- E senti o espírito
inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)
sábado, 12 de setembro de 2009
Historia del Movimiento Litúrgico IV: Pío XII y la encíclica “Mediator Dei”
por Dom Gregori María
Ya hemos visto, apreciados lectores, las turbias maniobras del episcopado alemán para hacer prevalecer sus tesis. Maniobras denunciadas en su carta pastoral por el Obispo de Friburgo de Brisgovia Mons. Groëber. Pio XII quedó impresionado por esa pastoral e iba a responder a esas inquietudes con dos encíclicas dirigidas a la Iglesia Universal: la Mystici Corporis del 43 y la Mediator Dei del 47 fueron dos enérgicas iniciativas del genio excepcional y de las grandes cualidades del Pastor Angélico. La Mediator Dei es una de las encíclicas más largas que jamás haya salido de la Cancillería Pontificia. Con un discernimiento y una habilidad extraordinarios, el Papa va a retener todo lo que hay de bueno en el Movimiento Litúrgico y a condenar enérgicamente sus desviaciones.
Esta encíclica es admirable, y recomiendo a todos leerla y meditarla. Es una verdadera “Suma Litúrgica”. Un autentico tratado sobre la Divina Liturgia. Tanto es así que son muchos los sacerdotes de una cierta generación, que como yo mismo, en el Seminario la aprendían de memoria siendo el paradigma de todo lo que debíamos aprender, asumir y vivir como sacerdotes con respecto a la Liturgia.
Sólo una pena, y es que esa carta tan hermosa no haya sido acompañada de medidas concretas incluso sanciones. Creyó habérselas con intelectuales un poco extraviados, cuando se trataba, al menos para algunos, de verdaderos dirigentes revolucionarios. ¿Y podía ser de otro modo cuando esos dirigentes eran presentados, sostenidos y animados por influyentes prelados?. El Papa era mal informado y sería traicionado: no se retendría de la encíclica sino los estímulos por la renovación litúrgica y se callaron las numerosas puestas en guardia del documento. Meses más tarde, el 18 de mayo del 48, se creaba una “Comisión Pontificia para la Reforma de la Liturgia” , legítima pero muy inoportunamente. Emprender una reforma de la liturgia en un periodo que era atacada por todas partes por sus peores enemigos era concurrir a la ruina de la liturgia desquiciando su estabilidad ya bien comprometida. Al Papa le faltaba la perspectiva de la Historia para darse cuenta de esa situación, esa perspectiva era casi imposible. ¿Quien podía darse cuenta que debajo de una purpura cardenalicia o de un hábito blanco y negro había un discípulo de Loisy ?. Dom Beuaduin había dado en 1945 la consigna en sus “Normas prácticas para la Reforma Litúrgica” (La Maison-Dieu, ed. du Cerf enero del 45): hacer presentar nuestras demandas por los obispos y los sacrificados miembros de la ACCIÓN CATÓLICA. Se multiplicaron las súplicas a Roma para obtener reformas litúrgicas y suavización de la disciplina sacramental: ayuno, misas vespertinas, reforma de la Semana Santa, introducción de la lengua vernácula para los sacramentos. Las necesidades pastorales eran a menudo reales y Pio XII se creyó con el deber de aceptar esas demandas. Las emprendió con pureza de intención, sin darse cuenta porque no podía ver quien estaba detrás: las desiderata presentadas por el cardenal Bertram eran elaboradas por Beauduin: ese era el complot. Para el Papa se trataban de concesiones legítimas a las exigencias de la salud y de la vida moderna, mientras que para los “neoliturgos” eran las primeras etapas del “cambio”.
Vamos a encontrar exactamente esos mismos elementos en la Reforma de la Semana Santa. A partir de 1946 y 1947 el C.P.L. francés multiplicaron sus actividades y publicaciones con el fin de HACER PARTICIPAR a los fieles en las ceremonias de la Semana Santa, Ceremonias INTERMINABLES, A HORAS INDEBIDAS, ante una ASAMBLEA IRRISORIA DE FIELES. Una vez más un motivo pastoral fue el que hizo actuar a Pio XII: que los fieles puedan asistir en gran número a las más grandes ceremonias de la liturgia. En el 51 se autorizó el cambio de horarios del Sábado Santo, en el 53 se confió a la Comisión el encargo de restaurar los Oficios de Semana Santa, concluidos en el 55. Pero no se restauraron sólo los horarios con el fin de facilitar la frecuentación de los fieles: SE HICIERON PASAR EN LOS RITOS LOS DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS y sus concepciones de la Liturgia. Los “expertos” utilizaron esta reforma como un “banco de pruebas”: comprobando el éxito lo extenderán a toda la liturgia. Así, esas modificaciones de los Ritos fueron extendidas a toda la liturgia en la Reforma promulgada por Juan XXIII en 1960. Son reformas de una perfecta ortodoxia pero que constituyen la primera etapa de una revolución: la autodemolición de la Liturgia Romana.
La muerte de Pio XII fue recibida con alegría delirante por los descarriados del Movimiento: la ortodoxia implacable que el Papa había mantenido en las Reformas no era de su gusto. Hacía falta un Papa que comprendiera el problema del ecumenismo.
