sábado, 21 de novembro de 2015

Causas y funestas consecuencias de las malas confesiones (Callar pecados por vergüenza) –– Por el Pbro. Luis José Chiavarino





Discípulo. — Dígame, Padre, ¿cuál es la causa principal de las malas confesiones?
Maestro. — Pueden ser varias, pero la más principal es siempre el miedo, es decir, aquella maldita vergüenza, engendro del diablo, que a muchos cierra la boca para que callen ciertos pecados o para que no manifiesten el número verdadero. ¿Sabes cómo se conduce el demonio cuando quiere inducir a alguno a pecar? Se le acerca y con mil tramoyas le sugiere que peque. “Ea, abalánzate a aquel pecado... ¿Tan gran mal piensas que es? Dios es bueno... No te castigará... Ya te confesarás luego, te perdonará, y... asunto concluido”. Una y otra vez; hoy, mañana y pasado, no ceja en su porfía, hasta que acaba por triunfar, es decir, por arrancar el consentimiento y arrastrar al pecado y tal vez a la repetición de los pecados. En cambio, cuando el pobrecito pecador, agobiado por el remordimiento, resuelve ir a confesarse, muda su táctica: se le acerca de nuevo y le dice: “¿Cómo te atreverás a manifestar tal pecado?... Se asombrará el confesor... te reñirá... lo llevará a mal... quizás te niegue la absolución... Ea. No temas, más tarde te confesarás... hay tiempo... siempre es hora...”

D. — ¿Es esa la táctica del demonio?
M. — Esa es ciertamente. El mismo lo declaró a San Antonino, Arzobispo de Florencia.

Un día vio este Santo al demonio junto al confesonario y le increpó diciendo:
— ¿Qué haces ahí, bestia feroz?
Respondióle: —Estoy esperando para hacer una restitución.
— ¿Qué restitución?, dime, embustero.
—Vengo a restituir el miedo y la vergüenza que he robado a los pecadores en el acto de hacerles cometer los pecados.


D. —Creo haber leído que también Don Bosco vio al demonio en parecidas circunstancias.
M. —Justamente. —Oye cómo sucedió.

Una tarde estaba el santo sacerdote confesando en el coro de la Iglesia de San Francisco de Sales, de Turín. Eran muchos los jóvenes que se habían reunido, esperando turno para confesarse.
Confesáronse diez, veinte, llega finalmente uno que, después de confesar parte de sus pecados, para.
— ¡Adelante!, dícele Don Bosco, que por luz divina, leía la conciencia de su hijo espiritual. — ¡Adelante!... ¿Y el otro?...
—No tengo más. Padre. No tengo más.
—No temas, hijo, continuó el santo. El confesor no te ha de reñir, ni castigar, él siempre perdona, lo perdona todo en nombre de Dios. ¡Animo!. ¡Confiésate bien!
—No tengo otros pecados, ninguno más...
—Pero ¿por qué, hijo mío, quieres hacer una confesión sacrílega dar que reír al demonio y hacer llorar a Jesús?
—Os lo aseguro, Padre, no tengo nada más.
Entonces Don Bosco, que comprendía, el peligro en que se hallaba aquel pobre joven, inspirado de lo alto, corta de repente la inútil porfía y le dice: —Bueno, mira quién está aquí detrás, a la espalda... El muchacho se vuelve en seguida, exhala un grito de terror y arrojándose al cuello de Don Bosco, exclama:
—Sí, Padre, tengo aún otro pecado... y confiesa el pecado que no osaba confesar.
Los compañeros que estaban en la Iglesia y que oyeron el grito, apenas salieron le rodearon, queriendo saber el porqué de aquel grito. El, sonriente, aunque todavía asustado, les dice:
—Lo vais a saber. —Tenía un pecado que no me atrevía a declarar... Don Bosco lo leyó en mi conciencia... vi al demonio en figura de un gran mono con ojos de fuego, con largas uñas, preparado para atraparme.

D. —Don Bosco era un santo. ¡Qué dicha confesarse con un santo! ¿No es verdad, Padre?
M. —Todos los confesores representan a Jesucristo; Jesucristo siempre es Santo, tolo lo sabe, todo lo ve, se compadece de todo, todo lo perdona.
D. —Sin embargo, el demonio se ocupa en engañar y traicionar en la confesión.
M. —Siempre, ciertamente.

Como el lobo que apresa a las ovejas por la garganta, para que no puedan balar, y se las lleva y las devora, así procede el demonio con ciertas almas; les apresa por la garganta para que no confiesen los pecados, y así las arrastra miserablemente al infierno.

