sábado, 14 de maio de 2016

CONSAGRAÇÃO DAS DIOCESES PORTUGUESAS AO IMACULADO CORAÇÃO DE MARIA 13 de maio de 2016


 Consagracao.jpg
CONSAGRAÇÃO DAS DIOCESES PORTUGUESAS AO IMACULADO CORAÇÃO DE MARIA
13 de maio de 2016
Bem-Aventurada Virgem Maria,
Senhora do Rosário de Fátima,
na vossa imagem visitastes cada uma das dioceses de Portugal,
chamando-nos à oração, à conversão e à confiança,
e permitindo-nos contemplar em vós a presença amorosa
de Deus que vem ao nosso encontro.
Mãe de misericórdia,
Senhora do Rosário de Fátima
na vossa vida vemos a contínua presença da misericórdia feita carne,
Jesus Cristo, Nosso Senhor.
Aqui, em Fátima, destes a conhecer o vosso Imaculado Coração,
ícone da misericórdia divina,
e lugar íntimo onde guardáveis e conserváveis
todos os mistérios da vida de Jesus:
dorido com a dor dos filhos
ele vem em auxílio daqueles que correm o perigo de cair no abismo;
revestido da luz de Cristo,
ele é refúgio nas dificuldades e caminho capaz de nos conduzir até Deus.
Animados pela vossa promessa,
queremos hoje renovar,
diante da vossa imagem,
a consagração das nossas dioceses ao vosso Coração Imaculado,
tal como o fizeram, pela primeira vez há 85 anos, neste mesmo dia,
os bispos portugueses.
“À vossa proteção nos acolhemos, Santa Mãe de Deus”,
e vos consagramos as nossas dioceses e o nosso país,
que ao longo dos séculos tem sentido a vossa presença protetora.
Mãe de bondade,
Senhora do Rosário de Fátima,
fazei que as nossas comunidades aprendam
do vosso Imaculado Coração
a escutar e a conservar a Palavra divina;
fazei que as nossas comunidades dele aprendam
as verdades eternas e a arte de orar, crer e amar;
fazei que as nossas comunidades saibam dar testemunho
da fé e da esperança que as anima,
e se comprometam com a transformação do mundo
que habitam e que são chamadas a cuidar.
Protegei com a vossa solicitude maternal
a entrega de vida dos bispos, presbíteros, diáconos
e consagrados das nossas dioceses,
para que se possa realizar em cada um a vontade do Pai
e possam ser, no Espírito Santo, um louvor da Sua glória,
e um testemunho da Sua misericórdia.
Guardai com a vossa proteção as famílias,
sede para elas caminho para Deus,
ânimo nas provações e auxílio nas dificuldades.
Intercedei junto do vosso Filho
para que derrame a luz e a sabedoria do Espírito Santo
sobre os que governam o nosso país,
para que promovam a dignidade humana,
edifiquem uma sociedade justa e solidária,
construam a paz e protejam a vida.
Acompanhai com a doçura do vosso olhar materno
os mais frágeis da nossa sociedade:
as crianças, adolescentes e jovens;
os idosos, os doentes e todos os que estão dependentes;
os pobres e excluídos;
as vítimas de todas as formas de violência.
A todos acolhei, guardai, consolai e abençoai.
Mãe da Igreja,
Senhora do Rosário de Fátima,
aceitai a nossa consagração
para sermos cada vez mais fieis à condição de filhos de Deus:
vivificai a nossa fé;
amparai a nossa esperança;
animai a nossa caridade;
dai força a todo o desejo de bem;
e guiai-nos no caminho da santidade.
Bem-Aventurada Virgem Maria,
Senhora do Rosário de Fátima,
Mãe de misericórdia, Mãe de bondade e Mãe da Igreja,
Senhora do Coração Imaculado,
renovai a nossa disponibilidade para acolher os apelos
da Mensagem de Cristo que há quase 100 anos aqui proclamastes.
Amem!
+ Manuel Clemente, Cardeal-Patriarca











Cardenal Patriarca de Lisboa renovó la consagración de las 21 diócesis de Portugal y la entera nación portuguesa al Corazón Inmaculado de María. ¡Un ejemplo a seguir por toda la Iglesia!

