CARTA DE LOS CARDENALES OTTAVIANI Y BACCI y BREVE EXAMEN CRITICO DEL NUEVO ORDO DE LA MISA
Beatísimo Padre:
Después de haber examinado el Novus Ordo Missae preparado por los peritos del "Consilium..."; después de haber largo tiempo reflexionado y orado, sentimos que es nuestro deber, ante Dios y Vuestra Santidad, expresar las consideraciones siguientes:
Después de haber examinado el Novus Ordo Missae preparado por los peritos del "Consilium..."; después de haber largo tiempo reflexionado y orado, sentimos que es nuestro deber, ante Dios y Vuestra Santidad, expresar las consideraciones siguientes:
1º - Como lo prueba suficientemente el examen crítico adjunto, por breve que sea, obra de un grupo escogido de teólogos, liturgistas y pastores de almas, el Novus Ordo Missae, si se consideran los elementos nuevos, susceptibles de apreciaciones muy diversas, que aparecen subentendidos o implicados, SE ALEJA DE MANERA IMPRESIONANTE, en conjunto y en detalle, de la teología católica de la Santa Misa que cual fue formulada en la XXII Sesión del Concilio de Trento,- el cual, al fijar definitivamente los "canones" del rito, levantó una barrera infranqueable contra toda herejía que pudiera menoscabar la integridad del Misterio.
2° - Las razones pastorales aducidas para justificar tan grave rompimiento, aun si tuviesen el derecho de subsistir frente a razones doctrinales, no parecen suficientes. Tantas novedades aparecen en el Novus Ordo Missae, y, en cambio, tantas cosas de siempre se encuentran relegadas a un sitio menor o a otro sitio, - por si acaso encuentran todavía lugar , - que podría resultar reforzada y cambiada en certidumbre la duda, - que desgraciadamente se insinúa en numerosos ambientes, - según la cual verdades siempre creídas por el pueblo cristiano podrían cambiar o silenciarse sin que haya infidelidad a! depósito sagrado de la Doctrina al que la fe católica está ligada para la eternidad..
Las recientes reformas han demostrado suficientemente que nuevos cambios en la liturgia no podrán hacerse sin llevar a la desorientación más total de los fieles, que ya manifiestan que les resultan insoportables y disminuyen incontestablemente su fe. En la mejor parte del clero esto se nota por una crisis de conciencia torturadora de la que tenemos testimonios innumerables y cotidianos.
3° - Estamos seguros de que estas consideraciones directamente inspiradas, por lo que escuchamos, por la voz vibrante de los pastores y de la grey, no podrán menos de encontrar eco en el corazón paternal de Vuestra Santidad, siempre tan profundamente preocupado por las necesidades espirituales de los hijos de la Iglesia.
Siempre los súbditos, para bien de quienes se promulga una ley, tienen derecho y más que derecho. deber. - si la ley se revela al contrario nociva, - de pedir al legislador, con filial confianza, su abrogación.
Por todo esto, suplicamos insistentemente a Vuestra Santidad no querer que nos sea quitada,- en un momento en que la pureza de la fe y la unidad de la Iglesia sufren tan crueles laceraciones y peligros cada vez mayores, - la posibilidad de seguir utilizando el íntegro y fecundo MISSALE ROMANUM de San PIO V, tan altamente alabado por Vuestra Santidad y tan profundamente venerado y amado por el mundo católico entero.
Siempre los súbditos, para bien de quienes se promulga una ley, tienen derecho y más que derecho. deber. - si la ley se revela al contrario nociva, - de pedir al legislador, con filial confianza, su abrogación.
Por todo esto, suplicamos insistentemente a Vuestra Santidad no querer que nos sea quitada,- en un momento en que la pureza de la fe y la unidad de la Iglesia sufren tan crueles laceraciones y peligros cada vez mayores, - la posibilidad de seguir utilizando el íntegro y fecundo MISSALE ROMANUM de San PIO V, tan altamente alabado por Vuestra Santidad y tan profundamente venerado y amado por el mundo católico entero.