D. — ¡Ah bribón, sinvergüenza! ¿Y habría quien engañado una vez, se presente de nuevo al juego de este astuto impostor?
M. —Muchos, muchísimos. ¡Ay de aquél que empieza a entrar por este camino! Y, generalmente, por este camino van los que se dan al pecado impuro. Casi nunca hay dificultades en confesar los pecados contra la fe, las blasfemias, las profanaciones de los días festivos, las desobediencias, venganzas y hasta los pecados de hurto; pero si se han de confesar pecados impuros, o si se tienen que manifestar ciertas circunstancias que los acompañaron, o si es grande el número de ellos, entonces suele acometer una maldita vergüenza que cierra sacrílegamente la boca. Y, puesto que las confesiones sacrílegas, ordinariamente nunca van solas, después de una se hace otra, continuando así por años y años, juntándose por lo común, a esos sacrilegios las comuniones sacrílegas. Y no es raro el caso de aquellos que, habiendo comenzado a callar sus pecados graves desde la primera confesión, llegan a viejos sin haberse confesado bien nunca, ni reparado tamaño desorden de su alma.

Es increíble, exclama el P. Da Bérgamo, es increíble cuan propensa sea la juventud a esta pasión del miedo o rubor, y de ahí la facilidad con que los jóvenes siguen callando los pecados, por no sufrir la pena de confesarlos.

San Leonardo atestigua haber tenido a sus pies penitentes que habían estado varias veces en el trance de la muerte sin haber vencido, ni siquiera entonces, el rubor que les cerraba la boca para confesar ciertos pecados.

San Alfonso recomienda que se hable frecuentemente con fervor en la predicación y en los catecismos de esta mala vergüenza de callar los pecados, y persuadir al pueblo de la ruina que acarrean a sus almas las malas confesiones porque esta plaga de las malas confesiones reina en todas partes, especialmente en los pueblos pequeños. Y, puesto que a la gente suelen impresionar los ejemplos, recomienda que se cuenten muchos ejemplos de personas que solían condenados por callar pecados en la confesión.

D. —Cuénteme pues algunos Padre.
M. —Con mucho gusto.

Se cuenta de una niña que a los 7 años había tenido la desgracia de cometer un pecado de impureza. Por vergüenza no se atrevió a confesarlo nunca. Cayó gravemente enferma, llama al confesor, se confiesa, recibe el Santo Viático y la Extremaunción y muere. Todos, su madre, sus hermanas y sus amigas lamentaron su muerte, pero se consolaban creyéndola salva y santa, cuando a los tres días de enterrada, mientras iba el sacerdote a celebrar la Santa Misa por su alma, siente que le tiran de la casulla para detenerle y una voz triste y lastimera le dice: —“Padre, no vaya a celebrar por mí porque estoy condenada; condenada por los pecados que callé en mis confesiones desde los siete años”.

Otra muchacha de trece años, comulgó por Pascua con todas sus compañeras; mas he aquí que apenas recibe la Santa Hostia, le viene como un sobresalto, se estremece y cae derribada al suelo. La gente acude espantada y la llevan a una casa vecina. Al acabarse la función, el Párroco se apresura para verla en la cama donde se revolvía, perdido el conocimiento; la llama por su nombre y le dice: “Buen ánimo. Encomiéndate a Jesús, al mismo Jesús que has recibido en la Comunión”.A estas palabras ella abre los ojos del todo y llena de horror exclama: “¿A Jesús, a Jesús?... ¡Ah, no! He recibido a Jesús en pecado, he cometido sacrilegio por los pecados que callé en la confesión”. Y continuando revolviéndose, poco después expiró entre la conmoción y el espanto de todos.

Otro joven también se confesó mal, por miedo y vergüenza de confesar ciertos pecados, y apenas recibió la Hostia Santa, abre la boca y echa a gritar: “Ay, ¡qué ascua de fuego, ay, que me quemo!”— El sacerdote, se inclina, mira, ve que la Hostia se había cambiado, efectivamente, en ardiente ascua de fuego. La extrajo en seguida y se salvó aquel joven; mas todos los presentes comprendieron que Jesús no acaricia a los sacrílegos.

Más terrible es el hecho siguiente que, además demuestra cuán triste cosa sean ciertos escándalos tanto para quienes los dan, como para quienes los reciben, particularmente en la juventud.