¡GRACIAS PORTUGAL!

Al cumplirse los cien años de las Apariciones del Ángel de Portugal a los Pastorcitos de Fátima, y con motivo de las celebraciones aniversarias del trece de Mayo, el Cardenal Patriarca de Lisboa renovó la consagración de las 21 diócesis de Portugal y la entera nación portuguesa al Corazón Inmaculado de María.
¡Un ejemplo a seguir por toda la Iglesia!
¡Un ejemplo para todas las naciones católicas!
¡Un ejemplo y estímulo para que al fin el Papa se digne a consagrar explícitamente  Rusia al Corazón Inmaculado de María!
En la Iglesia sólo hay un Papa, y sólo a él le compete el dar cumplimiento a los pedidos maternales de María Santísima.
Es el Papa, junto con todos los obispos de la cristiandad en unión y comunión con él, quien debe dar cumplimiento a la petición de la Virgen María.
¿ Qué podemos hacer los demás?LEER...

Hijos, consagrensen diariamente a nuestros Sacratísimos Corazones, serán vuestra protección en esta Era de Maldad.

Queridos hijos, pidan por la conversión de los corazones. Esta generación de esta sociedad actual ha caído en la degradación moral. Los hombres ya no respetan a sus hermanos y, por lo tanto, ya no creen en Dios. Esta generación es acusada por los Ángeles, por los pecados que se cometen, y los abortos claman justicia al Padre. La violencia está destruyendo vuestros pueblos. Los gobiernos están buscando un sólo ideal: Reemplazar a Dios por las riquezas humanas.

Hijos, esta generación se dirige a un abismo y se auto-destruye, porque no hay sinceridad y conversión. Muy pocos escuchan a nuestros profetas y, otros, pocos más, son los que, les creen, creen en la palabra que se les ha sido dada paran advertir, anunciar, edificar y denunciar.



Hijos, consagrensen diariamente a nuestros Sacratísimos Corazones, serán vuestra protección en esta Era de Maldad. Oren, oren, y no se cansen de orar, de elevar súplicas y plegarias, a Dios Padre para que tenga misericordia del mundo. Hijos, Mi protección paternal estará con todas las almas sencillas y obedientes que buscan con sinceridad al Señor. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Padre, la Santísima Virgen está muy triste, porque nadie hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos.


"NADIE HACE CASO A SU MENSAJE"

«Padre, la Santísima Virgen está muy triste, porque nadie hace caso a su Mensaje, ni los buenos ni los malos. Los buenos, porque prosiguen su camino de bondad; pero sin hacer caso a este mensaje. Los malos, porque no viendo el castigo de Dios, actualmente sobre ellos, a causa de sus pecados, prosiguen su camino de maldad, sin hacer caso a este Mensaje.»
«Dígales, Padre, que la Santísima Virgen repetidas veces, tanto a mis primos Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo, que muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la faz de la misma, que Rusia sería el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo, si antes no alcanzábamos la conversión de esa pobrecita Nación.» …
«Padre, el demonio está librando una batalla decisiva contra la Virgen; y como sabe qué es lo que más ofende a Dios y lo que, en menos tiempo, le hará ganar mayor número de almas, está tratando de ganar a las almas consagradas a Dios, ya que de esta manera también deja el campo de las almas desamparado, y (el demonio) más fácilmente se apodera de ellas.»
«Dígales también, Padre, que mis primos Francisco y Jacinta se sacrificaron porque vieron siempre a la Santísima Virgen muy triste en todas sus apariciones. Nunca se sonrió con nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al alma; y no sabíamos qué idear para encontrar en nuestra imaginación infantil medios para hacer oración y sacrificio. … Lo segundo que santificó a los niños fue la visión del infierno.» …
«Por esto Padre no es mi misión indicarle al mundo los castigos materiales que ciertamente vendrán sobre la tierra, si el mundo antes no hace oración y penitencia, no. Mi misión es indicarles a todos el inminente peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado.»
«Dos son los medios para salvar al mundo – me decía Sor Lucía de Jesús–, la oración y el sacrificio… Y luego, el Santo Rosario. Mire Padre, la Santísima Virgen, en estos Últimos Tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay problema, por más difícil que sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros; o a la vida de nuestras familias, sean familias del mundo o Comunidades Religiosas; o la vida de los pueblos y naciones.»
«Y luego, la devoción al Corazón Inmaculado de María, Santísima Madre, poniéndonosla como sede de la clemencia, de la bondad y el perdón; y como puerta segura para entrar al cielo.»
Sor Lucía de Jesús, el día 26 de diciembre de 1957, al Padre Agustín Fuentes, sacerdote Vicepostulador en las causas de beatificación de Francisco y Jacinta.