Beauduin y Roncalli eran amigos desde 1924 y en 1944 es enviado como nuncio a Paris donde permanecerá hasta el 53, en esa época se reencontraron y no dejaron de tratarse. Beauduin conocía muy bien a Roncalli, sabía desde su ascenso al solio pontificio que él consagraría sus esfuerzos al ecumenismo y que convocaría un concilio que hiciera la síntesis del MOVIMIENTO ECUMÉNICO con el MOVIMIENTO LITÚRGICO.
Pero la hora del Concilio aún no había llegado, Juan XXIII quería terminar la obra de su predecesor y extender sus conclusiones a toda la liturgia, por eso esa Reforma del 60-61 es en realidad la conclusión de las Reformas de Pio XII. Pese a algunas dolorosas desapariciones y alguna que otra torpeza, la liturgia católica permanece en ella sustancialmente sin cambios. El GRAN ERROR DE JUAN XXIII será el de confiar al CONCILIO la reestructuración de los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA LITURGIA. A partir de ese momento, las reformas estarán animadas por una CONCEPCIÓN NUEVA DE LA LITURGIA. Concepción contenida y dominada por la vigilante ortodoxia de Pio XII.
Todas esas reformas preconciliares nos parecen hoy bien superadas y olvidadas, en comparación con las que vinieron con el Concilio y el Post- Concilio, pero no habría que olvidar que esas primeras reformas causaron ya una considerable perturbación de los fieles. ¿La excusa?: EL REJUVENECIMIENTO DE LAS IGLESIAS. ¿El programa?: HACERNOS VOLVER A UNA IGLESIA PRIMITIVA (concebida de manera falsa y muy protestantizada), NEGANDO QUINCE SIGLOS DE VIDA DE LA IGLESIA. En 1960 el Movimiento Litúrgico descarriado ha ganado ya muchas batallas, pero no ha ganado todavía la guerra. Juan XXIII ha anunciado que la reunión del Concilio Ecuménico tratará, entre otros, los principios de la Reforma Litúrgica.
Ese Concilio, según la expresión del cardenal SUENENS, que no mía, será “EL 1789 EN LA IGLESIA”
Fuente: El fiador: Historia de un colapso – http://www.germinansgerminabit.org/
12 de Septiembre, Festividad del Dulce Nombre de María


:
“Cuore semplice e riservato”. Don Alessandro Galeotti parla di Ratzinger e dei Suoi scritti.


di Elisa Manieri
L'Editore Cantagalli ha pubblicato recentemente una raccolta di scritti del Cardinal Joseph Ratzinger sulla liturgia dal titolo “Davanti al Protagonista”. Per tracciare le fila del percorso spirituale che ha portato Sua Santità Benedetto XVI a regalare al lettore, ancora una volta, una visione dell’assoluta bellezza di Cristo, abbiamo intervistato Don Alessandro Galeotti, Direttore della collana Strumenti per la Riforma. Don Alessandro sottolinea il significato della riflessione liturgica dell’Autore, che in questo libro “sonda la profondità della domanda umana e la tenera maternità della Chiesa” non sfuggendo alle critiche ma affrontandole “con un coraggio che i più troveranno impensabile, tanto è vero che il primo testo della raccolta definisce la Chiesa come una Compagnia che ha necessità di riforma, sempre e in profondità”.
Di cosa parla Sua Santità Benedetto XVI, nel nuovo volume pubblicato dalle Edizioni Cantagalli?
“Il volume “Davanti al Protagonista” raccoglie scritti ed interventi del cardinal Joseph Ratzinger sulla Chiesa e sulla liturgia. È un percorso che, come sempre fa il papa, non parte da luoghi comuni e non si afferma grazie al consenso, ma entra, con la profonda semplicità tipica dell’Autore, nella natura dell’argomento. Ovviamente quando si parla di liturgia, non si può dimenticare che essa ha una duplice fonte: il senso religioso dell’uomo, che attinge all’esperienza elementare di desiderio, e la tradizione potente della Chiesa che viene incontro alla nostra libertà abbracciandola”.
Spesso definite letture complicate, affini alla filosofia e alla teologia, cosa significa secondo lei, leggere i testi scritti dal Papa?
“La realtà in genere smaschera i luoghi comuni. Gli scritti del professor Ratzinger prima, poi del cardinale e infine di Benedetto XVI non sono mai “complicati”: il cuore semplice di un uomo riservato, ma sensibile al bello e al dramma dell’uomo, avendo attraversato anche epoche tragiche come il secondo conflitto mondiale, parla proprio per essere compreso, con una semplicità e un’apertura di speranza impressionanti. La filosofia e la teologia in fondo sono l’esperienza normale delle nostre giornate: di fronte alla nascita di un figlio, alla morte di un amico, alla estenuante quotidianità o al contraccolpo, di fronte agli occhi della donna amata, ogni uomo fa filosofia e teologia, si interroga sul proprio Destino, sul proprio significato. È quello che la banalizzazione del quotidiano tenta di farci dimenticare, ma che risulta insopprimibile. Ratzinger ha una lettura chiara, che non parte da dogmatismi, ma proprio dall’esperienza elementare di ciascuno”.
Come Direttore di una collana religiosa, in base a quali parametri sceglie i testi da editare?