Lo refiere Ausonio Franco en sus escritos:
Zarpaba del puerto de Génova un buque para Marsella. Entre los pasajeros, iba una noble señora, la cual pronto notó la presencia de una señorita vestida de luto, de aspecto triste, que se sentaba en el extremo de un banco del puente superior de la nave; de vez en cuando alzaba los ojos llorosos hacia la playa, exhalando profundos suspiros, y luego, tapándose la cara con las manos, prorrumpía en amargos sollozos. Con la mayor afabilidad aquella señora, acercándosele despacio y con muy delicados y gentiles modos, después de no pocas fatigas, le arrancó la siguiente confesión:
Pertenezco a una distinguida familia de Génova; vivía feliz en compañía de mis papas y una hermana de veinte años, dos años menos que yo. Cierto día enfermó de tan terrible enfermedad, que en breve la redujo al trance de la muerte.
Urgentemente se llamó al Sacerdote, se confesó, recibió el Viático y la Extremaunción y antes de morir, aprovechando un momento en que estaba sola a su cabecera, me toma de la mano y apretándome fuertemente, con voz apagada, me dice:
— ¡Me muero, hermana! Me siento morir y que estoy condenada al infierno. ¿Recuerdas, Luisita, ciertas palabras que me dijiste, hace años, en tal ocasión? Pues bien, jamás las he olvidado. . . Esas palabras me fueron ocasión de pecados... Me confesé, mas aquellos pecados los callé siempre... he recibido el viático sacrílegamente. Me siento morir y que voy al infierno... ¡pero por tu culpa!
Me arodillé a sus pies, le pedí perdón y ella, tomándome la mano muy fuertemente, ¡Sí, te perdono, me dice, te perdono, más por tu culpa voy al infierno! Y expiró.
Ayer la llevaron al cementerio, y esta mañana, me escapé de casa, me embarqué en esta nave, no sé a dónde iré; sin duda acabaré mal. Considere mi desventura.
En este momento el estampido de un cañón anuncia que la nave está junto al puerto. Todos los pasajeros andan atareados en busca de sus valijas. En tal confusión la señora pierde de vista a aquella infeliz. Pregunta a todos, la busca por el barco, en el puerto, en la playa, por todas partes, pero inútilmente; desgraciadamente tiene que persuadirse de que, loca del dolor, se arrojó al mar.

M. — ¿Qué nos enseñan estos ejemplos?
D. —Le aseguro que son terribles y capaces de demostrar cuan gran mal sean las malas confesiones.
M. —No debe parecerte, pues, extraño que se insista tanto sobre la sinceridad en las confesiones. Yo, que desde mis primeros años de sacerdocio, por la gracia de Dios, tuve la dicha de dedicarme a catequizar y predicar, tanto a jóvenes como adultos, y continúo al presente en la misma tarea consoladora y fructuosísima, no he dejado nunca mi costumbre de hablar frecuentemente acerca de la necesidad de confesarse con sinceridad, y nunca me he arrepentido de ello.
¡Oh, cuántos jóvenes y adultos he confortado, corregido, salvado en los ejercicios espirituales, en las misiones y hasta en las simples conferencias y discursos con esta sal que debiera condimentar toda predicación!
D. —Muy bien dice, Padre: en efecto, ninguna predicación se escucha tan a gusto como la que versa sobre la confesión.

Un «Pacto de las Catacumbas» hasta ahora secreto, surge después de cincuenta años y Francisco le da nueva vida

Un «Pacto de las Catacumbas» hasta ahora secreto, surge después de cincuenta años y Francisco le da nueva vida

ROMA (RNS) En la noche del 16 de noviembre de 1965 cuarenta obispos católicos se reunieron para celebrar una misa en la milenaria basílica de las Catacumbas de Sta. Domitila, en las afueras de la Ciudad Eterna. Habían sido convocados secretamente a dicha cita.
Tanto el sitio como la fecha de la liturgia eran de una relevancia profunda. La tradición de la Iglesia marcaba ese espacio como el lugar donde dos soldados romanos fueron ejecutados por convertirse al cristianismo. Bajo los pies de los obispos, y extendiéndose a través de dieciséis kilómetros de túneles, yacían  más de cien mil cristianos: las tumbas de los fieles de las primeras centurias de la Iglesia.
La misa se celebró poco antes de la clausura del Concilio Vaticano II, la histórica reunión mundial de obispos que en el curso de tres años encaminó a la Iglesia por la vía de la reforma hacia un encuentro sin precedentes con el mundo moderno, lanzándola al diálogo con otros cristianos y otras religiones, apoyando la libertad religiosa y trasladando la misa del latín a la lengua vernácula, entre otros muchos seísmos.
Pero, era otra la preocupación entre muchos de los dos mil doscientos clérigos participantes de dicho Concilio Vaticano II: hacer del catolicismo «una iglesia de los pobres», tal y como el papa Juan XXIII propuso poco antes de convocarlo. Los obispos reunidos en aquella misa de las catacumbas, aquella noche de noviembre, se habían consagrado a hacer de ese compromiso una realidad.leer...

Cardenal Angelo Amato, ha presidido en Barcelona al mediodía del sábado la ceremonia de beatificación de Fray Frederic de Berga y 25 compañeros de martirio.