sexta-feira, 13 de maio de 2016

APÓSTOL DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

APÓSTOL DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

A lo largo de este año en el que estamos celebrando el décimo aniversario de la partida de este mundo de la Madre María Elvira de la Santa Cruz, Cofundadora de las Misioneras de la Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa Maria Reina, intentaremos acercarnos a su persona, a su espiritualidad y a las "obras grandes" que intuimos el Señor realizó en un alma sencilla, humilde y llena de fe como la suya.
¡Es bueno cantar y contar las obras del Señor!
¡Es bueno escrutar con mirada contemplativa las misericordias que el Señor realiza en quienes lo aman y lo buscan con sincero corazón!
La Madre María Elvira es una de esas almas nobles que dejándose conducir y guiar por la luz de la fe buscó glorificar al Señor con su propia vida, entregarse al fuego de su Amor Misericordioso y expandir ese mismo fuego de amor a los que vivían a su alrededor.
Muchos de quienes la trataron no pudieron dejar de preguntarse de dónde sacaba sus fuerzas para llevar a cabo la misión que el Señor le había encomendado, en medio de grandes sufrimientos físicos, enfrentándose a dificultades, incomprensiones y retos de todo tipo.Ella fue probada hasta el límite, siguiendo la estela de tantos fundadores que brillan como ejemplos luminosos en la historia de la Iglesia Católica.
Las pruebas y dificultades con las que se encontró nunca las rodeó ni las escamoteó. Con el don de fortaleza que el Espíritu Santo concede a sus fieles, la Madre María Elvira no eludió el combate ni la lucha.
La grandeza de las obras de Dios no guarda proporción con la espectacularidad, con el éxito humano, con la apariencia externa, con el juicio de los hombres, ni con el brillo de los triunfos de este mundo.
Casi siempre la grandeza de las obras divinas se realiza bajo tierra, como la semilla que es plantada y enterrada, que muere y se pudre hasta que un día florece y crece y da frutos abundantes.
Sólo Dios y sus santos, a quienes Él se lo revela interiormente, tienen el conocimiento y la ciencia exacta sobre el valor y el misterio que se encierra en el tiempo. Los tiempos de Dios no son los tiempos de los hombres. Los santos lo saben y por ello obran en consecuencia con esa lógica divina, una lógica que a ojos del mundo y de las almas mundanas es juzgada como ignorancia, necedad y falta de juicio.
Las almas de Dios siguen una ciencia muy distinta a la sabiduría mundana. Ellos son los expertos en la Sabiduría de la Cruz de Cristo.
En este trece de Mayo, aniversario de las Apariciones de Fátima, no podemos dejar de presentar la figura de la Madre María Elvira de la Santa Cruz y de su obra fundacional, pues su vida y su  espiritualidad no se pueden disociar del Mensaje y de la encomienda que la Virgen Santísima entregó a los Pastorcitos: Francisco, Jacinta y Lucía.
La Blanca Señora, "más brillante que el Sol", puso en manos de sus pequeños elegidos unos mensajes y una misión que no tenían en ellos su conclusión.
En Fátima (con Pontevedra y Tuy), inauguró la Blanca Señora "espectacularmente" y atronadorament, la "Era de María". Una Era que venía preparando Ella misma con mimo maternal desde sus Apariciones de la Medalla Milagrosa (1830), de La Salette (1846) y de Lourdes (1858).
Fátima (1917), con Pontevedra (1925) y Tuy (1929), es una "explosión de lo sobrenatural", que pone de manifiesto el cumplimiento de las Profecías contenidas en el Libro Sagrado del  Apocalipsis sobre la lucha de la Mujer vestida de Sol y coronada de estrellas contra la Serpiente enemiga de la Obra Redentora de Cristo y de toda la estirpe humana.
Los Mensajes y la misión encomendada por la Virgen Blanca a los Pastorcitos se dirigen a toda la Iglesia.Los pequeños Pastorcitos son sólo los primeros eslabones de una gran cadena que es el "ejército de María", los Apóstoles de la Señora celestial, los "Apóstoles de los Últimos tiempos".
