sexta-feira, 4 de dezembro de 2015

El Espíritu Santo cada vez que se le invoca con fe y amor, acude al alma que le pide ayuda.

DEL LIBRO "DADME DE BEBER"


Si alguna vez alguien dijera que al invocar al Espíritu Santo Este no acude a la llamada del alma, esa persona no estaría diciendo lo exacto, porque el Espíritu Santo cada vez que se le invoca con fe y amor, acude al alma que le pide ayuda. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Nadie que Me invoque para pedir socorro queda desasistido, porque Mi misión es acudir al alma que Me invoca y socorrerla en aquellas necesidades que Me presenta, bien dándole luz en decisiones que deba tomar, bien dándole fortaleza en situaciones de peligro, bien dándole entendimiento en oscuridades que tenga. Yo, Espíritu Santo, os hablo.

Quien Me invoca Me honra soberanamente, porque está admitiendo Mi misión y reconociendo la necesidad de Mi intervención en vuestras gestiones y situaciones de la vida, por eso, quien Me llama Me tiene, aunque parezca que no es así, pues debéis de invocarme asiduamente para que ni Mi luz, ni Mi gracia, os falten. Debéis asimismo hacerme novenas, triduos, coronillas, misas, porque Soy Dios también y como tal debéis honrarme.

Los sacerdotes deben honrarme aun más que nadie, para que guíen y aconsejen a las almas acertadamente, pues a veces, dan consejos que nada tienen que ver con lo que Yo les inspiraría si Me invocasen y estuvieran pendientes a Mis mociones, pues guiar a las almas es una labor muy delicada y que necesita en abundancia Mi luz. Yo, Espíritu Divino, os hablo.

Todo aquel que en su vida espiritual tenga la costumbre de invocarme para que lo ilumine o socorra, no andará errado, pues deseo asistir y suplir diligentemente a las almas en aquellas carencias que tiene. Y lo mismo que Jesús sanaba con tocarle por la fe que le tenían, Yo ilumino y otorgo Mis dones a las almas que Me reclaman y Me piden asistencia.

Así pues, hijos de Dios, os lo vuelvo a decir una vez más, invocadme, ¡invocadme reiteradamente! Vosotros obispos, cardenales, Santos Padres, sacerdotes, apóstoles, religiosos, religiosas, invocadme reiteradamente y veréis como los pasos que deis no son erróneos, porque quien Me invoca de todo corazón y con fe para que Yo le asista, no quedará defraudado. Yo, Espíritu Santo, os hablo y os instruyo. La paz de la Santísima Trinidad, este con todos vosotros.

17 Beneficios al visitar a Jesús en el Sagrario



Cómo actúa Satanás para evitar vuestra santificación


DEL BLOG: "HACED LO QUE ÉL OS DIGA"


Las gracias que Dios da para el alma son dones sobrenaturales que ayudan a la santidad y a vuestra salvación eterna. Yo, Jesús, os hablo.

Nadie se crea incapaz de salvarse, porque aunque es verdad que es imposible para el hombre, no es imposible para Dios (Mt 19,26), y Dios da a cada uno según su estado y necesidad las gracias necesarias para santificarse, vencer las tentaciones y salvarse,aunque el hombre tiene que tener la voluntad y deseo de salvarse y poner de su parte. Cada persona según su estado, capacidad y sexo, recibe las gracias necesarias para su peregrinaje hacia la Vida Eterna. Yo, Jesús, os hablo.

Dios no se las niega a nadie, pero las personas deben colaborar con Dios siendo fieles a la gracia y tratando de hacer en todo momento Su voluntad y no solo a ratos. La santidad consiste en eso, en hacer en cada instante la voluntad de Dios, aunque sea contraria a la voluntad propia. Solo Dios que es Padre amoroso, sabe perfectamente lo que os conviene y lo que no, y El sería un tirano si no os ayudase con la gracia divina, pues sabe que vuestra naturaleza está dañada por el pecado original, inclinada a la concupiscencia y al mal. Yo, Jesús, os hablo.

Pero Mi enemigo mortal os presenta la salvación como una carga penosísima a la que no podéis vencer, y nada más lejos. Mi yugo es suave y llevadero (Mt 11,30) y suplo allí en donde el alma no alcanza

Todas las personas tienen la gracia de estado según su vocación y su profesión, y para la que reciben también gracias actuales para decisiones adecuadas según la ética y moral cristianas. Porque en todas las profesiones se puede honrar a Dios si se cumplen según las normas morales y cristianas. Yo, Jesús, os hablo.

Satanás es el padre de la mentira y os pone ideas negativas para que no os santifiquéis, pero si por un momento contemplarais el Infierno, quedarais horrorizados de lo que espera a aquellos que voluntariamente rechazaron la gracia de Dios. Y al rechazar una gracia, pierden otra, y otra, y otra, porque su endurecido corazón no las deja penetrar para que se santifiquen, y de eso se encarga con alevosía Mi enemigo mortal, de meteros el miedo y el desaliento y de haceros tropezar una y otra vez.  Hijos, acudid a Mi que os amo con un amor inigualable y que deseo que os salvéis para teneros eternamente Conmigo y Mi Santa Madre. Yo Jesús, os hablo y os instruyo.

Qué tienen de especial las manos del sacerdote



Aún en el sacerdote indigno e infiel sus manos son luminosas, derraman el poder de Dios y queman a los demonios.

No podemos ver estas cosas espirituales intangibles e invisibles sin la fe en el espíritu.
Las manos del sacerdote son la pesadilla y el espanto para el infierno porque ellos podrán hacer caer a un sacerdote por sus pecados e infidelidades, pero no podrán encadenarle sus manos.
Estas manos nos administran los sacramentos, o sea, nos llevan al Reino que no es de este mundo, la gloria. Y estas manos nada menos que consagran el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor (el exorcismo más poderoso contra satanás y su ejército).