Fray Frederic dio 1.200 comuniones clandestinas en la Barcelona roja: ya es beato, con 25 compañeros

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21 noviembre 2015
Fray Frederic dio 1.200 comuniones clandestinas en la Barcelona roja: ya es beato, con 25 compañeros
Fray Frederic de Berga, mártir capuchino asesinado en 1937, llevaba la comunión de forma clandestina en la Barcelona del terror rojo
El Prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, ha presidido en Barcelona al mediodía del sábado la ceremonia de beatificación de Fray Frederic de Berga y 25 compañeros de martirio.

El cardenal Lluis Martínez Sistach, en uno de sus últimos actos como administrador de Barcelona, y el vicario general y ministro de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, fray Mauro Jöhri, concelebraron la ceremonia de estos mártires, asesinados en distintos momentos y lugares de Cataluña entre 1936 y 1937.

Catalunya Cristiana, semanario de la diócesis de Barcelona, ha publicado una separata especial de 8 páginas sobre los 26 nuevos beatos capuchinos.

En ella, el provincial capuchino de Cataluña y Baleares, fray Gil Parés Casellas, recuerda que "estos frailes en los días de la persecución no renegaron de su fe y murieron perdonando como Cristo en la cruz".
"Celebramos que en medio de una situación de injusticia y de dolor mantuvieron su corazón en Dios y no se dejaron llevar por los sentimientos del mundo: juicio, venganza y desprecio..."

Ejemplos de coraje ante el terror
Parés recuerda que, por ejemplo, "fray Frederic de Berga, pese a la situación de persecución, sentía el deber de llevar la eucaristía a muchos cristianos que vivían su fe en las catacumbas barcelonesas; que fray Eloi de Bianya, en los días vividos en clandestinidad, no perdió la sonrisa ni la bondad y no quiso juzgar a las personas que quemaban los conventos y asesinaban a otros religiosos; que el joven fray Ángel de Ferreries no quiso dejar sólo a fray Modesto de Mieres, hermano anciano y enfermo... que fray Marçal de Vilafranca, con solo 19 años de edad afrontó la muerte serenamente, consolando a sus familiares".


Fray Ángel de Ferreries, natural de Menorca,
fue detenido porque se había quedado a cuidar
a fray Modesto, que esta enfermo

Los frailes mártires vivieron también una dimensión misionera. Fray Remigi de Papiol fue misionero y popular como confesor en Manila, en Nicaragua y en Costa Rica. Fray Frederic de Berga también fue misionero en Costa Rica. Fray Anselmo de Olot y fray Benigno Canet lo fueron en Colombia. Fray Zacarías de Llorenç fue ordenado en Bogotá.

De los 26 beatificados, 17 murieron al empezar las matanzas de clérigos, entre julio y agosto de 1936. Fray Frederic de Berga fue asesinado el 16 de febrero de 1937, el último de este grupo. Declaró que había repartido unas 1.200 comuniones en la clandestinidad, de casa en casa. 

Aunque la actividad religiosa fue clandestina en la Barcelona republicana hasta acabar la guerra, a partir de mayo de 1937 ya hubo pocos asesinatos por causa de la fe en la ciudad (no así en muchos otros sitios de Cataluña y de toda España).

Acogidos y escondidos en casas
Las familias que acogieron y escondieron a estos frailes tuvieron la fortuna de salir bastante bien paradas: algunas personas fueron encarceladas varios días pero liberadas poco después. A los niños de estas familias les decían que acogían un "abuelo" o "tío".

Un caso curioso es el de Fray Zacarías de Llorenç, que trabajaba en la cocina del Hotel Continental bajo la protección de un sindicalista de la CNT. Por desgracia, en el hotel se alojaba un famoso asesino miliciano, el llamado "Cojo de Málaga", que fue quien lo hizo ejecutar.


Fray Vicente de Besalú vivía al raso, mendicante,
como un franciscano de la primera generación...
lo confundieron con un mendigo cuando lo detuvieron

Distinto fue el caso de Fray Vicente de Besalú, que se ocultó un tiempo en una cabaña cerca de la Fageda d´en Jordà, un famoso bosque de hayas en la comarca de la Garrocha, y luego pasó su última semana durmiendo al raso y mendigando por los pueblos, comiendo pan seco mojado en una fuente. Lo detuvieron pensando que era mendigo, descubrieron que era fraile y lo mataron.

Varios de los mártires fueron brutalmente golpeados antes de ser asesinados. Por lo general eran detenidos por milicianos anarquistas de la FAI, sindicalistas de la UGT o comunistas de distintas milicias, se los llevaban "para interrogar" y sus cuerpos aparecían tiroteados al cabo de unos días en distintas calles de Barcelona y su periferia.