Fátima es una espiritualidad, es el corazón de la espiritualidad católica.
Fátima es el núcleo del Evangelio, presentado, recomendado y urgido por la Madre de Dios y Madre de todos los hombres.
Fátima es la proclamación del Evangelio de la Cruz Redentora,única  fuente de Vida eterna y de Salvación para el género humano.
En esa "Escuela de María" que es Fátima, escuela recomendada por el Vicario de Cristo San Juan Pablo II a toda la Iglesia contemporánea, es donde reside el "secreto" de la vida espiritual de la Madre María Elvira y de su obra.
Es una vida tejida con la humildad, con el sacrificio aceptado y ofrecido por la conversión de los pobres pecadores. Una vida tejida con la suprema adoración a Dios presente en la Divina Eucaristía, con el amor a la Iglesia y con el celo ardiente por la salvación de las almas. Una vida cuya fuente está en el Santo Sacrificio de la Misa, donde está la fuente que mana y corre para que los redimidos beban gratis a diario el agua y la sangre que comunican la vida eterna.
María Elvira de la Santa Cruz aceptó la vocación de hacerse Misionera y Apóstol de Nuestra Señora. En la espiritualidad de Fátima, en la "Escuela de María" aprendió a vivir y a transmitir a los otros las enseñanzas de la Madre Celestial.
Desde muy joven, María Elvira, se puso diariamente a los pies de la Virgen en la Capilla de las Apariciones en Pontevedra. Y allí fue gustando las delicias del Corazón Inmaculado de María. Allí fue meditando, acogiendo y guardando en su corazón los mensajes maternales que Nuestra Señora de Fátima comunicó a los Pastorcitos.
Muchas veces a lo largo de su corta vida estuvo a los pies del trono maternal de María en la Cova de Iría. A los pies de la Madre Santísima encontró siempre la luz, la orientación y la fuerza para desplegar la tarea que el Señor y la Virgen ponían en sus manos generosas.
Como Misionera de la Fraternidad supo encarnar con maestría el espíritu de consolación y de reparación que embargaba el alma del Beato Francisco, el espíritu de reparación al Corazón de María y el celo por la conversión de los pobres pecadores que consumía a la pequeña Beata Jacinta, y las ansias de ser "apóstol del Inmaculado Corazón" como la Hermana Lucía.
Dios tiene sus designios y su manera providente de hacer las cosas.
Los pequeños confidentes de Nuestra Señora, Francisco y Jacinta, fueron llevados al cielo en su tierna edad. La Hermana Lucía sufrió por obediencia hasta el fin de sus días  un incomprensible silencio que le fue impuesto por los superiores de la Iglesia.
A la Madre María Elvira de la Santa Cruz el Señor le aceptó de inmediato la ofrenda de su propia vida dejando su obra en una dolorosa orfandad maternal.
¿Qué podemos argüir ante estas formas de proceder la Divina Providencia?
Es un proceder incomprensible y misterioso a los ojos de los hombres.
En apariencia se trataría de un fracaso en toda regla.
¡No es así! ¡No será así!
La clave está en los labios y en la palabras de la Mujer más brillante que el sol. La esperanza de un triunfo seguro está en el grito maternal de María:
"¡Y al fin mi Inmaculado Corazón triunfará!"
El Corazón Inmaculado de María triunfará en sus elegidos, en sus obras y apostolados, en la Iglesia, en el mundo y por toda la eternidad.
Quienes confían en el Señor jamás serán confundidos y los siervos de María nunca perecerán.
Pedimos al Corazón Inmaculado de María que suscite muchas almas jóvenes que lleven adelante con ilusión y confianza la obra que Ella comenzó con su hija María Elvira. Mujeres de corazón maternal, Esposas de Cristo, que siguiendo las huellas de la Madre María Elvira consagren su vida, como apóstoles intrépidas del Corazón Inmaculado, para extender hasta los confines de la tierra su reinado maternal.
¡Ave María Purísima!
Manuel María de Jesús, F.F.