La Beata Ana Catalina Emmerich dice que aún en el infierno sus manos brillarán con un brillo especial.



El demonio tiene la guerra más grande contra los sacerdotes pues tienen las armas más poderosas para derrotarlos y si cae un sacerdote arrastra a miles de almas con él.

Sacerdote Eterno

Adeste Fideles la canción que mas odia satanás


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En una de las sesiones de liberación que realizo el Sacerdote español José Antonio Fortea a Marta una joven poseída por muchos demonios rescatamos ésta parte donde habla de la canción en éste caso un VILLANCICO que mas odia Satanás.

Fête de Saint Pierre Chrysologue docteur de l'église catholique .Télécharger ses 176 sermons

Saint Pierre Chrysologue
docteur de l'église catholique
406 - 450
176 Sermons de saint Pierre Chrysologue : 1-3536-7071-105106-140141-176
(Traduction française originale de tous ses sermons par JesusMarie.com, août 2014)
télécharger les 176 sermons
Archevêque de Ravenne au Ve siècle. La vie de saint Pierre Chrysologue nous est mal connue. L'historien de Ravenne, Agnellus, qui la raconta, aux environs de 830, ne mérite qu'une confiance assez limitée, Liber pontificalis Ecclesiae Ravennatis, § 21, P L , t cvi, col 554 sq , Mon Germ hist., Script rer Longob et Ital, Hanovre, 1878, col 310, et les témoignages anciens relatifs à ce personnage sont rares et imprécis.
Suivant la tradition reçue, Pierre naquit aux environs de 405, a Forum Cornelii, l'Imola d'aujourd'hui, dans l'Emilie. L'evêque d'Imola fut, comme il le dit lui même, Serm , clxv, P L , t lii, col 633, son père, il ne se contenta pas de le baptiser, il 1'éduqua et l'instruisit, puis il l'éleva à la cléricature et 1'ordonna diacre. Sous le pontificat de Sixte III (432-440), Pierre fut nommé évêque (ou archevêque) de Ravenne.
Agnellus croit savoir que ce choix fut en quelque sorte miraculeux et que le pape, au lieu de consacrer l'élu que lui avaient présenté les Ravennates, lui substitua, en la personne de Pierre, celui que l'apôtre saint Pierre lui même lui avait montré en songe.

En tout cas, Pierre ne tarda pas à se faire connaître par ses éminentes vertus, son éloquence et sa science.

quinta-feira, 3 de dezembro de 2015

Messa pontiticale nel rito romano tradizionale. Traditional Latin Mass (Pontifical Solemn High Mass) Washington D.C

zione sacra


È probabile che alcuni conosceranno già questo video. Nonostante ciò lo ripropongo perché mostra, eseguita con gran cura, la Messa pontiticale nel rito romano tradizionale. Questa liturgia, propria alla Chiesa di Roma, presenta molte parti antiche e alto-medioevali. Si presenta come una vera e propria azione sacra. Qui non vedo alcuna dispersione dello spirito, alcun teatro in senso deteriore, tutto è posto in modo sintetico ed efficace. L'atmosfera è quella delle antiche liturgie.

quarta-feira, 2 de dezembro de 2015

El secreto siempre mayor. Fr. Alberto Enrique Justo O.P.



Algo he de decir de todo ello... Sólo “algo”, desde luego muy poco. Desde hace mucho tiempo yo camino en padecimientos de todo género. Algunos he tratado de eludirlos, otros no. El sufrimiento ha sido, para mí, una escuela constante que me ha llevado al “lugar” donde ahora estoy... Es claro que no se trata de “un” lugar ni de nada. Es esta una cima o un valle, un paraje que se levanta y adquiere dimensiones indescriptibles. Son perspectivas secretas, es el Misterio, es todo eso que no se dice, pero que habita, sin duda, en el corazón.

Yo he oído, una y otra vez, esta Palabra: Mi Padre y Yo vendremos a él y haremos en él morada. Sé que esta promesa, revelación incesante de una realidad cada vez mayor, se cumple –sin duda- por Gracia de Dios. Esta “morada” es templo y es desierto, y es imposible hablar de ella. Lo único que podemos hacer es señalarla. En esto descubrimos la vocación de María, engendrando al Verbo por la Fe en el corazón...

Podemos pues señalar, podemos recordarnos –siempre y cada vez- esta condición que nos transforma y nos hace nuevos. Pero no hemos de abusar de las imágenes. Ahora todo es patrimonio de un silencio que supera cualquier otra instancia...leer...

Camino de contemplación. P. Fr. Alberto E. Justo, O.P.



I

Andando por los distintos caminos, se llega a la certeza... A UNA certeza por lo menos. Lo que vemos, lo que hoy distinguimos, lo que tantas veces y con tanto calor aseguramos... Todo eso no es verdad tal cual lo suponemos.

La VERDAD es de un hondura tal que no admite discursos vanos. Aún cuando nuestra búsqueda continúe y perdure, aún cuando no acabemos, o nos parezca que no acabamos, de buscar, aún entonces -digo- nuestra situación debe ser algo así como un respeto infinito por lo que se nos oculta a simple ojo.

Quizá nos cuadre mejor decirlo de otro modo. Por lo que se nos oculta aunque lo estamos viendo siempre... Por eso que tenemos tan dentro y no alcanzamos a ver ... precisamente porque está demasiado dentro; porque nos es demasiado propio.leer...