Lista completa
La lista completa de los 26 mártires, en el orden en que fueron asesinados, es la siguiente:

Fray Prudencio de Pomar de Cinca, cocinero, que murió en Arenys de Munt el 28 de julio de 1936.

Fray Eloi de Bianya, portero del convento de Sarrià, con fama de santidad ya en vida, que murió en Barcelona el 28 de julio de 1936, junto con fray Ciprià de Terrassa, limosnero, y los estudiantes fray Miguel de Bianya y fray Jorge de Santa Pau.

Fray Modest de Mieres, profesor de teología, que murió junto con el menorquín fray Ángel de Ferreries, hermano laico, en Barcelona el 28 de julio de 1936.

Fray Rafael de Mataró, que había sido secretario provincial, fallecido en Barcelona el 1 de agosto de 1936.

Fray Feliu de Tortosa, limosnero, muerto en Tordera el 1 de agosto de 1936.

fray Agustín de Montclar, literato, fallecido en Barcelona el 12 de agosto de 1936.

Fray Anselm de Olot, que había sido misionero y confesor, fallecido en Barcelona el 15 de agosto de 1936.

Fray Benigno de Canet de Mar, misionero en la Amazonía durante diecisiete años y guardián de Sarrià, fallecido en Barcelona el 19 de agosto de 1936.

Fray Tarsicio de Miralcamp, sacerdote de veinte y cuatro años de edad, muerto en Lleida el 20 de agosto de 1936.

Fray Marçal de Vilafranca, estudiante de diecinueve años de edad, muerto en Barcelona el 20 de agosto de 1936.

Fray Vicente de Besalú, predicador, muerto en Les Planes d´Hostoles el 23 de agosto de 1936.

Fray Zacarías de Llorenç del Penedès, sacerdote, muerto en Barcelona el 25 de agosto de 1936.

Fray Buenaventura de Arroyo Cerezo, estudiante, muerto en Barcelona el 25 de agosto de 1936.

Fray José de Calella, sacerdote, muerto en Barcelona el 9 de septiembre de 1936.

Fray Timoteo de Palafrugell, predicador, muerto en Olot el 31 de octubre de 1936.

Fray Eudald de Igualada, estudiante (el más joven de los mártires, de dieciocho años), muerto en la Pobla de Claramunt el 1 de noviembre de 1936.

Fray Alejandro de Barcelona, dedicado sobre todo a la catequesis, muerto en Barcelona el 23 de noviembre de 1936.

Fray Martín de Barcelona, historiador de renombre, y fray Doroteo de Vilalba, sacerdote, muertos en Moncada el 19 de diciembre de 1936.

Fray Remigio de Papiol, ex-misionero y escritor, y fray Pacià María de Barcelona, estudiante, muertos en Cerdanyola en enero de 1937.

Fray Federic de Berga, que había sido provincial y como religioso más antiguo encabeza la lista oficial de los mártires, fallecido en Barcelona el 16 de febrero de 1937.

sexta-feira, 20 de novembro de 2015

ORAÇÃO DE LIBERTAÇÃO SOBRE OUTRA PESSOA QUE SE SENTE SOBRE A INFLUÊNCIA DO MALIGNO

:



Leitura do santo Evangelho segundo são Marcos (Mc 16,15-20):

Naquele tempo, depois de ressuscitar, disse Jesus aos Onze: «Ide por todo o mundo e anunciai a boa nova a toda a criatura. Quem acreditar e for baptizado será salvo, mas quem não acreditar será condenado. E estes serão os sinais que acompanharão aqueles que acreditarem: em meu nome expulsarão demónios, falarão novas línguas, tomarão na mão serpentes e, se beberem qualquer veneno, não lhes fará mal, imporão as mãos aos doentes e estes ficarão curados». O Senhor Jesus, depois de ter falado com eles, subiu ao céu e sentou-se à direita de Deus. Então eles partiram e pregaram por toda a parte, enquanto o Senhor operava juntamente com eles e confirmava a sua palavra com os prodígios que a acompanhavam.

Palavra da salvação.
R. Glória a Vós Senhor.

N. : Renuncias a satanás e a todos os seus anjos?
R. Sim, renuncio.

Renuncias a todas as suas incitações ao pecado e à rebelião contra Deus?
R. Sim, renuncio.

Renuncias a todas as suas seduções: à magia, à feitiçaria, à bruxaria, à astrologia, à adivinhação, à invocação dos mortos, ao espiritismo, à idolatria, aos cultos satânicos, à música satânica, à superstição e a todas as formas de ocultismo?
R. Sim, renuncio.

Crês em Deus, Pai todo-poderoso, criador do céu e da terra?
R. Sim, creio.