Papa Emérito Bento XVI quebra o silêncio: fala de “crise profunda” que a Igreja enfrenta pós-Vaticano II


Papa Emérito Bento XVI quebra o silêncio: fala de “crise profunda” que a Igreja enfrenta pós-Vaticano II


“Os missionários do século 16 estavam convencidos de que a pessoa não batizada está perdida para sempre. Após o Concílio [Vaticano II], essa convicção foi definitivamente abandonada. O resultado foi uma crise profunda de dois lados. Sem esta atenção para com a salvação, a fé perde a sua fundação”
pope_ben
Com sua natureza humilde e sábia, o Papa Emérito Bento XVI comenta verdades sobre a crise pós-Concíliar que os católicos modernos insistem em não enxergar
Maike Hickson — LifeSiteNews.com |- Em 16 de março, falando publicamente em uma ocasião rara, o Papa Bento XVI concedeu uma entrevista ao “Avvenire”, o jornal da Conferência Episcopal Italiana, na qual falou de “uma crise profunda de dois lados” que a Igreja está enfrentando na esteira do Concílio Vaticano II. O relatório já atingiu a Alemanha por cortesia do Vaticanista Giuseppe Nardi, do website de notícias católicas Katholisches.info.
Papa Bento nos lembra a convicção católica anteriormente indispensável da possibilidade da perda da salvação eterna, ou que as pessoas vão para o inferno:
Os missionários do século 16 estavam convencidos de que a pessoa não batizada está perdida para sempre. Após o Concílio [Vaticano II], essa convicção foi definitivamente abandonada. O resultado foi uma crise profunda de dois lados. Sem esta atenção para com a salvação, a fé perde a sua fundação.
Ele também fala de uma “profunda evolução do Dogma” em relação ao Dogma de que não há salvação fora da Igreja. Esta mudança pretendida do dogma levou, aos olhos do papa, a uma perda do zelo missionário na Igreja – “qualquer motivação para um futuro compromisso missionário foi removido”.
Papa Bento faz a pergunta penetrante que surgiu após esta mudança palpável de atitude da Igreja: “Por que você deveria tentar convencer as pessoas a aceitar a fé cristã, quando elas podem ser salvas mesmo sem ela”.
Quanto as outras consequências desta nova atitude na Igreja, os próprios católicos, aos olhos de Bento XVI, são menos ligados à sua fé: Se há aqueles que podem salvar as suas almas com outros meios, “por que o cristão deveria estar vinculado à necessidade da fé cristã e da sua moralidade?”, perguntou o papa. E concluiu: “Mas se Fé e Salvação não são mais interdependentes, até mesmo a fé se torna menos motivadora”.
Papa Bento também refuta tanto a ideia do “cristão anônimo” desenvolvida por Karl Rahner, quanto a ideia indiferentista de que todas as religiões são igualmente valiosas e úteis para alcançar a vida eterna.
“Ainda menos aceitável é a solução proposta pelas teorias pluralistas da religião, para as quais todas as religiões, cada uma à sua maneira, seriam caminhos da salvação e, nesse sentido, devem ser considerados equivalentes nos seus efeitos”, disse ele. Neste contexto, ele também aborda as ideias exploratórias do já falecido cardeal jesuíta, Henri de Lubac, sobre putativas “substituições do vicário” de Cristo que devem ser agora novamente refletidas “mais profundamente”.
No que respeita à relação do homem com a tecnologia e o amor, o Papa Bento nos lembra da importância do afeto humano, dizendo que o homem ainda anseia em seu coração “que o Bom Samaritano venha em seu auxílio”.
Ele continua: “Na dureza do mundo da tecnologia – em que os sentimentos não contam mais – a esperança de um amor salvífico cresce, um amor dado livremente e generosamente”.
Bento também lembra a sua audiência que: “A Igreja não é ‘self-made’, ela foi criada por Deus e é continuamente formada por Ele. Ela encontra expressão nos sacramentos, sobretudo no do Batismo: entro na Igreja não por um ato burocrático, mas com a ajuda deste Sacramento”. Bento também insiste que, sempre, “precisamos de graça e perdão”.
Publicado originalmente: LifeSiteNews- Pope Emeritus Benedict breaks silence: speaks of ‘deep crisis’ facing Church post-Vatican II.
https://www.lifesitenews.com/news/pope-emeritus-benedict-says-church-is-now-facing-a-two-sided-deep-crisis