Receta Para Curar La Depresión

Receta Para Curar La Depresión

martes, 1 de diciembre de 2015|

"Mi papá está deprimido". "Mi tía está con depresión". "Mi amigo está con el mismo mal". "Estoy en tratamiento médico pues sufro de fuerte depresión". “Tengo un colega en tal estado de depresión que hasta intentó suicidarse".

¿Quién no oyó alguna de estas frases en sus círculos familiares o en otros ambientes? Creemos que serán bien pocos.

Ese mal está avanzando con la fuerza de una epidemia. Y va haciendo cada vez más víctimas, sobre todo en los países considerados civilizados. Lo que antes era un “privilegio” de la edad madura, fue poco a poco alcanzando a las nuevas generaciones, para finalmente llegar a la infancia. Amitriptilina, nortriptilina, imipramina, mirtazapina, paroxetina, venlafaxina, sertralina, fluoxetina, clomipramina, entre otros, componen la relación de anti-depresivos, a los cuales se debería acrecentar una enorme lista de tranquilizantes que con ellos constituyen el gran arsenal antidepresión. El arsenal crece continuamente… la depresión también. ¿Será que esos medicamentos resuelven el problema? En un cierto número de casos, seguramente, con la ayuda profesional de un médico o un psicólogo o congéneres.

No obstante, cabe aquí una pregunta: ¿Cuál es la causa más profunda de tan grande mal?

La respuesta no es simple. Muchas veces esa enfermedad puede tener raíces genéticas, orgánicas o psicológicas que, una vez diagnosticadas, podrán y deberán tener un tratamiento adecuado. En nuestro entender, la depresión, nube negra que va cubriendo el mundo, tiene como causa, en la casi totalidad de sus víctimas, una inmensa crisis de afecto, que por su vez se origina en el hecho de que Dios viene siendo, paulatina e inexorablemente, expulsado de la Tierra. Donde no hay amor de Dios, no puede haber verdadero amor al prójimo. La falta de afecto mutuo se instaló en las familias, en las escuelas, en los ambientes de trabajo, por todas partes.

En los primeros tiempos de la Iglesia, causaba en los paganos extrema admiración (y sirvió para convertir multitudes) el modo profundamente caritativo como los cristianos se trataban los unos a los otros. Esos paganos exclamaban:
“Ved como ellos se aman” 
Hoy en día, casi se podría sustituir esta frase por otra:
“Ved como ellos se desaman”
El sentirse objeto de afecto, de afecto verdadero (que tiene su fundamento en Dios), es algo absolutamente necesario para el equilibrio del ser humano.

“Está bien”, dirá un deprimido al leer estas líneas, “pero, ¿para solucionar mi problema personal, dónde encuentro el remedio, ahora, ya, en este instante?”


Es necesario amar a Dios, seguir sus Mandamientos, recurrir a su Santísima Madre. Sin embargo, esto no basta. Se requiere creer, en lo más íntimo del alma, con convicción profunda, aunque la sensibilidad nada nos diga, que Dios nos ama, y nos ama con un amor infinito. Es preciso creer de la misma manera, sin ningún asomo de duda, aún en medio de la mayor aridez, que María, la manifestación más sublime de la misericordia divina, nos ama con un amor insondable.

Aunque nadie nos amase (lo que probablemente no es verdadero, pues el afecto, a pesar de todo, aún no ha desaparecido totalmente del mundo), Dios nos ama, María nos ama.


El remedio que proponemos es de uso interno y continuo. Interno, en este caso, quiere decir que debe alcanzar lo más profundo del corazón.

Justificando el título de este artículo, sigue a continuación la receta anunciada.

Receta de uso interno:


Mi Jesús, yo os amo con todas las fuerzas de mi alma, y sé que soy infinitamente amado por Vos. María, mi Madre, yo os amo con todas las fuerzas de mi alma, y sé que soy insondablemente amado por Vos.

Repetir tres veces al día (mañana, tarde y noche), hasta el desaparecimiento de los síntomas.

Vivir en la presencia de Dios

Cuando alguien nos hace una pregunta, intentamos transmitir al máximo lo que sabemos. Entretanto, hay algo que muchas veces nos deja con dudas y con dificultad de explicitar: hablar respecto a Dios. Cuanto más profundizamos sobre el asunto, más interrogaciones surgen.

Recurriendo a las Sagradas Escrituras, donde está contenida toda palabra revelada por el propio Dios, encontramos el episodio de la zarza ardiente en que Dios se revela a Moisés diciendo:


"Yo soy aquel que Soy" (Ex. 3, 4)


Con todo, esta respuesta del propio Dios nos deja pensativos. Apelando a los doctores de la Iglesia, encontramos lo que nos enseña Santo Tomás respecto a esta frase: que Dios siempre fue, es y siempre será.

Entretanto, nuestra naturaleza humana no se contenta solamente con esa explicación e intenta profundizar un poco más. De hecho, cuando tomamos conocimiento que algo existe, sentimos una lógica curiosidad en saber quién es o qué es. Bien sabemos que Dios es un Ser infinito, al cual no conseguimos atribuir ninguna cualidad, y que, para conocerlo, podemos hacerlo de dos formas: una por la vía negativa, o sea, diciendo todo aquello que Él no es, y por la vía de las afirmaciones, atribuyéndole las perfecciones de las criaturas en grado infinito. Y de la posesión de todos los bienes, resultan los atributos de Dios que Santo Tomásexpone en la Suma Teológica:
"Se puede demostrar como Dios no es, alejando de Él lo que no le puede convenir, como: ser compuesto, estar en movimiento, etc., así, pregúntese primero sobre la simplicidad de Dios, por la cual se excluye la composición. Como, por ejemplo, en las cosas corporales, las simples son las menos perfectas y forman parte de las otras, se pregunte en segundo, sobre su perfección; en tercero, sobre su infinidad; en cuarto, sobre su inmutabilidad; y en quinto, sobre su unidad"
Estando ahora un poco más empapados en el asunto, detengámonos en uno de sus atributos, que es la inmensidad divina.