Crês em Jesus Cristo, seu único Filho, Nosso Senhor, que nasceu da Virgem Maria, padeceu e foi sepultado, ressuscitou dos mortos, está sentado à direita do Pai e virá de novo para julgar os vivos e o mortos?
R. Sim, creio.

Crês no Espírito Santo, na santa Igreja católica, na comunhão dos santos, na remissão dos pecados, na ressurreição da carne e na vida eterna?
R. Sim, creio.

Esta é a nossa fé. Esta é a fé da Igreja, que nos gloriamos de professar, em Jesus Cristo, Nosso Senhor.
R. Ámen.

Fiéis aos ensinamentos do Salvador ousamos dizer:

Pai nosso que estais nos céus, santificado seja o vosso nome, venha a nós o vosso reino, seja feita a vossa Vontade assim na terra como no céu. O pão nosso de cada dia nos dai hoje, perdoai-nos as nossas ofensas, assim como nós perdoamos a quem nos tem ofendido e não nos deixeis cair em tentação mas livrai-nos do mal. Livrai-nos de todo mal e de toda a perturbação diabólica, Vós que pela morte e ressurreição de Jesus Cristo, vosso amado Filho, nos libertastes do poder das trevas e da morte e nos transferiste para o vosso Reino de luz e santidade, libertai agora este nosso irmão N. de todo o domínio e ligação com satanás e os seus anjos. Libertai-o de todas as forças do mal, esmagai-as, destrui-as, para que o N. possa ficar bom e viver segundo a vossa santíssima Vontade. Libertai-o de todos os malefícios, das bruxarias, da magia negra, das missas negras, dos feitiços, das maldições, do mau-olhado, dos ritos satânicos, dos cultos satânicos, das consagrações a satanás. Destrui qualquer ligação com satanás e com todas as pessoas ligadas a satanás, vivas ou defuntas. Libertai-o de toda a infestação diabólica, de toda a possessão diabólica, de toda a obsessão diabólica, e de tudo aquilo que é pecado ou consequência do pecado. Destrui todos estes males no inferno para que nunca mais atormentem o N. nem nenhuma outra criatura no mundo. Deus Pai todo-poderoso, peço-Vos, em nome de Jesus Cristo Salvador e pela intercessão da Virgem Imaculada que ordeneis a todos os espíritos imundos, a todas as presenças que atormentam o N., a deixá-lo imediatamente, a deixá-lo definitivamente e a ir para o inferno eterno, encadeados por São Miguel Arcanjo, por São Gabriel, por São Rafael, pelos nossos Anjos da Guarda, esmagados debaixo do calcanhar da Santíssima Virgem Maria nossa Mãe Imaculada. Vós que criastes o homem à vossa imagem e semelhança na santidade e na justiça, e depois do pecado não o abandonastes, antes com sábia providência cuidastes da sua salvação pelo mistério da incarnação, paixão, morte e ressurreição do vosso muito amado Filho, salvai este vosso servo e libertai-o do mal e da escravidão do inimigo; afastai dele o espírito de mentira, soberba, luxúria, avareza, ira, inveja, gula, preguiça e de toda a espécie de maldade. Recebei-o no vosso Reino, abri o seu coração para entender o vosso Evangelho, para que viva sempre como filho da luz, dê testemunho da verdade e pratique obras de caridade segundo os vossos mandamentos. Com o sopro da Vossa boca expulsai, Senhor, os espíritos malignos: ordenai que se retirem porque chegou o vosso Reino. Por Nosso Senhor Jesus Cristo, Vosso Filho, que é Deus convosco na unidade do Espírito Santo.
R. Ámen.

O Senhor te livre de todo o mal, em nome do Pai, e do Filho e do Espírito Santo.
R. Ámen.

Bendigamos ao Senhor.
R. Graças a Deus.

quinta-feira, 19 de novembro de 2015

DOM ATHANASIUS SCHNEIDER EM PORTUGAL


PROGRAMA DA VISITA DE DOM ATANÁSIO SCHNEIDER A PORTUGAL

Programa  :
Dia 21, sábado
10.00 - Santa Missa Forma Extraordinária do RR em São Nicolau

18.00 - Conferência (local de São Nicolau a confirmar - Salão João Paulo II)
            
           A Arte de celebrar - como o Céu se diz na terra
20.30 - Jantar com rapazes universitários no Palácio Palmela

Dia 22, Domingo
19.15 - Missa da Solenidade de Cristo Rei
           Celebra D. Athanasius em São Nicolau

20.30 - Jantar oferecido pela paróquia a cerca de 45/50 pessoas

Dia 23, Segunda-feira Partida para Fátima

Está prevista uma visita rápida a Coimbra, mas ainda  não tenho pormenores. 
 17.00 – Conferência em Fátima
 19.00 - Santa Missa na Ordem de Santa Cruz
Jantar
 (Em Fátima, a Santa Missa e a Conferência terão lugar na Ordem de Santa Cruz)