Consagración de sí mismo al Corazón Inmaculado de María





Amabilísima y admirabilísima Virgen María, Madre de mi Salvador Jesucristo y Madre mía, postrado a vuestros pies, uniéndome humildemente a todos los actos de devoción y amor de todos los corazones que os aman en el Cielo y en la tierra, os saludo, Madre queridísima, os venero y os elijo hoy por Soberana mía y Reina de mi corazón, la guía de mi vida, mi Protectora, mi Abogada y refugio mío en todas mis necesidades espirituales y corporales.

Yo os ofrezco y consagro mi alma, mi corazón, mi cuerpo y todo lo que me pertenece. Deseo también que todos mis pensamientos, palabras, acciones, todos los alientos de mi respiración y latidos de mi corazón, sean, en el presente y en el futuro, otros tantos actos de alabanza a la Santísima Trinidad por todos los privilegios y gracias incomparables que os ha concedido.

¡Oh Virgen amabilísima!, entrego confiadamente a vuestras manos maternales todos mis deseos, propósitos y anhelos, y no quiero jamás aspirar a algo más allá de lo que sea conforme a la voluntad de Vuestro Divino Hijo y la Vuestra.

Aceptadme, os lo ruego, queridísima Madre, entre vuestros hijos predilectos y en el número de los servidores escogidos, privilegiados de poder colaborar en la preparación del triunfo de Vuestro Corazón Inmaculado. Consideradme y tratadme enteramente como posesión vuestra.

Disponed de mí y conducidme siempre y en todo lugar, no según mis propias inclinaciones y deseos, sino según vuestro beneplácito.

Yo, por mi parte, torno hoy la firme resolución de observar fielmente los mandamientos de Vuestro Divino Hijo Jesús, de seguir vuestras maternales exhortaciones, oh Reina del Santo Rosario, de amaros tiernamente y de consolaros. Quiero también, en cuanto me sea posible, por mis oraciones y sacrificios llevar a muchas otras almas a hacer lo mismo.