Inmensidad de Dios


Uno de los atributos esenciales de Dios es la inmensidad: Dios está realmente presente en todas partes y en todas las cosas, sin que pueda existir lugar o criatura alguna donde no se encuentre a Dios. Es lo que nos dice el Salmista:
"¿Adónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿Adónde huiré de tu presencia? Si yo subo al cielo, allá estás, si desciendo al abismo, ahí te encuentro" (Sl 138,7)
Él está presente en todas partes, sin embargo, no se deja ver en todo lugar; solamente en el Cielo. Apenas en la Visión Beatífica Él se manifiesta cara a cara a los bienaventurados.

Debemos "entender" ese atributo de Dios, como propiamente nos sugiere el nombre inmenso: que abarca todo y contiene en sí todas las cosas. Ningún ser existe ni podrá existir sin que Dios esté íntimamente presente en él por esencia (dando el ser que tiene), por presencia, (permaneciendo siempre ante su divina mirada) y por potencia (sometido enteramente a su divino poder). Él es aquel que por sí solo subsiste y sustenta a los demás.


Nos cabe, entretanto, tomar cuidado y no dejarnos llevar por una idea panteísta, viendo una partícula de Dios en todo lo creado; pero sí, estar conscientes de que es Dios quien todo sustenta.


Realmente, de cara a todas las maravillas de la creación, quedamos deslumbrados con tanto amor, perfección y sabiduría con que todo fue creado. Muchas veces, Dios se sirve de medios aparentemente sin importancia para la salvación del hombre. Recordemos un hecho narrado en una predicación del padre Raniero Cantalamessa ocurrido con el soldado Aleksander Zacepa, muerto en la Segunda Gran Guerra.


Estando él de noche, dentro de la trinchera, en medio del sonar de las armas bélicas, preparándose para el ataque contra los enemigos, se deparó con un luminoso cielo estrellado. Conmovido con tamaña grandeza y pulcritud, sintió en sí algo que le conmovía, haciéndolo reflexionar sobre aquello que estaba delante de sus ojos. Escribió, entonces, una carta, que fue encontrada en medio del campo de batalla donde estaba este soldado. Estas son las conmovedoras palabras del guerrero:


¡Escucha, oh Dios! En mi vida no hablé ni una sola vez contigo, pero hoy tengo ganas de hacer fiesta. Desde pequeño me dijeron siempre que Tú no existes… Y yo, como un idiota, creí.

Nunca contemplé tus obras, pero esta noche vi, desde el cráter de una granada, el cielo lleno de estrellas y quedé fascinado por su esplendor. En ese instante comprendí qué terrible es el engaño… No sé, oh Dios, si me darás tu mano, pero te digo que Tú me entiendes…

¿No es algo raro que, en medio a un espantoso infierno, la luz se me haya aparecido y yo te haya descubierto a Ti?

No tengo nada más para decir. Me siento feliz, pues te conocí. A la medianoche tenemos que atacar, pero no tengo miedo, Tú nos ves.

¡Dieron la señal! Tengo que ir. ¡Qué bien estaba contigo! Quiero decirte, y Tú lo sabes, que la batalla será dura: tal vez esta noche vaya a golpear tu puerta. ¿Y si hasta ahora no fui tu amigo, cuando llegue, Tú me dejarás entrar?

Pero, ¿qué sucede conmigo? ¿Estoy llorando? Mi Dios, mira lo que me ocurrió. Solo ahora comencé a ver con claridad… Mi Dios, me voy… será difícil regresar. Qué raro, ahora la muerte no me da miedo.

¡Qué gran ejemplo nos dio este soldado! En el último instante de su vida, recibió (por la misericordia de Dios) esa gracia de, contemplando las bellezas creadas, remitirlas a Quien las creó y, en el reflejo de una granada, conoció a Dios y a Él se entregó en el último momento de la vida.

Pasemos para nuestra vida particular y reflexionemos. ¿Cómo vivo yo en la presencia de Dios? De hecho, Mons. João Clá Dias, EP, nos enseña que, a cada momento, debemos estar de tal modo compenetrados en la presencia de Dios que, desde el despertar, hasta el momento de acostarme de noche y hasta incluso en el instante en que me duermo, debo acordarme de que mi sueño a la noche está siendo asistido por Él, y que todo eso está siendo memorizado por Dios.

De ese modo, debo hacer un examen de consciencia y analizar mi vida. ¿Cuándo peco, es porque juzgo muchas veces al estar a solas? ¿El demonio me lleva a pecar, a ofender a Dios, porque no vivo constantemente en la presencia de Dios? ¿Me olvido que Dios es Todopoderoso e Inmenso, y está en todas partes?

Pidamos a la Virgen Santísima y a nuestros santos intercesores, que nos haga siempre sentir la presencia de Dios en nuestras vidas, compenetrados de que estamos dentro de Él, y que Él ve todo: nuestras intenciones, nuestros deseos, nuestras inspiraciones y nuestros sentimientos.

Reconozcamos su presencia en todo el universo creado, sea en la naturaleza o en las almas por Él creadas y estemos convencidos, también, de que Él todo puede y que, estando en todo lugar, estará siempre dispuesto a ayudarnos a trillar el camino de la perfección.

Fuente - Texto tomado de CABALLEROSDELAVIRGEN.ORG:

terça-feira, 1 de dezembro de 2015

El libro del desierto. Fr. Alberto E. Justo O.P.