Preghiere di esorcismo e di liberazione

Demonologia
 Questioni di demonologia
 Satana
 Chi sono gli angeli?
 La caduta degli angeli
Esorcismo
 Che cos'è?
 Esorcismo e S. Scrittura
 Esorcismo e Tradizione
 Esorcismo e Magistero
 I sintomi delle presenze malefiche
L'esperienza di p.Amorth
 Sintomi di sospetto
 Domande rivolte da alcuni psichiatri
 Gli effetti dell'esorcismo
 Chi è più colpito?
 I nomi dei demoni
 Immagini sacre
 Esorcismi alle case
 Esorcismi agli animali
 Il maleficio
 Chi può subire possessioni?
 Come si deve comportare l'esorcista?
 Le forme della magia
 Divinazione, stregoneria, spiritismo
 Una liberazione a Medjugorje
 Risposta ad alcune domande
Sacramentali
 Benedizione
 Esorcismo
 Acqua benedetta
 Olio esorcizzato
 Sale esorcizzato
 Oggetti ed immagini sacre benedette
Magia
 Che cos'è?
 Quante sono? (secondo la Conferenza Episcopale Toscana)
 Quante sono? (secondo i diversi livelli di poteri magici)
 Tipologia dei fenomeni magici
 La condanna della magia nella Bibbia e nel Magistero
 Cosa dice la Parola di Dio?
 Cosa dicono Papi e Vescovi?
 Il parere degli esorcisti
 La magia nera
 I malefici
 Lo spiritismo
 Le maledizioni
 Il satanismo
 Quali soluzioni?
 Maghi in tv
Combattimento spirituale
 L'azione ordinaria del diavolo: la tentazione
 L'azione del diavolo sui corpi e sulle cose
 Il combattimento della preghiera
 Il digiuno
 Il combattimento spirituale nei Padri del deserto
 Il discernimento degli spiriti
 Consigli sulla lotta spirituale di S.Faustina Kowalska

Rimedi al Male
 La Conversione
 la Confessione
 la Preghiera (S.Messa e Rosario)
 L'Eucaristia
 il digiuno e i sacrifici
 Le Sacre Scritture

Preghiere di esorcismo e di liberazione
 Esorcismo breve di Leone XIII
 Esorcismo maggiore
 Esorcismo di S.Benedetto
 Preghiere di liberazione varie




"Il Signore sia sopra di te per proteggerti
davanti a te per guidarti;
dietro di te per custodirti;
dentro di te per benedirti.
Nel nome del Padre e del Figlio e dello Spirito Santo"
"Coloro che crederanno in me, nel mio nome scacceranno i demoni"
(Marco 16,17)

Scacciare i demoni è un potere dato da Cristo a coloro che in Lui crederanno , un potere basato sulla fede e sulla preghiera e sul digiuno che può essere esercitato sia da singoli che da comunità.
Sgombriamo subito il campo da eventuali possibili equivoci : non bisogna confondere questo potere, attribuito alla fede, alla preghiera ed al digiuno, con l 'esorcismo, che è un sacramentale, che è possibile solo ai sacerdoti espressamente autorizzati dai rispettivi vescovi.
Dunque ogni credente può pregare per la liberazione, sua e dei fratelli, unendosi anche a gruppi che abbiano questo scopo : è necessaria tanta fede, tanta preghiera, tanta penitenza e soprattutto perseveranza.

Nella preghiera di liberazione possiamo identificare due estremi : alcuni non accettano la sua efficacia perché non credono che il demonio ci inganni e ci soggioghi. Negano la sua esistenza e di conseguenza la sua nefasta influenza sulle nostre vite.
Così facendo, come già esposto, non si rendono conto che non credendo nell'esistenza del demonio sono già cadute vittime dei suoi inganni.
L'altro estremo, non meno importante, è convincersi che la liberazione totale si otterrà con una semplice preghiera di guarigione e liberazione che elimini il male che è in noi.

In realtà non è sufficiente scacciare i demoni, ma è necessario disfarsi di tutti i suoi inganni che motivano la nostra condotta.

La forma efficace per vincere il demonio è quella di liberarci da tutte le catene che ci legano : materialismo, sensualità, egoismo, orgoglio, vanità, menzogna ecc.
A cosa serve infatti scacciare un demonio, se poi nel nostro cuore e nella nostra mente restano una miriade di menzogne e di inganni?

Dunque la preghiera di liberazione non è riservata solo a persone dedite allo spiritismo, occultismo o cose del genere, ma anche per chi è sotto la signoria del demonio, che, pieno d'orgoglio fa di se stesso un dio, colui che avido, idolatra il denaro e i beni materiali, l'adultero che non può smettere di peccare, il bugiardo che vive ingannando e ingannato, in pratica per tutti coloro che vivono incancreniti nel peccato.