Sobre todo, quiero venerar con especial devoción vuestro Purísimo Corazón, ardiente de caridad y, con vuestra poderosa asistencia, oh Mediadora de Todas las Gracias, tratar de imitar tanto como pueda las sublimes virtudes que os adornaban aquí en la tierra. •

¡Oh, Reina de mi corazón!, que por el misterioso obrar del Espíritu Santo en vuestra alma santísima habéis sido transformada en un verdadero Espejo de la Justicia de Jesús, vuestro Divino Hijo; imprimid en mi corazón, os lo ruego, una imagen perfecta de las virtudes del vuestro, a fin de que el mío sea un retrato vivo del vuestro Inmaculado.

Oh Virgen Gloriosa, vuestro Purísimo Corazón ha estado durante su existencia terrenal entrañablemente unida al Divino Corazón de vuestro Hijo, compartiendo plenamente sus nobilísimos sentimientos y espíritu de sacrificio; y ahora, elevado a la Bienaventuranza del Cielo, está perennemente unido a Él de modo inigualable, en la más sublime felicidad. Por ello os ruego, oh Madre de Dios, unid mi pobre corazón de tal manera al de mi Jesús que no abrigue otros sentimientos y deseos que los vuestros, y que no obre nunca sino lo que sea más agradable a Su Sacratísimo Corazón y a vuestro Dulcísimo Corazón Inmaculado, oh Madre Benignísima. Amén.

Según San Juan Eudes (1601-1680

Fuente: “FÁTIMA – ROMA – MOSCÚ

FOTOS... 13 de maio, 2016...SANTUÁRIO DE FÁTIMA



















CONSAGRAÇÃO DAS DIOCESES PORTUGUESAS AO IMACULADO CORAÇÃO DE MARIA 13 de maio de 2016


 Consagracao.jpg
CONSAGRAÇÃO DAS DIOCESES PORTUGUESAS AO IMACULADO CORAÇÃO DE MARIA
13 de maio de 2016
Bem-Aventurada Virgem Maria,
Senhora do Rosário de Fátima,
na vossa imagem visitastes cada uma das dioceses de Portugal,
chamando-nos à oração, à conversão e à confiança,
e permitindo-nos contemplar em vós a presença amorosa
de Deus que vem ao nosso encontro.
Mãe de misericórdia,
Senhora do Rosário de Fátima
na vossa vida vemos a contínua presença da misericórdia feita carne,
Jesus Cristo, Nosso Senhor.
Aqui, em Fátima, destes a conhecer o vosso Imaculado Coração,
ícone da misericórdia divina,
e lugar íntimo onde guardáveis e conserváveis
todos os mistérios da vida de Jesus:
dorido com a dor dos filhos
ele vem em auxílio daqueles que correm o perigo de cair no abismo;
revestido da luz de Cristo,
ele é refúgio nas dificuldades e caminho capaz de nos conduzir até Deus.
Animados pela vossa promessa,
queremos hoje renovar,
diante da vossa imagem,
a consagração das nossas dioceses ao vosso Coração Imaculado,
tal como o fizeram, pela primeira vez há 85 anos, neste mesmo dia,
os bispos portugueses.
“À vossa proteção nos acolhemos, Santa Mãe de Deus”,
e vos consagramos as nossas dioceses e o nosso país,
que ao longo dos séculos tem sentido a vossa presença protetora.
Mãe de bondade,
Senhora do Rosário de Fátima,
fazei que as nossas comunidades aprendam
do vosso Imaculado Coração
a escutar e a conservar a Palavra divina;
fazei que as nossas comunidades dele aprendam
as verdades eternas e a arte de orar, crer e amar;
fazei que as nossas comunidades saibam dar testemunho
da fé e da esperança que as anima,
e se comprometam com a transformação do mundo
que habitam e que são chamadas a cuidar.
Protegei com a vossa solicitude maternal
a entrega de vida dos bispos, presbíteros, diáconos
e consagrados das nossas dioceses,
para que se possa realizar em cada um a vontade do Pai
e possam ser, no Espírito Santo, um louvor da Sua glória,
e um testemunho da Sua misericórdia.
Guardai com a vossa proteção as famílias,
sede para elas caminho para Deus,
ânimo nas provações e auxílio nas dificuldades.
Intercedei junto do vosso Filho
para que derrame a luz e a sabedoria do Espírito Santo
sobre os que governam o nosso país,
para que promovam a dignidade humana,
edifiquem uma sociedade justa e solidária,
construam a paz e protejam a vida.
Acompanhai com a doçura do vosso olhar materno
os mais frágeis da nossa sociedade:
as crianças, adolescentes e jovens;
os idosos, os doentes e todos os que estão dependentes;
os pobres e excluídos;
as vítimas de todas as formas de violência.
A todos acolhei, guardai, consolai e abençoai.
Mãe da Igreja,
Senhora do Rosário de Fátima,
aceitai a nossa consagração
para sermos cada vez mais fieis à condição de filhos de Deus:
vivificai a nossa fé;
amparai a nossa esperança;
animai a nossa caridade;
dai força a todo o desejo de bem;
e guiai-nos no caminho da santidade.
Bem-Aventurada Virgem Maria,
Senhora do Rosário de Fátima,
Mãe de misericórdia, Mãe de bondade e Mãe da Igreja,
Senhora do Coração Imaculado,
renovai a nossa disponibilidade para acolher os apelos
da Mensagem de Cristo que há quase 100 anos aqui proclamastes.
Amem!
+ Manuel Clemente, Cardeal-Patriarca












