quinta-feira, 24 de fevereiro de 2011

Vive cada día tu Misa

“El 13 de mayo de 1917, domingo, los tres pastorcitos, después de oír la Santa Misa, guían sus rebaños a COVA DA IRIA, y se siguieron las apariciones.”


La Misa, entendida bien, influye en nuestras actividades cotidianas, formando una cadena de amor: oración, trabajo, comida, sufrimiento, descanso, esparcimiento… Acudamos siempre a Jesús por medio de María Santísima.

Que tu vida sea una hostia…

TU OFRENDA COTIDIANA SEA ESTA:

Padre Celestial, te lo ofrezco todo; me coloco sobre la patena con todo mi ser: con mi alma y mi cuerpo, con mi inteligencia y mi voluntad; te entrego mi persona.
Sobre esa misma patena deposito mis alegrías y penas diarias, mis trabajos con sus fatigas, mis cruces con sus amarguras…
También pongo en esa patena a todos los que amo, a los que me hacen y me han hecho bien, a cuantos se han encomendado a mis oraciones.
POR MEDIO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA…
Uno todos mis deseos, pensamientos, palabras y obras a la ofrenda del mismo Jesús, como holocausto de amor, por la salvación y santificación de las almas religiosas y sacerdotales, y también, por mi propia santificación.

La gota de agua… significa vida humana…

UNIÓN CON CRISTO:
Permíteme, DIos mío, que en el Cáliz, derrame en Jesús , junto con la gota de agua que me representa, los instantes todos de mi vida humana, a fin de que todo quede santificado, divinizado, mezclándose con la Sangre de Cristo, y, por su medio, llegue a la adorable Trinidad.
En ese Cáliz vierto también, y te los ofrezco los sufrimientos de cuantos no te los ofrecen, a fin de que sus vidas y sus dolores se unan a los de Cristo Jesús, que sufrió como ellos y murió por ellos.

CADA DÍA DIRÉ:
Jesús mío, me uno, con las intenciones de tu Sagrado Corazón, a cuantas misas se celebren hoy en el mundo.
Resérvame y aplícame, de cada Misa, una gota de tu Preciosa Sangre, para expiación de mis pecados.
¡Oh Corazón Divino de Jesús, regala a la humanidad numerosos y santos sacerdotes, religiosos y religiosas, a fin de que continúen las obras de tu Redención. Así sea.

EL TESORO POR EXCELENCIA.
La muerte de Nuestro Señor en la Cruz constituye el precioso tesoro que debemos explotar. El Santo Sacrificio de la Misa es la LLAVE, que nos abre ese tesoro. De él podemos extraer todos a manos llenas. La Misa es el centro, el corazón de nuestra religión; es un corazón del cual mana continuamente la gracia, que es inyectada en las venas de la cristiandad, para vivificar a todos los miembros del Cuerpo Místico: la Santa Iglesia.
Una sola Misa logra más de Dios que todas las peregrinaciones y rezos juntos. Las lágrimas y las lamentaciones de la humanidad entera, los ruegos de la Virgen Inmaculada y de todos los Santos no mueven tanto la clemencia divina como una sola Misa.
Una sola Misa da más gloria a DIos que los himnos de todos los hombres; una sola Misa da más gloria a Dios que la Santísima Virgen y toda la Corte celestial.
Una sola Misa testimonia más gratitud a Dios que el agradecimiento que pudieran proporcionarle los corazones de todas las criaturas.
Con una sola Misa se pone de manifiesto una gratitud que ni remotamente pueden igualar la Virgen, los ángeles y los santos juntos.
Una sola Misa aplaca a la Justicia Divina más que los ayunos y austeridades de todos los justos.
Con la Santa Misa tenemos el medio más eficaz para alabar a Dios como Señor y Dueño de todo cuanto existe; para darle gracias por los beneficios; para obtener nuevas gracias y para satisfacer por nuestros pecados.

APROVECHA ESTE TESORO:
-Asistiendo devota y frecuentemente a Misa,
-Haciendo aplicar muchas Misas, ya de petición, ya de acción de gracias;
- Uniéndote con el pensamiento a las Misas, que noche y día se celebran en el mundo;
-Abriendo las puertas del Cielo a tus queridos difuntos, oyendo Misa por ellos, o bien, encargando muchas misas.

(Con licencia eclesiástica)
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FUENTE: Tomado de un folleto de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima. Capital Federal. Mes y año de edición no proporcionado en el mismo.

DE:http://salutarishostia.wordpress.com/2011/01/20/vive-cada-dia-tu-misa/