Alfredo Cardenal Ottaviani
Antonio Cardenal Bacci
Antonio Cardenal Bacci
BREVE EXAMEN CRITICO
DEL NUEVO ORDO DE LA MISA
DEL NUEVO ORDO DE LA MISA
(Texto Completo)
I
Al celebrarse en Roma en el mes de octubre de 1967 el Sínodo episcopal se le pidió a la misma asamblea de Padres un juicio sobre la así llamada "Misa normativa", a saber, de esa "Misa", que había sido excogitada por el Consilium ad exsequendam Constitutionem de sacra Liturgia. Pero el esbozo de semejante Misa suscitó perplejidades entre los Padres convocados al Sínodo, de modo tal que, mientras de los 187 sufragios 43 la rechazaron abiertamente, 62 no la aprobaron sino juxta modum (con reservas). Tampoco se debe pasar por alto el hecho de que la prensa y los diarios internacionales anunciaron que aquélla nueva forma de la Misa había sido sin más rechazada por el Sínodo. En cambio, las publicaciones de los innovadores prefirieron pasar en silencio el asunto: No obstante, una revista bastante conocida, destinada a los obispos y que divulga las opiniones de éstos, describió el nuevo rito sintéticamente con las siguientes palabras: " Aquí se ordena hacer tabla rasa de toda la teología de la Misa. En pocas palabras, se acerca a esa teología de los protestantes, que ya abolió y destruyó totalmente el Sacrificio de la Misa".
Pues bien, en el Novus Ordo Missae, recientemente publicado por la Constitución Apostólica Missale romanum, se encuentra desgraciadamente casi la misma "missa normativa". Tampoco consta que las Conferencias episcopales, difundidas por todo el mundo, hayan sido entre tanto interrogadas, al menos en cuanto tales.
Efectivamente, en la Constitución Apostólica se afirma que el antiguo Misal promulgado por San Pío V el día 13 de julio del año 1570 (pero que en gran parte debe ser atribuido ya a San Gregorio Magno, y más aún, que se deriva de los primitivos (1) orígenes de la religión cristiana) en los últimos cuatro siglos fue para los sacerdotes de rito latino la norma para celebrar el Sacrificio; y no es sorprendente si en tal y tan grande Misal en todas partes del mundo "innumerables y además santísimos varones alimentaron con gran copiosidad la piedad de sus almas para con Dios, sacando de él ya sus lecturas de las Sagradas Escrituras, ya sus oraciones". Así leemos en el Novus Ordo; y, sin embargo, esta nueva reforma de la Liturgia, que arranca y extermina de raíz aquel Misal de San Pío V, es considerada necesaria por el Novus Ordo, "desde el tiempo en que con más amplitud comenzó a robustecerse y prevalecer en el pueblo cristiano el afán por fomentar la Liturgia".
Sin embargo, con la debida reverencia, sea permitido declarar que en este asunto hay un grave equívoco; pues si alguna vez se manifestó algún deseo del pueblo cristiano, esto aconteció - estimulándolo principalmente el gran San Pío X cuando el pueblo mismo comenzó a descubrir los tesoros eternos de su Liturgia. El pueblo cristiano no pidió nunca una Liturgia cambiada o mutilada para comprenderla mejor; pidió más bien que se entendiese la Liturgia inmutable, pero nunca que la misma fuese adulterada.
Además, el Misal Romano, promulgado por mandato de San Pío V y venerado siempre religiosamente, fue muy querido para los corazones católicos tanto de los sacerdotes como de los laicos; de tal manera que nada parece haber en ese Misal que, previa una Oportuna catequesis, pueda inhibir una más plena participación de los fieles y un conocimiento más profundo de la sagrada Liturgia; y, por lo tanto, no aparece suficientemente claro por qué causa se cree que un Misal semejante, refulgente con tan grandes notas reconocidas además por todos, se haya convertido en un erial tal que ya no pueda seguir alimentando la piedad litúrgica del pueblo cristiano.LEER...