 

EL LIBRO DEL DESIERTO.

NUEVAS Y VIEJAS HUELLAS.

PENSAMIENTOS SUELTOS.


P. Alberto E. Justo O.P.


Introducción

No sé qué tengan que hacer estos fragmentos que caen sin orden y sin presura en el mágico espacio del papel... Lo mejor que puedo decir es que no esperan cumplir con función alguna. Son como centellas que brotan de rayos singulares descargados en la soledad de la noche. Desde luego no tienen por-qué...

Es difícil encuadrarlos hoy o sujetarlos a rigurosa disciplina. Como digo, brotan con libertad y audacia, pero sin apresuramiento alguno.

No, tampoco caben definiciones. El autor ha salido al campo a buscar lo que no se halla por ninguna parte. Esto es admirable... Porque, en el fondo, todos buscamos lo que no puede encontrarse. Y si no caemos en la cuenta de ello es porque nos embriagamos con distracciones, apresuramientos y ruidos de toda especie.leer...

La realeza de Cristo. P. Fr. Alberto García Vieyra O.P.

 

El tema que tratamos es esencialmente político. Podría también enunciarse: bases para la honestidad en la vida política, honestidad en la tarea política.

No basta un enunciado de leyes o de propósitos. El bien de la polis, de la ciudad, del Estado, el bien común, va ligado ciertamente a la ley, a las leyes que rigen el bienestar de la comunidad, pero sobre todo va ligado a la práctica de las virtudes, informadas por la caridad y ordenadas al último fin sobrenatural.

Quiere decir que, en última instancia, el bienestar público depende del quehacer no delictivo o culposo de los estamentos dirigentes de la comunidad, capaces de influir sobre el resto.

Atender a los elementos materiales de los cuales depende el bien de la comunidad es una exigencia impuesta por la sicología humana y la misma economía de la libertad. El conocimiento de la ley, obliga moralmente, pero exige físicamente. De modo que el gobernante quebrante fácilmente la ley, y la tarea política se vuelve fácilmente deshonesta. En última instancia la honestidad de la tarea política, como de todos los actos humanos, depende de las virtudes, o sea de los hábitos operativos en orden al bien moral.

Podemos pues concluir: la práctica de los hábitos operativos ordenados al bien moral o vida virtuosa, como dice Santo Tomás, es la base material de una honesta convivencia. Esto es verdad, en contraposición a los vicios que son la base de una convivencia anárquica, competitiva, deshonesta.

El bien en general, y el bien común en particular, dependen de dos cosas: de las leyes que le dan estructura, o diseñan su estructura, y de las actividades que le dan posibilidad de realización. Añadamos que un orden cristiano, y más con la complejidad del mundo moderno, requiere la gracia de Dios, la conexión de las virtudes en la prudencia y en la caridad.

Decimos: y más con la complejidad del mundo moderno, porque el mal tiene más elementos a qué echar mano.

No nos engañamos: en el mundo actual las relaciones políticas no son de moral sino de fuerza. Donde debieran prevalecer la justicia, la liberalidad, la prudencia, es el terreno de la astucia y del poder. En una cristiandad la fuerza está al servicio del patriotismo y del honor nacional.

Hablar de cristiandad no significa prejuicio alguno acerca de la autonomía del orden temporal. También es falso que el Estado (o la voluntad popular) sean la fuente de todos los derechos (Dz 1739).



Cristiandad

El concepto se fue elaborando poco a poco. En sí mismo significa los hombres e instituciones humanas bajo la ley del cristianismo. Históricamente fue la unión y armonía entre el poder espiritual, representado por el Papa Adriano I (772-795) y el poder temporal en manos del Emperador Carlomagno. Carlos figuraba como protector de la Iglesia.ler...

Nuevas sendas en la montaña. Fr. Alberto E. Justo O.P.


PREFACIO

Lector: Tienes en tus manos los testimonios de una lucha singular: esa que se desarrolla en lo alto o, quizá, en lo bajo y que no aparece manifiesta a la mirada indiscreta de nadie. Es el misterio admirable de las montañas del Desierto. Es el “Desierto Vertical”, que no tiene zona ni lugar preciso sobre este planeta y sobre ningún otro. Porque lo esencial esta velado a los ojos de la carne y sólo se deja descubrir de los “despojados” en el espíritu...

Pues bien, de todo ello trataremos de susurrar aquí alguna cosa para animarte en ese andar de peregrino en el que te descubres todos los días. Sabemos cuán grandes son tus deseos y con cuánta frecuencia los dejas frustrados a la vera del camino... Y no es cuestión de dejarlos caer así nomás. Es preciso, ahora y siempre, aprender algo de la transformación y de la realidad escondida, oculta por las apariencias que atraen y engañan.

No sé si hallarás consuelo en estos garabatos. No es mi pretensión resolver problemas insolubles ni dar con secretos mágicos. Lo que pretendo es leer más hondo, ver, sobre todo ver más profundo, con ese tercer ojo que nos ha sido regalado y del cual disponemos y nunca empleamos...

Aventúrate conmigo. No es el caso quedarse a la puerta sin decidirse. Emprendamos nuestro viaje en el Nombre de Dios.



JORNADA PRIMERA

No comenzamos por ningún principio sino por el mismo paraje donde nos hallamos en cualquier momento. Ese lugar y ese tiempo tienen siempre una raíz. Porque hemos de remontarnos, de algún modo, a la fuente permanente, al brotar primero del sol y del agua.

No desesperes pensando que falta mucho. Nunca falta mucho. Lo más probable es que llegues a tu destino en un santiamén. De un solo golpe.

