
MOTU PROPRIO "SUMMORUM PONTIFICUM" 
 CIUDAD DEL VATICANO, 7 JUL 2007 (VIS).-Publicamos  a continuación la traducción en castellano, no oficial, de la Carta  Apostólica "Motu Proprio data", "Summorum Pontificum" de Benedicto XVI,  sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970. El  texto original está escrito en latín.
"Los sumos pontífices hasta  nuestros días se preocuparon constantemente porque la Iglesia de Cristo  ofreciese a la Divina Majestad un culto digno de "alabanza y gloria de  Su nombre" y "del bien de toda su Santa Iglesia". "Desde tiempo  inmemorable, como también para el futuro, es necesario mantener el  principio según el cual, "cada Iglesia particular debe concordar con la  Iglesia universal, no solo en cuanto a la doctrina de la fe y a los  signos sacramentales, sino también respecto a los usos universalmente  aceptados de la ininterrumpida tradición apostólica, que deben  observarse no solo para evitar errores, sino también para transmitir la  integridad de la fe, para que la ley de la oración de la Iglesia  corresponda a su ley de fe". (1) "Entre los pontífices que tuvieron esa  preocupación resalta el nombre de San Gregorio Magno, que hizo todo lo  posible para que a los nuevos pueblos de Europa se transmitiera tanto la  fe católica como los tesoros del culto y de la cultura acumulados por  los romanos en los siglos precedentes. Ordenó que fuera definida y  conservada la forma de la sagrada Liturgia, relativa tanto al Sacrificio  de la Misa como al Oficio Divino, en el modo en que se celebraba en la  Urbe. Promovió con la máxima atención la difusión de los monjes y monjas  que, actuando según la regla de San Benito, siempre junto al anuncio  del Evangelio ejemplificaron con su vida la saludable máxima de la  Regla: "Nada se anticipe a la obra de Dios" (cap.43). De esa forma la  Sagrada Liturgia, celebrada según el uso romano, enriqueció no solamente  la fe y la piedad, sino también la cultura de muchas poblaciones.  Consta efectivamente que la liturgia latina de la Iglesia en sus varias  formas, en todos los siglos de la era cristiana, ha impulsado en la vida  espiritual a numerosos santos y ha reforzado a tantos pueblos en la  virtud de la religión y ha fecundado su piedad". "Muchos otros  pontífices romanos, en el transcurso de los siglos, mostraron particular  solicitud porque la sacra Liturgia manifestase de la forma más eficaz  esta tarea: entre ellos destaca San Pío V, que sostenido de gran celo  pastoral, tras la exhortación de Concilio de Trento, renovó todo el  culto de la Iglesia, revisó la edición de los libros litúrgicos  enmendados y "renovados según la norma de los Padres" y los dio en uso a  la Iglesia Latina" . "Entre los libros litúrgicos del Rito romano  resalta el Misal Romano, que se desarrolló en la ciudad de Roma, y que,  poco a poco, con el transcurso de los siglos, tomó formas que tienen  gran semejanza con las vigentes en tiempos más recientes". "Fue éste el  objetivo que persiguieron los Pontífices Romanos en el curso de los  siguientes siglos, asegurando la actualización o definiendo los ritos y  libros litúrgicos, y después, al inicio de este siglo, emprendiendo una  reforma general"(2). Así actuaron nuestros predecesores Clemente VIII,  Urbano VIII, san Pío X (3), Benedicto XV, Pío XII y el beato Juan XXIII.  LEER...Queridos Hermanos en el Episcopado:
Con gran confianza y esperanza pongo en vuestras manos de Pastores el texto de una nueva Carta Apostólica “Motu Proprio data” sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma efectuada en 1970. El documento es fruto de largas reflexiones, múltiples consultas y de oración.
Noticias y juicios hechos sin información suficiente han creado no poca confusión. Se han dado reacciones muy divergentes, que van desde una aceptación con alegría a una oposición dura, a un proyecto cuyo contenido en realidad no se conocía.
A este documento se contraponían más directamente dos temores, que quisiera afrontar un poco más de cerca en esta carta.
En primer lugar existe el temor de que se menoscabe la Autoridad del Concilio Vaticano II y de que una de sus decisiones esenciales – la reforma litúrgica – se ponga en duda. Este temor es infundado. Al respecto, es necesario afirmar en primer lugar que el Misal, publicado por Pablo VI y reeditado después en dos ediciones sucesivas por Juan Pablo II, obviamente es y permanece la Forma normal – la Forma ordinaria – de la Liturgia Eucarística. La última redacción del Missale Romanum, anterior al Concilio, que fue publicada con la autoridad del Papa Juan XXIII en 1962 y utilizada durante el Concilio, podrá, en cambio, ser utilizada como Forma extraordinaria de la Celebración litúrgica. Non es apropiado hablar de estas dos redacciones del Misal Romano como si fueran “dos Ritos”. Se trata, más bien, de un doble uso del mismo y único Rito.
Por lo que se refiere al uso del Misal de 1962, como Forma extraordinaria de la Liturgia de la Misa, quisiera llamar la atención sobre el hecho de que este Misal no ha sido nunca jurídicamente abrogado y, por consiguiente, en principio, ha quedado siempre permitido.LEER...

 inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!
inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! 