La perfetta libertà implica la rinuncia totale a Satana e a tutte le sue opere.

Dunque la preghiera di liberazione trova la sua efficacia nella completezza della sua azione, nello spezzare i lacci satanici che tengono legato l'uomo.

La preghiera di liberazione può essere del singolo o del gruppo : un gruppo può essere costituito anche da solo due persone.
Alcuni gruppi già esistono, come quelli del Rinnovamento dello Spirito : è auspicabile che nascano molti altri gruppi che preghino la preghiera di liberazione, possibilmente con la guida di un sacerdote.
Coloro che prenderanno questo impegno dovranno vivere nella Verità, rinunciando agli inganni del mondo che si oppongono ai principi evangelici, conducendo una vita conforme al Vangelo, frequentando con assiduità i Sacramenti, pregando in modo semplice, senza gesti o atteggiamenti strani, soprattutto se in gruppo.

Che lo Spirito Santo voglia suscitare numerosi gruppi intenti alla preghiera di liberazione!
      Le Preghiere di Liberazione che seguono valgono esclusivamente per "l'Auto Liberazione":
p ossono essere recitate da chiunque, ma solo come forma di "Preghiera Privata". Anche se il fine è lodevole, NESSUNO può attaccare direttamente il demonio per liberare altre persone.
     Recitare queste preghiere non significa fare un esorcismo: l'esorcismo è solo quello fatto da un sacerdote esorcista come forma di preghiera pubblica, solenne in nome e con l'autorità della Santa Chiesa Cattolica.

     Ricordati sempre che il miglior punto di partenza è una buona e sincera CONFESSIONE.




COME DIFENDERCI DAL MALIGNO:
Da molte persone oggi il demonio è ritenuto un mito, una fantasia di altri tempi, ma essi sono i primi ad essere illusi da lui. Il diavolo esiste, il Vangelo ne parla moltissime volte, ma egli è uno sconfitto. E’ stato sconfitto da Nostro Signore quindi il suo potere è limitato, egli può nuocerci solo se “gli apriamo la porta” tramite il peccato e rimanendo con il peccato nell’anima o anche venendo a contato con l’occulto tramite maghi, oroscopi giochi del bicchierino e lettura della mano (pericolosissimi per i disturbi malefici che ne possono derivare). “Tutto ciò che ci difende dal peccato ci difende da Satana” per evitare che il demonio possa nuocerci e possa recare danno alle anime o alla società il Signore ci da alcune armi infallibili:
1) La confessione settimanale, con essa viene distrutto il potere di Satana sulla nostra anima perchè ci slega dai peccati che sono la base per tutte le forme di possessione diabolica e noi veniamo rigenerati dalla grazia e dalla misericordia di Dio.
2) Partecipare con devozione alla S. Messa, oltre che la domenica, anche nei giorni feriali quando si riesce e fare la S. Comunione in grazia di Dio. Mai fare la S. Comunione con il peccato nell’anima, è un orribile sacrilegio!
3) la Preghiera, specialmente il Santo Rosario tutti e 15 i misteri, vero flagello dei demoni e arma che distrugge Satana e ogni sua opera.
4) l’Adorazione Eucaristica.
5) La penitenza e soprattutto il digiuno aiutano a difenderci dalle insidie del maligno, si consiglia anche di portare con se un Crocifisso e la medaglia benedetta della Madonna, e utilizzare l’Acqua Santa o ricevere spesso le Benedizioni Sacerdotali, molto spesso si è sperimentata l’efficacia.
Gruppi Carismatici di Liberazione:
Tra i gruppi Carismatici che fanno preghiere di liberazione dagli spiriti maligni e da Satana con appunto il discernimento degli spiriti, segnaliamo il gruppo "Gesù Risorto" e "Comunità Maria" presenti in molte città italiane i cui siti web sono presenti nella Home di questo sito alla voce "Gruppi di Liberazione", questi due gruppi in particolare sono molto potenti perchè durante gli incontri di preghiera ordinano con l'autorità di Gesù Cristo e con l'effusione dello Spirito Santo che hanno ricevuto a tutte le presenze del Maligno di andarsene con ottimi risultati di liberazione.
L'altro gruppo il "Rinnovamento nello Spirito Santo" con più sedi in tutte le città italiane, fanno canti di lode e adorazione e il "Canto in Lingue" (come anche i due gruppi precedenti) avendo benefici per i partecipanti soprattutto di guarigioni e secondariamente di liberazione.
Vi consigliamo di partecipare ai loro incontri di preghiera
e di beneficiare delle loro preghiere di guarigione e liberazione!