“La caratteristica dell’epoca contemporanea è quella della confusione: dentro e fuori la Chiesa, nella cellula familiare come in un orizzonte più ampio, quello sociale, e quello delle relazioni tra culture che oggi inesorabilmente si incontrano, a livello globale. A questa confusione si cerca di rispondere inventandosi una solidità che non si riesce a ritrovare e creando una irenica tensione ad un futuro senza radici, parlando di progresso, ma senza mai definire una meta (mi viene in mente la celeberrima battuta di un film con Totò e De Filippo: “per andare dove dobbiamo andare, per dove dobbiamo andare?”). Da qualche decennio anche nella Chiesa si è affermata la stessa dinamica, cercando un progresso per se stesso, proprio mentre si cercava di cancellare le radici della Tradizione che ci ha generato, avendo come oggetto un uomo perfetto, che non esiste, obliando la stanchezza e il limite del singolo e della comunità. E così gli uomini entrano in chiesa e non trovano Dio, ma un bel discorso sociologico, spiritualista o moralista, che non interessa il cuore, né aggiunge nulla alla congerie di informazioni che già ci piovono addosso. La collana “Strumenti per la Riforma” nasce proprio da questa necessità di sviluppare una riflessione sul cuore dell’esperienza cristiana: Cristo che si è fatto uomo per farci incontrare il Padre. Non è venuto a risolvere i problemi, ma il dramma umano. Parafrasando un celebre libro (“Il dramma dell’umanesimo ateo”), credo ci si trovi davanti alla “farsa di un Cristianesimo ateo”. Ma negli ultimi decenni sono sorti autori che impongono una seria riflessione sul fatto liturgico, riflessione che dopo il Concilio non fu affrontata imponendo un cambiamento (che era necessario), ma che si è rivelato ideologico e devastante”.
Quanto è importante leggere nella cultura cattolica?
“Uno degli strumenti per cui si afferma una cultura e si tramanda con speranza è proprio la lettura. Purtroppo oggi la cultura cattolica è nel popolo una chimera: allo studio e all’acribia nella riflessione, si è sostituita la discussione. Certo, è sempre più evidente una domanda di ‘sacro’ nelle librerie. In fondo è una domanda di verità su se stessi, che a volte però ottiene solo risposte volgari”.
Editate testi religiosi non legati al Cristianesimo?
“L’editrice ha evidentemente una consuetudine cattolica, ma questo non vuol dire necessariamente sacra o religiosa, ma propriamente universale: ci interessa l’uomo. Crediamo che la modalità più intelligente e appassionata per questo sguardo sia proprio quello della Chiesa cattolica. Ma parliamo a questo uomo e in questa società, per esempio, ha avuto un ottimo successo un piccolo testo sul dr. House, vero fenomeno delle fiction di questi anni”.
fonte:rinascimento sacro |
“Cuore semplice e riservato”. Don Alessandro Galeotti parla di Ratzinger e dei Suoi scritti.

di Elisa Manieri
L'Editore Cantagalli ha pubblicato recentemente una raccolta di scritti del Cardinal Joseph Ratzinger sulla liturgia dal titolo “Davanti al Protagonista”. Per tracciare le fila del percorso spirituale che ha portato Sua Santità Benedetto XVI a regalare al lettore, ancora una volta, una visione dell’assoluta bellezza di Cristo, abbiamo intervistato Don Alessandro Galeotti, Direttore della collana Strumenti per la Riforma. Don Alessandro sottolinea il significato della riflessione liturgica dell’Autore, che in questo libro “sonda la profondità della domanda umana e la tenera maternità della Chiesa” non sfuggendo alle critiche ma affrontandole “con un coraggio che i più troveranno impensabile, tanto è vero che il primo testo della raccolta definisce la Chiesa come una Compagnia che ha necessità di riforma, sempre e in profondità”.
Di cosa parla Sua Santità Benedetto XVI, nel nuovo volume pubblicato dalle Edizioni Cantagalli?
“Il volume “Davanti al Protagonista” raccoglie scritti ed interventi del cardinal Joseph Ratzinger sulla Chiesa e sulla liturgia. È un percorso che, come sempre fa il papa, non parte da luoghi comuni e non si afferma grazie al consenso, ma entra, con la profonda semplicità tipica dell’Autore, nella natura dell’argomento. Ovviamente quando si parla di liturgia, non si può dimenticare che essa ha una duplice fonte: il senso religioso dell’uomo, che attinge all’esperienza elementare di desiderio, e la tradizione potente della Chiesa che viene incontro alla nostra libertà abbracciandola”.
Spesso definite letture complicate, affini alla filosofia e alla teologia, cosa significa secondo lei, leggere i testi scritti dal Papa?
“La realtà in genere smaschera i luoghi comuni. Gli scritti del professor Ratzinger prima, poi del cardinale e infine di Benedetto XVI non sono mai “complicati”: il cuore semplice di un uomo riservato, ma sensibile al bello e al dramma dell’uomo, avendo attraversato anche epoche tragiche come il secondo conflitto mondiale, parla proprio per essere compreso, con una semplicità e un’apertura di speranza impressionanti. La filosofia e la teologia in fondo sono l’esperienza normale delle nostre giornate: di fronte alla nascita di un figlio, alla morte di un amico, alla estenuante quotidianità o al contraccolpo, di fronte agli occhi della donna amata, ogni uomo fa filosofia e teologia, si interroga sul proprio Destino, sul proprio significato. È quello che la banalizzazione del quotidiano tenta di farci dimenticare, ma che risulta insopprimibile. Ratzinger ha una lettura chiara, che non parte da dogmatismi, ma proprio dall’esperienza elementare di ciascuno”.