Para ello hay que comenzar por callar e inmediatamente atender y escuchar...  Luego, levantarse con presteza y sin titubeos ni dudas...

Hermano, no temas el dolor. Es preciso que ahora te arrojes sin mirar atrás ni a los costados. Muchas son las falacias y manifestaciones del enemigo. Sí, en verdad son muchas. Y, aparentemente, él tiene un gigantesco poder. Pero no es así, en realidad. Simplemente no ahorrará medios para disuadirte de tu partida y para asustarte no sé con cuáles fantasmas.

El arrojo comporta la liberación. Desde luego, lo repito, sin desviar la mirada. Ese arrojo es contemporáneo al olvido. Al olvido de cuitas y de planes, de ambiciones y de propósitos y, aún, de la “estatura moral personal”. ¿Sabes lo que es esto? Pues que no andarás más detenido en lo que tienes ni en lo que eres. Que te habrás liberado de ti en la medida en que no sepas otra cosa que lo que amas. O mejor: que no quieras a otro que no sea Aquél a quien amas y que te regaló su Amor. Sólo así llegarás a juntarte a Él hasta el punto que tú vivirás en Él y Él en ti, sin parecer que haya distinción o fisura o separación alguna. Y así es, más de lo que yo digo o pueda expresar en vocablos humanos.

Como nace el sol desde el oriente e ilumina toda la vastedad de un paisaje, así, a un tiempo, te introduces en el Misterio inefable cuyas manifestaciones no se han de detallar ni de explicar. Allí surge el sufrimiento que es, ante todo, comunión. En efecto, pasas en un instante, sin darte cuenta, al Corazón de JesuCristo. En las mismas alas del Espíritu eres portado y entrañado... Es esto, sí, no lo olvides, lo que efectivamente acontece...¡Cuánto habría que decir y nada, absolutamente nada, ninguna palabra puede pronunciarse acerca de esta realidad!

Ahora el “abandono” ha de ser total. Ahora nos descubrimos en el mismo Huerto para velar con Él. Sin condiciones. Por ello es preciso atender y no dormirse.

¡El Huerto! Un “jardín” del alma que pocos frecuentan... Es muy posible que la oscuridad lo cubra con su manto... Nadie ve, nadie sospecha... Todo es secreto. Las horas transcurren en silencio, en soledad: “sin modo ni manera” acertaríamos de decir. Aunque se desplome un mundo por fuera permanece este ámbito muy dentro. No tiene tiempo ni espacio. Se trata de “otro tiempo” y no hay camino alguno para llegar a él.

En el Huerto nos hallamos en silencio y en Él... En el Huerto podemos estar siempre, porque hemos de aceptar –cada vez, en libertad- la invitación y la vocación a velar con Él “una hora”. Y sin embargo descubrimos la connaturalidad admirable con tan noble situación. Pareciera (y es así nomás) que toda nuestra vida y nuestro respiro adquieren en esa y esta Noche su sentido y su lugar propios.

Es, pues, en Él y allí. Dígase como quiera decirse. Vamos acercándonos cuando comenzamos a caer en la cuenta de algo muy nuevo y sorprendente. El dolor ha llamado a nuestras puertas. Ha llegado precedido por la sinrazón, por lo inesperado..., hasta por lo escandaloso... Porque ¡hay escándalos! Aunque no es cuestión de que nos escandalicemos.

Estamos en nuestro lugar que es el mismo, que es el Suyo. Nos hacemos cargo de una incomprensión infinita que vela la realidad más profunda. Porque ya no hay espectáculos. Éstos, como se dijo hace mucho tiempo, han pasado a la zona de la Bestia. Lo nuestro no es espectacular, no es notable pero es nobilísimo. Y no acabaríamos de tejer su elogio.

Sí, es en la hora del dolor, de la incomprensión, de la humillación... El “hombre noble” ha de saber que lo más alto es abandonar, es decir: descender. Se decía en un tiempo que “cuanto más se es, más hay que dejar de ser”. En efecto, la capacidad mayor ábrese a algo aún más grande que sólo se manifiesta en el descenso y, mejor aún, en la muerte.

Aquí está el secreto de la vida. ¿Cómo revelar la luz escondida, cuya magnitud –tantas veces- se torna oscuridad?

La única respuesta que conozco es abrazar el Misterio de la Cruz. En efecto: se trata de la aparente derrota, del abandono de todo poder engañoso y de la total consignación en la Providencia y Voluntad divinas. Desde luego que semejante paso comporta la continuación de una lucha y de una obra que es aún más fecunda porque se halla enraizada en el sufrimiento. Pero, entiéndase bien, en un sufrimiento que no es “propio” sino de Dios. Otra vez se manifiesta la luz de la hora en vela, de la hora en la oración de la Agonía... Es la hora “escondida” que se revela por sí sola, por la sola virtud de la Gracia de Dios.

La severidad de los tiempos halla su pleno significado y sentido en este abandono nuevo y en la aceptación de un verdadero martirio. En efecto, se trata de un testimonio luminoso y velado a un mismo tiempo. ¿Quién pudiera apreciarlo en verdad? ¿Quién descubrirlo? La grandeza de estas jornadas consiste, precisamente, en pasar por el silencio y en manifestarse en la soledad.

JORNADA SEGUNDA leer...

Grandes Santos Que Lucharon Cara A Cara Contra Satanás

lunes, 30 de noviembre de 2015||


Los santos, apoyados en Dios,
vencieron al demonio

Agosto 11 de 2015

El mundo espiritual es real y hay una batalla, aunque Satanás y sus demonios rara vez se revelan a la gente común, si atacaron a los Santos. El mundo espiritual es real y hay una batalla.

