GUIÓN PARA OÍR A DIOS CON CERTEZA. 4 CONDICIONES: RECOGIMIENTO MENTAL, RECOGIMIENTO DE LA VOLUNTAD, PENSAR, CONFIAR.


Oracion mental por un numerario del Opus Dei

       Oración introductoria: Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, san José, mi padre y señor, ángel de mi guarda interceded por mí.

      Ahora, al principio de la oración mental, conviene realizar las dos primeras medidas de seguridad explicadas debajo: nn. 1 y 2. Las nn. 3 y 4 es bueno practicarlas durante el resto del tiempo. Si durante el intervalo que permaneces espiritualmente junto al Señor, notaras que necesitas repetir de nuevo las nn. 1 y 2, que no te importe hacerlo; al contrario, es tiempo muy bien aprovechado de oración poderosa.


      No se trata de rechazar distracciones sino de calmar pasiones, en es­pecial cuatro: ALEGRÍATRISTEZAANHELO Y TEMOR. 
      Durante alrededor de 1 minuto, intentar descubrir si tu alma se encuentra en alguno de esos cuatro es­tados. Al detectarlo, es muy útil decirle interiormente a Dios:
      "Señor, yo solo no puedo: confío en que me vas a cal­mar esta pasión (por ejemplo, tristeza) por tu gran Mi­sericordia, aunque yo no lo merezca". También es muy útil esta jaculatoria: "Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío" enseñada por el Señor a santa Faustina Kowalska (Diario n.187). 
      Notarás una gran calma después de repetir alguna de estas ora­ciones tras cada una de tus pasiones. En este momento, y si cumples los nn. 2 y 3, podrás confiar en tu mente.

2. Recogimiento de la voluntad

Desear cumplir la Voluntad de Dios en todo aquello que vayamos a consultarle, comprobando nuestra sinceridad ante las distintas posibles respuestas que pueda dar el Señor.
      Es aconsejable ser aquí muy cuidadoso para evitar el silencio de Dios y también para asegurar que sólo Él nos hablará. Si voy a preguntarle algo que no requiera obedecerle, como el parecer sobre alguien, o su opinión acerca de un acontecimiento, también he de prepararme compro­metiéndome a realizar su Voluntad. 

3. Pensar

Contar algo a Dios o interrogarle, razonar una respuesta y detectar la primera idea que se imprima en nuestro intelecto; o bien, la primera moción de la voluntad. Si se puede, CONVIENE MUCHO ESCRIBIR TODA LA CONVERSACIÓN, porque se iluminarán asombrosamente los detalles de las ideas recibidas y mantendremos el recogimiento mucho más tiempo y sin lagunas. La primera moción de la voluntad o idea que aparezca en nuestra mente suele ser la más segura.
      Suele ser muy útil preguntarle con frecuencia sobre nuestros asun­tos diarios, por pequeños o simples que parezcan, pues Él no habla solo de religión: dialogar sobre cualquier tema. Se sirve de lo que, más bien, parecen nuestros razonamientos. Conviene recordar además que Dios, de modo habitual, se comu­nica flojoPuede que no captemos respuesta alguna: deberemos entonces respetar el silencio divino y saber que lo más probable será que nos responda más tarde con obras. Las contestaciones en forma de imágenes o de recuerdos aislados no son fiablesNo es recomenda­ble confiar en los sueñosLas respuestas obtenidas al azar no aseguran la certezaSimplificación errónea: si el pen­samiento es bueno procede de Diosdel demonio si es malo y, si parece indiferente, entonces es mío. Deducción equivo­cada: distingo lo que me dice Dios porque siempre es lo más costoso o bien inflama el sentimientoNo siempre es de Dios lo sorprendente o novedoso.
 
en adelante, en que esa idea o moción procede de Dios. Al Señor le agrada particularmente el abandono confiado como consecuencia de la seguridad en sus ilu­minaciones. Es difícil que deje de premiarlo con una paz notable y, a menudo, los acontecimientos se preci­pitarán con rapidez hasta ratificar el origen divino de lo transmitido, en especial para los principiantes.
        Oración para terminar: Te doy gracias Dios mío por los buenos propósitos afectos e inspiraciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda interceded por mí [1].

     Y lo más importantepracticar estos cuatro puntos a ser posible durante no menos de 15 minutos cada día (como dijo santa Teresa de Jesús), preferiblemente antes de ir a trabajar. Se puede hacer en casa, pero lo ideal es delante de un sagrario o con el Santísimo expuesto a la vista.


1 Oración introductoria y acción de gracias compuestas por san Josemaría Escrivá.


EJEMPLO PRÁCTICO. ESCRIBIR TODA LA CONVERSACIÓN, SI FUERA POSIBLE

Escribir en la oracion mental aprender a hablar con dios

      Si nos acostumbramos a detectar y escribir esa idea divina impresa en nuestra mente tras la explicación a Dios de nuestro problema o tras una pregunta concreta realizada con las precauciones vistas en el título anterior titulado Breve guión para orar mentalmente con certeza, nos veremos como arrastrados a las cotas contemplativas más elevadas, por ejemplo, a la oración de quietud. Alcanzaremos una profunda armonía con Sus motiva­ciones y nos dolerán los olvidos. Es la explicación de por qué conviene anotar estos diálogos.
"Si alguien escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. Quien me desprecia y no recibe mis pa­labras tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ésa le juzgará en el último día" [1], decía Jesús para manifestar lo que le agrada que retengamos sus mensajes, también los de la oración.
Así pues, te animo vivamente mi querido lector a que consigas un bloc o un dietario gratuito como el que aparece debajo, comiences por ejemplo escribiendo en el margen la inicial de Aquél con quien quieras hablar (J: Jesús, P: el Dios Padre, ES: el Espíritu Santo, M: María Santísima, SJ: San José, AC: tu ángel custodio, etc.) y, a continuación, plantees a Jesús tu problema como en el ejemplo de debajo: lo más sencilla, escueta y detalladamente posible. Y, por ejemplo, entre paréntesis, para distinguir lo que tú dices de lo que te conteste el Señor:                                                                   oracion mental escrita ejemplo poderosa caldera calefaccion