Come Direttore di una collana religiosa, in base a quali parametri sceglie i testi da editare?
“La caratteristica dell’epoca contemporanea è quella della confusione: dentro e fuori la Chiesa, nella cellula familiare come in un orizzonte più ampio, quello sociale, e quello delle relazioni tra culture che oggi inesorabilmente si incontrano, a livello globale. A questa confusione si cerca di rispondere inventandosi una solidità che non si riesce a ritrovare e creando una irenica tensione ad un futuro senza radici, parlando di progresso, ma senza mai definire una meta (mi viene in mente la celeberrima battuta di un film con Totò e De Filippo: “per andare dove dobbiamo andare, per dove dobbiamo andare?”). Da qualche decennio anche nella Chiesa si è affermata la stessa dinamica, cercando un progresso per se stesso, proprio mentre si cercava di cancellare le radici della Tradizione che ci ha generato, avendo come oggetto un uomo perfetto, che non esiste, obliando la stanchezza e il limite del singolo e della comunità. E così gli uomini entrano in chiesa e non trovano Dio, ma un bel discorso sociologico, spiritualista o moralista, che non interessa il cuore, né aggiunge nulla alla congerie di informazioni che già ci piovono addosso. La collana “Strumenti per la Riforma” nasce proprio da questa necessità di sviluppare una riflessione sul cuore dell’esperienza cristiana: Cristo che si è fatto uomo per farci incontrare il Padre. Non è venuto a risolvere i problemi, ma il dramma umano. Parafrasando un celebre libro (“Il dramma dell’umanesimo ateo”), credo ci si trovi davanti alla “farsa di un Cristianesimo ateo”. Ma negli ultimi decenni sono sorti autori che impongono una seria riflessione sul fatto liturgico, riflessione che dopo il Concilio non fu affrontata imponendo un cambiamento (che era necessario), ma che si è rivelato ideologico e devastante”.
Quanto è importante leggere nella cultura cattolica?
“Uno degli strumenti per cui si afferma una cultura e si tramanda con speranza è proprio la lettura. Purtroppo oggi la cultura cattolica è nel popolo una chimera: allo studio e all’acribia nella riflessione, si è sostituita la discussione. Certo, è sempre più evidente una domanda di ‘sacro’ nelle librerie. In fondo è una domanda di verità su se stessi, che a volte però ottiene solo risposte volgari”.
Editate testi religiosi non legati al Cristianesimo?
“L’editrice ha evidentemente una consuetudine cattolica, ma questo non vuol dire necessariamente sacra o religiosa, ma propriamente universale: ci interessa l’uomo. Crediamo che la modalità più intelligente e appassionata per questo sguardo sia proprio quello della Chiesa cattolica. Ma parliamo a questo uomo e in questa società, per esempio, ha avuto un ottimo successo un piccolo testo sul dr. House, vero fenomeno delle fiction di questi anni”.
fonte:rinascimento sacro |
La riforma della riforma è in marcia
La Congregazione per il Culto Divino ha rifiutato di commentare ulteriormente circa le informazioni che il Vaticano sta studiando una 'riforma della riforma' della liturgia, ma una pronunzia ufficiale sulla materia è attesa a breve.
Un funzionario ha riferito al Register questa mattina che "ogni cosa è in corso di studio e sta procedendo", ma ha aggiunto di non poter dire di più finché il card. Antonio Llovera Cañizares, Prefetto della Congregazione, o la Sala Stampa della S. Sede, non emanino una dichiarazione ufficiale.
Alla fine di agosto il vaticanista veterano Andrea Tornielli ha riferito che cardinali e vescovi della Congregazione per il Culto Divino avevano votato quasi unanimemente alla loro plenaria di marzo 'in favore' di 30 proposte volte ad incrementare la riverenza nella liturgia.
Tornielli ha detto che i vescovi hanno riaffermato l'importanza di ricevere la comunione sulla lingua piuttosto che in mano e che il card. Canizares stava studiando la possibilità di 'recuperare' la pratica di celebrare Messa con il prete rivolto ad oriente. Comunque, ci sono voci confliggenti circa il fatto che queste due ultime proposte fossero incluse nelle proposte che Tornielli ha riferito siano state consegnate a Papa Benedetto XVI il 4 aprile.
Il vicedirettore della Sala Stampa vaticana, il Padre passionista Ciro Benedettini, ha sminuito il rapporto di Tornielli, dicendo che non ci sono “proposte istituzionali esistenti circa una modifica dei libri liturgici attualmente in uso”. Comunque, Tornielli ha confermato la sua versione, aggiungendo che non aveva parlato di 'proposte istituzionali', ma aveva riferito invece che un periodo di 'studi era iniziato' su quello che porterà ad una riforma a lungo termine dopo moltissime consultazioni.
L'assenza di chiarezza su questa questione è in parte dovuta all'assenza dei capi dicastero, specialmente il card. Cañizares, che è in vacanza e tornerà a Roma più avanti in questo mese. Anche il nuovo Segretario della Congregazione per il Culto Divino, l'arcivescovo americano Augustine Di Noia, è stato appena nominato e non è preparato al momento a commentare in luogo del cardinale.