Aunque Satanás y sus demonios rara vez se revelan a la gente común, cuando se trata de aquellos que son fuertes en el Señor como los santos, los demonios a veces aparecen y hacen ataques abiertos. Por supuesto, Jesús ya ha vencido a Satanás y todas las fuerzas del mal de este mundo. Aunque Satanás continúa buscando almas para llevar al infierno, toda persona que permanece en Jesús no puede ser separada de Dios.

Así que no dejes que estas historias te asusten. Más bien, deja que estas historias sean recordatorios de que Satanás y sus tentaciones de pecado son reales, incluso si no lo ves, como estos santos lo hicieron.

1. San Antonio el Grande:
"El león rugía,
con el deseo de atacar"

Fue un monje del desierto que vivió entre los siglos III y IV. Sabemos de San Antonio a partir de una biografía escrita por San Atanasio llamada “Vida de San Antonio”. Ésta dice que cuando la gente visitaba a San Antonio en su casa en el desierto, "oían tumultos, muchas voces, y sonidos que parecían del choque de las armas. Por la noche en la montaña aparecían bestias salvajes y el santo combatía contra ellas mediante la oración”.

En una ocasión, San Antonio decidió pasar una noche solo en una gran tumba. Un enorme grupo de demonios descendió sobre él y le atacó el cuerpo. “El diablo lo arañó y el dolor causado fue tan terrible, que le impidió levantarse del suelo y lo dejó sin habla. Afirmó que la tortura había sido tan excesiva, que no hay golpes infligidos por el hombre, que podrían alguna vez causar semejante tormento”.

Al día siguiente, un amigo que le llevaba suministros lo encontró y lo trajo a la aldea más cercana. Pero esa noche, él recuperó la conciencia y le pidió al amigo que lo llevara de nuevo a la tumba. Después de que su amigo lo encerró de nuevo en la tumba, San Antonio gritó:
"Aquí estoy yo, Antonio; yo no huyo de tus latigazos, ya que incluso si tú me infliges más dolor, nada me separará del amor de Cristo”
Los demonios regresaron, y así es como San Atanasio describe lo que sucedió después:

En la noche hicieron un estruendo tal, que la totalidad de ese lugar parecía ser sacudido por un terremoto y como si se rompieran las cuatro paredes de la vivienda, parecía que los demonios entraban a través de ellas, hechos semejantes a bestias y reptiles.

Y el lugar estuvo de repente lleno de formas de leones, osos, leopardos, toros, serpientes, víboras, escorpiones y lobos, y cada uno de ellos se movía de acuerdo a su naturaleza. El león estaba rugiendo, con el deseo de atacar, el toro parecía embestir con sus cuernos, la serpiente se arrastraba buscando un punto de ataque y el lobo gruñía rodeándolo por completo; los ruidos de las apariciones, fueron horribles.

A pesar de que estaba en un terrible dolor, él respondió con valentía a los demonios:
"Si ustedes tuviesen algún poder, habría bastado que solo uno de ustedes viniera, pero como Dios los hizo débiles, ustedes quieren aterrorizarme con su gran número y una prueba de su debilidad es que tomen la forma de bestias brutas.
Si son capaces y han recibido, un poder contra mí, ¿por qué retrasan el ataque?; pero si no pueden, ¿por qué molestarme en vano? Por la fe en nuestro Señor que es un sello y un muro de seguridad para nosotros"
De repente, el techo se abrió y una luz brillante llenó la tumba. Los demonios desaparecieron y su dolor cesó. Al darse cuenta de que Dios lo había salvado, él oró:
¿Dónde estabas? ¿Por qué no te apareciste desde el principio para cesar mis dolores?
Y Dios le respondió:
"Antonio, yo estaba aquí, pero esperé a ver tu lucha; ya que has perdurado en la fe y no has sido vencido, siempre estaré dispuesto a socorrerte y haré famoso tu nombre en todas partes"
San Atanasio escribe que habiendo oído esto, “Antonio se levantó, rezó, y recibió tal fuerza que él percibía que tenía más poder en su cuerpo que antes. Y era entonces de unos treinta y cinco años”.

2. San Padre Pío:
"Estos demonios
no dejan de golpearme"

San Padre Pío nacido a finales del siglo XIX, vivió y murió en Italia. Cuando murió en 1968 ya era conocido y venerado en todo el mundo. Un sacerdote santo, hacedor de milagros, y estigmatizado, San Padre Pío también fue atacado regularmente por demonios.

Según el P. Gabriele Amorth, un exorcista líder del Vaticano:
"Los verdaderos enemigos del Padre Pío eran los demonios que lo asediaban”
La grande y constante lucha del Padre Pío, durante su vida era en contra de estos enemigos de Dios y de las almas humanas, los demonios que trataban de capturar su alma. Incluso en su juventud, San Padre Pío disfrutaba de increíbles visiones celestiales, pero también sufría ataques demoníacos. Padre Amorth explica:
"El diablo se le aparecía como un gato negro feo, o en la forma de un animal verdaderamente repugnante, la intención obvia era llenarlo de terror. Otras veces los demonios vinieron como jóvenes mujeres, desnudas y provocativas, realizando bailes obscenos, para poner a prueba la castidad del joven sacerdote. Pero el Padre Pío sintió su mayor peligro cuando el diablo trató de engañarlo, tomando la forma de uno de sus superiores (su superior provincial o su director espiritual) o en una forma sagrada (el Señor, la Virgen o San Francisco)"
Esta última táctica del diablo, en la que aparece como alguien bueno y santo, era un problema particular. Así es como San Padre Pío hacía para discernir una visión:
"Se daba cuenta primero de una cierta timidez cuando la Virgen o el Señor se le aparecían, seguido de una sensación de paz cuando la visión terminaba. Por otro lado, cuando era un demonio tomando una forma sagrada provocaba en él una inmediata sensación de alegría y atracción, sustituido después por el remordimiento y la tristeza"
Satanás incluso a veces atacaba a San Padre Pío físicamente. Él describe esto en una carta que escribió a su sacerdote confesor:
"Estos demonios no se detienen, incluso me golpean y me hacen caer de la cama, arrancan mi camisa. Pero ahora no me asustan más. Jesús me ama, a menudo me levanta y me pone de nuevo en la cama. De hecho, si estamos cerca del Señor, no debemos tener ningún miedo de los demonios"
3. Santa Gema Galgani:
"Sus brutales garras"