“Stiamo aspettando che il cardinale torni alla fine del mese”, ha detto il funzionario della Congregazione. “Ci sarà una pronunzia della Sala Stampa o dello stesso cardinale”.
fonte:messainlatino.it
La riforma della riforma è in marcia
La Congregazione per il Culto Divino ha rifiutato di commentare ulteriormente circa le informazioni che il Vaticano sta studiando una 'riforma della riforma' della liturgia, ma una pronunzia ufficiale sulla materia è attesa a breve.
Un funzionario ha riferito al Register questa mattina che "ogni cosa è in corso di studio e sta procedendo", ma ha aggiunto di non poter dire di più finché il card. Antonio Llovera Cañizares, Prefetto della Congregazione, o la Sala Stampa della S. Sede, non emanino una dichiarazione ufficiale.
Alla fine di agosto il vaticanista veterano Andrea Tornielli ha riferito che cardinali e vescovi della Congregazione per il Culto Divino avevano votato quasi unanimemente alla loro plenaria di marzo 'in favore' di 30 proposte volte ad incrementare la riverenza nella liturgia.
Tornielli ha detto che i vescovi hanno riaffermato l'importanza di ricevere la comunione sulla lingua piuttosto che in mano e che il card. Canizares stava studiando la possibilità di 'recuperare' la pratica di celebrare Messa con il prete rivolto ad oriente. Comunque, ci sono voci confliggenti circa il fatto che queste due ultime proposte fossero incluse nelle proposte che Tornielli ha riferito siano state consegnate a Papa Benedetto XVI il 4 aprile.
Il vicedirettore della Sala Stampa vaticana, il Padre passionista Ciro Benedettini, ha sminuito il rapporto di Tornielli, dicendo che non ci sono “proposte istituzionali esistenti circa una modifica dei libri liturgici attualmente in uso”. Comunque, Tornielli ha confermato la sua versione, aggiungendo che non aveva parlato di 'proposte istituzionali', ma aveva riferito invece che un periodo di 'studi era iniziato' su quello che porterà ad una riforma a lungo termine dopo moltissime consultazioni.
L'assenza di chiarezza su questa questione è in parte dovuta all'assenza dei capi dicastero, specialmente il card. Cañizares, che è in vacanza e tornerà a Roma più avanti in questo mese. Anche il nuovo Segretario della Congregazione per il Culto Divino, l'arcivescovo americano Augustine Di Noia, è stato appena nominato e non è preparato al momento a commentare in luogo del cardinale.
“Stiamo aspettando che il cardinale torni alla fine del mese”, ha detto il funzionario della Congregazione. “Ci sarà una pronunzia della Sala Stampa o dello stesso cardinale”.
fonte:messainlatino.it
sexta-feira, 11 de setembro de 2009
Messa tridentina, il richiamo del Culto Divino e della Disciplina dei Sacramenti
di Bruno Volpe
CITTA’ DEL VATICANO – Il clero ad ogni livello obbedisca al Papa: e' la parte centrale del messaggio di Monsignor Albert Malcolm Ranjith Patabendige, ex-segretario per
Eccellenza, che accoglienza ha avuto il Motu Proprio di Benedetto XVI che ha liberalizzato
"Vi sono state reazioni positive e, inutile negarlo, critiche e prese di posizione contrarie, anche da parte di teologi, liturgisti, sacerdoti, Vescovi e persino Cardinali. Francamente, non comprendo queste forme di allontanamento e, perche' no?, di ribellione al Papa. Invito tutti, soprattutto i Pastori, ad obbedire al Papa, che e' il successore di Pietro. I Vescovi, in particolare, hanno giurato fedelta' al Pontefice: siano coerenti e fedeli al loro impegno".
A Suo, avviso, a cosa si devono queste manifestazioni contrarie al Motu Proprio?
"Lei sa che ci sono stati, da parte di alcune Diocesi, anche documenti interpretativi che mirano inspiegabilmente a limitare il Motu Proprio del Papa. Dietro queste azioni si nascondono da una parte pregiudizi di tipo ideologico e dall’altra l'orgoglio, uno dei peccati piu' gravi. Ripeto: invito tutti ad obbedire al Papa. Se il Santo Padre ha ritenuto di dover emettere il Motu Proprio, ha avuto le sue ragioni che io condivido in pieno".
La liberalizzazione del rito tridentino decisa da Benedetto XVI è parsa come il giusto rimedio ai tanti abusi liturgici registrati tristemente dopo il Concilio Vaticano II con il ‘Novus Ordo’…
"Guardi, io non voglio criticare il ‘Novus Ordo’. Pero' mi viene da ridere quando sento dire, anche da amici, che in una parrocchia un sacerdote e' Santo per l’omelia o per come parla.
Monsignor Patabendige,
"Vero. Esistono tanti documenti, che pero' spiacevolmente sono rimasti lettera morta, finiti negli scaffali polverosi o, peggio ancora, nel cestino dei rifiuti".
Un altro punto: molte volte si assiste ad omelie lunghissime...
"Anche questo e' un abuso. Sono contrario a balli e agli applausi nel corso delle Messe, che non sono un circo ne' uno stadio. In quanto alle omelie, esse devono riguardare, come ha sottolineato il Papa, esclusivamente l'aspetto catechetico evitando sociologismi e chiacchiere inutili. Ad esempio, spesso i sacerdoti la buttano sul politico perche' non hanno preparato bene l’omelia, che invece deve essere scrupolosamente studiata. Un’omelia eccessivamente lunga e' sinonimo di scarsa preparazione: il tempo giusto di una predica deve essere di 10 minuti, al massimo 15. Ci si deve rendere conto che Il momento culminante della celebrazione e' il mistero Eucaristico, senza con ciò voler sminuire la liturgia della Parola ma chiarire come va applicata una corretta liturgia".
Tornando al Motu Proprio, qualcuno critica l’impiego del latino durante
"Il rito tridentino fa parte della tradizione della Chiesa. Il Papa ha doverosamente spiegato le ragioni del suo provvedimento, un atto di liberta' e di giustizia verso i tradizionalisti. In quanto al latino, vorrei sottolineare che non e' mai stato abolito, ed in piu' garantisce l’universalita' della Chiesa. Ma lo ripeto: invito sacerdoti, Vescovi e Cardinali all’obbedienza, lasciando da parte ogni tipo di orgoglio o pregiudizio".
Ad Orientem up North: "They now prefer it"
Good news from a priest-friend, Fr. Mitchell Beachey, on the issue of ad orientem. I have spoken of him and his liturgical endeavours here before on a few occasions. He has been busy working at restoring the liturgical orientation of his churches through, not only the Benedictine arrangement of the altar, but also through the use of ad orientem liturgicum -- amongst his other liturgical pursuits, including the usus antiquior.
Just this evening he gave me an update on one of his parishes where he began celebrating ad orientem at the beginning of Advent. His intention was to do this solely for Advent and Christmas and then return to the Benedictine arrangement, but what should transpire but this:
I have been celebrating ad orientem since Advent. I was going to stop after Christmas, but they now prefer it [ad orientem].
And so, this parish church will now just continue on, from henceforth, with the celebration of the Mass ad orientem. Needless to say, this is a marvellous and gratifying thing.
(Fr. Beachey celebrating the modern liturgy ad orientem liturgicum)
There is something very pertinent in this account.
Evidently there must always be some preparation and catechesis and there must also be prudence employed when dealing in these matters -- and indeed, situations can vary from place to place, and this must be earnestly taken into account -- but perhaps this report is a reminder of what these things, in combination with a little bit of pioneering spirit, can accomplish. It is perhaps also a reminder that the faithful themselves should not be underestimated in their ability to receive that catechesis and come to appreciate our venerable liturgical tradition.
Speaking of pioneering spirit, some of you may also recall a story I told you of, of another priest-friend, Fr. Paul Nicholson, who celebrated his first Mass in the usus antiquior on Christmas morning:
NLM readers will be happy to know that, as of today, Fr. Nicholson has now begun offering Mass in the usus antiquior on a weekly Sunday basis.
[As always, priests who are instituting ad orientem, the Benedictine arrangement, other elements of the reform of the reform, or the usus antiquior, are invited to send in your news and photos to the NLM. Do know that your stories help to encourage your brother priests -- and future priests -- to go and do likewise, and you also help give the faithful a sense of consolation.]
fonte:new liturgical movement
Maranathá Italia dirige una carta al Papa Benedicto XVI en la que denuncia la actuación de algunos obispos y sacerdotes tras el Motu Proprio Summorum
![]() Lettera aperta di con filiale devozione |
Versión en español, traducido por Mons. Dr. Gustavo Enrique Podestá |
Beatísimo Padre.
Escribimos humildemente a Su Santidad con el deseo de hacerle conocer lo que estamos viviendo en lo hondo de nuestro corazón.
Antes que nada sentimos la necesidad de expresarle nuestro agradecimiento por las enseñanzas que Su Santidad ha prodigado en las Audiencias, Homilías, Cartas y Encíclicas que desde hace años acompañan nuestro crecimiento espiritual. Esto nos ha asegurado ‑y creemos que a toda la Iglesia‑ un enorme provecho, especialmente en estos tiempos de profunda crisis.
Las enseñanzas de S. S. representan verdaderamente una liberación del horror espiritual de los tiempos modernos, un refugio firme y un alimento seguro para el alma, después de haber sido adoctrinados con tanta engañosa sabiduría y tantas interpretaciones personales erigidas en falsos dogmas.
Gracias a Su Santidad está comenzando a encontrar remedio el malestar espiritual que venía anidándose, desde hace años, en la Iglesia. Malestar que hemos percibido con gran dolor. Malestar debido a la confusión entre lo verdadero y lo falso, lo justo y lo erróneo, cada vez más difíciles de distinguir y percibidos con menos nitidez, aún por los mismos pastores.
Desgraciadamente, empero, queremos comunicar a Su Santidad lo que en verdad nos preocupa, algo que hemos experimentado al día siguiente del 7 de Julio del 2007 en la sencillez de una cotidiana vida de parroquia. En particular, queremos poner en conocimiento de Su Santidad lo que ha sido nuestra vida, como la de tantos otros, después del Motu Proprio ‘Summorum Pontificum’.