Santa Gema Galgani era una mística italiana del siglo XIX, que tenía experiencias espirituales increíbles. En una carta a un sacerdote, ella escribió:
'Durante los últimos dos días, Jesús me ha estado diciendo después de la Santa Comunión:
“Hija mía, muy pronto el diablo desatará una guerra contra ti”
Estas palabras se oyen en mi corazón continuamente. Por favor rece por mi...'
Rápidamente se dio cuenta de que la oración era la mejor defensa. En respuesta para ella, Satanás le dio dolores de cabeza violentos con el fin de dificultar el sueño. Su fatiga hizo que orar fuera más difícil, pero ella perseveró:
"Cuántos esfuerzos no hace este miserable para que sea imposible que yo ore. Ayer por la tarde trató de matarme y habría tenido éxito si Jesús no viene rápidamente en mi ayuda. Estaba aterrorizada y mantuve la imagen de Jesús en mi mente..."
En un momento, mientras ella estaba escribiendo una carta, el diablo:
"Le arrebató la pluma de su mano y rompió el papel y luego la arrastró, agarrándola por el pelo con sus brutales garras, con tal violencia que la tumbó de la mesa"
Ella describe otro ataque en uno de sus escritos:
"El demonio se presentó ante mí como un gigante de gran altura y seguía diciéndome:
"Para ti ya no hay más esperanza de la salvación. Tú estás en mis manos"
Le respondí que Dios es misericordioso y por lo tanto no temo nada. Entonces, me dio un duro golpe en la cabeza en un ataque de cólera y dijo:
"¡Maldita seas tú!"
Y luego desapareció. Después me fui a mi habitación a descansar y lo encontré; comenzó de nuevo a golpearme con una cuerda anudada y quería que yo lo escuchara, le dije que no y él me golpeó aún más fuerte, golpeando mi cabeza violentamente contra el suelo. En un momento determinado, vino a mi mente invocar al Padre de Jesús: "Padre Eterno, por medio de la preciosísima sangre de Jesús, líbrame”.
Entonces no sé muy bien lo que pasó. Esa bestia despreciable me arrastró de la cama y me tiró, golpeando mi cabeza contra el suelo con tanta fuerza que me duele todavía. Me quedé sin sentido y permanecí acostada allí hasta que volví en mí, mucho tiempo después. Gracias a Jesús"
Pero ella mantuvo su fe en Jesús, incluso utilizaba el humor contra el diablo. Ella escribió esto a un sacerdote:
"Si usted lo hubiera visto, cuando huyó haciendo caras, habría echado a reír, ¡Él es tan feo! .... Pero Jesús me dijo que no tuviera miedo de él"
4. San Juan María Vianney:
"Es porque puedo convertir
almas al Dios bueno"


San Juan Vianney vivió en Francia en el siglo XIX. Es respetado por su santa obra como sacerdote, es el santo patrón de los sacerdotes. Y también combatió contra el maligno en varias ocasiones.

Una vez, su hermana pasó la noche en su casa adjunta a su iglesia parroquial. Ella se despertó porque escuchaba por sonidos extraños como golpecitos en su pared y mesa, fue a donde San Juan María Vianney, que estaba oyendo confesiones hasta tarde en la noche y él le explicó:
"Oh, hija mía, no deberías haber tenido miedo: Es el “Garfio” (su apodo para Satanás). Él no te puede hacer daño. En cuanto a mí, me atormenta en formas diversas. A veces me agarra por los pies y me arrastra por la habitación. Es porque puedo convertir almas para el buen Dios"
En otro ejemplo, San Juan Vianney estaba oyendo confesiones en la iglesia parroquial cuando alguien le informó de que su dormitorio estaba en llamas. ¿Su respuesta?




"El “Garfio” está muy enojado. No ha podido atrapar el ave, por lo que ha quemado la jaula, es una buena señal. Tendremos muchos pecadores este día"
5. Santa Teresa de Ávila:
"Sus cuernos estaban alrededor
del cuello del sacerdote
mientras celebraba la misa"


Santa Teresa de Ávila era una mística española del siglo XVI y es honrada hoy como Doctora de la Iglesia, por su increíble visión de la vida espiritual. Y en sus oraciones y meditaciones, tuvo regularmente contacto con el diablo. Ella describe:
"Tiene una forma abominable, su boca era horrible. Su cuerpo parecía provenir de una gran llama” En una ocasión “vio con los ojos del alma dos demonios de aspecto horrible que parecían tener sus cuernos alrededor del cuello de un sacerdote mientras celebraba la misa”
Sin embargo, incluso para ella, estas manifestaciones visuales eran raras. Ella escribe:
"Yo casi nunca lo he visto en forma corporal. A menudo lo he visto sin ninguna forma, como en el tipo de visión que he descrito, en el que no se observa la forma, pero sé que está allí”
¿Sus armas contra estas fuerzas del mal?

La oración, la humildad y curiosamente agua bendita, que ella decía por experiencia fue un arma particularmente eficaz.