Gracias a este documento y a la sensibilidad litúrgica de Su Santidad, (cercana al corazón de quienes, como nosotros, no ve ningún “mal” en la expresión litúrgica de la fe que ha alimentado a tantos santos en tantos siglos de vida de la Iglesia) hemos obtenido, no sin muchos sacrificios, sufrimientos y humillaciones por parte de nuestro Obispo, la celebración de la Santa Misa de siempre en un oratorio externo a nuestra parroquia.
El gozo de descubrir la Santa Misa amada por nuestros padres ‑que la creían eliminada para siempre‑, se ha empañado con la gran desilusión de constatar que esta Santa Liturgia no ha encontrado lugar dentro de nuestra amadísima comunidad parroquial.
En el Art. 5 § 1 de Su Motu Proprio ‘Summorum Pontificum’, Usted, Su Santidad, ha hecho un gran don a toda la Iglesia, reafirmando la importancia y la centralidad de la parroquia y de la comunidad parroquial unida ‘en’ y ‘por medio de’ la liturgia. Algo que desde hace años, en justicia, se exigía que fuera aclarado.
Ha dicho, allí, claramente, que la tradición litúrgica de 20 siglos no ha sido “excomulgada”, sino que siempre ha sido válida, lícita, legítima y santificante. ‘Summorum Pontificum’ fue verdaderamente un gran acto de justicia.
La extraordinaria grandeza de este documento, creemos, reside en el hecho de que por fin la Misa de siempre ha querido ser devuelta a la vida parroquial de todos los días y no se ve más relegada sólo a las ‘manos’ privadas de asociaciones ‑que merecen ciertamente aplauso por haber conservado este tesoro‑.
Porque la verdadera Tradición no reside tan solo en palabras y gestos codificados en la antigüedad y transmitidos por la Iglesia durante siglos.
La tradición es también el vínculo de la propia sangre con el propio suelo. Las raíces que se hunden en la propia comunidad. Es allí donde se experimenta verdaderamente el sentido místico de la tradición. No una ley o un rito, sino una comunidad de espíritus, unidos y vivientes, que ni siquiera la muerte ha tenido el poder de separar.
En la parroquia nuestros antepasados, nuestros padres y nuestros descendientes, todos, están unidos espiritualmente a nosotros, como un solo pueblo, vivo y reunido frente al Sacrificio de Cristo. Éste es el sentido de la así llamada “Iglesia local” que hacemos nuestro.
Pero ¡qué tristeza constatar que se nos ha impuesto una opción trágica: elegir si mantener nuestras raíces, pero humillar nuestra sensibilidad litúrgica o, por el contrario, alimentar esta sensibilidad, pero erradicando nuestro vínculo con la parroquia, obligándonos a transformarnos en fugitivos, exiliados, relegados a una capilla, sin párroco, sin una verdadera y propia cura de almas!
Frecuentemente estas capillas son ‘centros de Misa’ que reúnen personas de todas partes. Todos en fuga de sus respectivas parroquias y que no tienen manera de santificarse, así, del mismo modo que lo harían accediendo a la fuente de la Tradición en el lugar donde tiene más sentido que ella se manifieste.
Esta exclusión de la vida comunitaria y parroquial es una verdadera ‘guetización’ y es la auténtica causa de esta división no querida, sino padecida.
Casi como si la Tradición fuera una enfermedad infecciosa que debiera mantenerse a distancia para evitar el contagio de los católicos aún indemnes. ¡Cuánto querríamos poder participar de la Santa Misa de siempre celebrada por nuestro párroco, en nuestra parroquia, del mismo modo en que escuchamos la Santa Misa en su sacrosanta Forma Ordinaria!
¡Y sin embargo ha sido arrinconada lejos, cual si se tratara de un subproducto de la liturgia católica, de dignidad inferior, y merecedora de ser frecuentada sólo por católicos de inferior dignidad!
Sin hablar de los muchos problemas que han comenzado a precipitarse sobre nosotros desde que pusimos a disposición de los sacerdotes de todo el mundo el ‘Misal Romano’ del Beato Papa Juan XXIII con las explicaciones y comentarios espirituales ligados a los ritos de la Santa Misa. Inconvenientes de toda índole y padecimientos, tanto en la comunidad parroquial como en nuestra Diócesis.
Son incontables los agravios que día a día nos toca sufrir, las burlas antes desconocidas, las hostilidades y reacciones ‑a veces destempladas y de auténtica mala educación‑ por parte de sacerdotes. Sea por estar definitivamente en contra de celebrar la Santa Misa en lo que, según ellos, –y menospreciando el parecer de Su Santidad– es una forma obsoleta y anticuada, o porque en la Diócesis no hay nadie que esté dispuesto en lo más mínimo a enseñarles este ‘ars celebrandi’.
En la práctica, como si nuestro amor por la Sacrosanta Liturgia de siempre (que ha acompañado en todo momento de modo armónico y nunca polémico a la Sacrosanta Liturgia conciliar) y nuestra obediencia a Su Motu Proprio invitándonos a aprovechar los tesoros del culto tradicional, en lugar de ser apreciada por el clero como una manifestación de espíritu cristiano, representara algo vil, sucio, impuro.
¡Nos sentimos, por nuestra fidelidad a Su Santidad y a Cristo, como si fuésemos apestados, mantenidos a prudente distancia y maltratados!
Hay momentos en que los pastores nos hacen sentir fuera de la comunidad parroquial ‑y, aún más, fuera de la Iglesia‑ con sus continuas acusaciones, críticas y agravios. Si no participásemos de la Misa de siempre, estas personas se cuidarían bien de señalarnos con tanta maldad.
El resultado es que ‘ahora’, gracias a estas continuas y sutiles persecuciones, somos nosotros quienes nos sentimos, a pesar nuestro, lejos de la Iglesia. Sentimos con vivo dolor que nuestra Madre Iglesia nos ha echado de casa, dado la espalda, humillado. ¡El vacío que experimentamos es terrible!
Es decir, sufrimos dolor al constatar que muchos sacerdotes y muchos obispos interpretan la Fe Católica (la nuestra) y la Divina Liturgia (la nuestra) que es la expresión final de esa Fe, no en ‘continuidad’ con su bimilenaria Tradición (como Su Santidad ha explicado más de una vez), sino en abierta e incurable ‘ruptura’ con ella, haciendo de esto, incluso, una bandera que ha de mostrarse audazmente al mundo.
Resulta tremendo experimentar todos los días, tangiblemente, que en la mismísima Iglesia es imposible tener la libertad de adherir plenamente a todo cuanto el Magisterio enseña, sin sufrir motetes y sarcasmos.
Esto es sencillamente absurdo. Somos simplemente católicos, hijos de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, obedientes al Vicario de Cristo y a sus leyes, fieles a su enseñanza y deseosos de participar en el mismo Sacrificio de Cristo, que tiene lugar tanto bajo la Forma Ordinaria y moderna como bajo la Extraordinaria y más antigua de la única Misa Católica.
Sentimos que nos han dejado solos, a merced de gente que nos detesta, puesto que, desde que el Motu Proprio fue promulgado, su aplicación ha sido obstaculizada constantemente y en todas partes. En algunos casos, incluso, arbitrariamente impedida con amenazas, prepotencia, injurias, venganzas, sea para con nosotros los laicos, sea, sobre todo, contra aquellos sacerdotes dispuestos a ofrecer esta Misa al pueblo de Dios.
No se han tomado medidas realmente eficaces para que, en nuestra Iglesia Católica, sea permitida la pacífica convivencia de las dos formas del mismo Sacrificio, con el consiguiente enriquecimiento mutuo.
Antes que recibir esta avalancha de insultos y humillaciones de parte de cristianos e, inclusive, de parte de los mismos pastores que deberían precedernos en la obediencia a Su Santidad, preferiríamos, casi, retornar a las catacumbas, donde, sin embargo, los cristianos eran verdaderamente hermanos y los enemigos tenían rasgos fácilmente identificables. Aquella Iglesia humilde y oculta aparecía más unida y fiel que la de hoy, desgarrada en su interior por corrientes, facciones, interpretaciones contrastantes, religiosas o no, independiente y malévolamente fantasiosas.
De los continuos testimonios que el sitio web registra desde hace meses, podemos afirmar que estamos seguros de que esta experiencia que vivimos no es un caso aislado.
Hemos optado por hacer pública nuestra sentida carta, que humildemente hemos decidido presentar a Su Santidad, para reunir también espiritualmente las invocaciones y sufrimientos de muchos otros católicos que se hallan en nuestra misma condición y han sufrido los mismos vejámenes y humillaciones.
Queremos que Su Santidad esté al tanto de esta realidad. Asimismo queremos que los fieles que no conocen la Tradición Litúrgica de la Iglesia, se den cuenta de que, en el estado actual, existen graves problemas para la coexistencia pacífica en el interior de la catolicidad. Y no, ciertamente, por culpa de aquellos que aman la Tradición.
Imploramos a Su Santidad, de todo corazón, tomar las medidas adecuadas que solo Vd. es capaz de implementar, para que el Motu Proprio ‘Summorum Pontificum’ sea aplicado en las parroquias.
Que Su Santidad nos ayude a poder alcanzar esos frutos de santificación en nuestra comunidad parroquial, con naturalidad y sencillez, sin indebidas discriminaciones. Permita a los fieles poder elegir de verdad, sin tener que afrontar consecuencias negativas, humillaciones y costos gravosos.
Estamos seguros de que a esta súplica se unen las de tantos hermanos que, en Italia y en el mundo, experimentan el mismo dolor, pero que muchas veces no tienen voz para poder expresar su malestar. Lo suplicamos a Su Santidad en nombre de la Historia y también en nombre de las futuras generaciones y en nombre de la verdadera unidad de la Iglesia.
Le suplicamos, Santo Padre: ¡no nos deje solos! Rezaremos al Espíritu Santo, mediante la intercesión de la Santísima e Inmaculada Virgen María, para que conserve siempre a Su Santidad en salud, y le de fuerzas y coraje para guiar siempre de modo eficaz a la Iglesia, ayudándonos a celebrar la Liturgia Tradicional en nuestras parroquias.
Primero de Julio de 2009, en la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Cristo, con la expresión de nuestra alta estima y respeto, permaneciendo de Su Santidad devotísimos en Cristo
Gandolfo Lambruschini Muchas gracias por la traducción al Mons. Dr. Gustavo Enrique Podestá |