quarta-feira, 11 de maio de 2016

Muitos Santos da Igreja católica tiveram o carisma da bilocação. Padre Pio teve este carisma, na realidade várias testemunhas oculares o viram em lugares diferentes em bilocação.


A Bilocação pode ser definida como a presença simultânea de uma pessoa em dois lugares diferentes. Muitos Santos da Igreja católica tiveram o carisma da bilocação. Padre Pio teve este carisma, na realidade várias testemunhas oculares o viram em lugares diferentes em bilocação.
Sra. Maria era a filha espiritual de padre Pio, ela disse: "Uma vez, durante a noite, eu estava rezando com meu irmão quando de repente ele se sentiu adormecido. Ele se levantou imediatamente por ter recebido um tapa. Ele percebeu que a mão que o bateu estava coberta com uma luva. Ele pensou que era padre Pio e no dia seguinte perguntou para padre Pio se ele tinha dado-lhe um tapa. Padre Pio respondeu: ”Este é o jeito certo de se rezar?” Com um tapa, padre Pio o levantou chamando sua atenção para a oração.
Em um dia, um oficial do Exército italiano foi para a sacristia e assistindo padre Pio disse: "Sim, aqui está ele! Eu não estou errado!" Ele se aproximou de padre Pio e se ajoelhou em frente a ele e chorando disse: "Padre, obrigado por me salvar de morte”. Aquele homem contou para aquelas pessoas que estavam lá: "Eu era Capitão da Infantaria e um dia, no campo de batalha, em uma hora terrível não longe de mim, eu vi um frade que disse:"Senhor, fique longe desse lugar!". Eu fui para ele e assim que eu me movi um estouro de granada no mesmo lugar onde eu estava poucos segundos antes. Aquela granada abriu uma cratera. Eu me virei para achar o frade, mas ele não estava mais lá”. Padre Pio que estava em bilocação tinha salvado a vida dele.
Padre Alberto que conheceu padre Pio em 1917 contou: "Eu vi padre Pio que se levantou em frente a FOTO16.jpg (5587 byte)uma janela enquanto eu estava olhando para a montanha. Eu cheguei para beijar a mão dele, mas ele notou minha presença. Eu notei que o braço dele estava rígido. Naquele momento eu ouvi que ele estava concedendo a absolvição a alguém. Depois de um tempo ele se sacudiu como se ele estivesse saindo de um sono. Ele me viu e me falou:” Você estava aqui, e eu não o notei!".Alguns dias depois um telegrama foi recebido de Torino (Itália). Naquele telegrama alguém agradeceu o superior do convento porque ele tinha enviado padre Pio a Torino (Itália) para ajudar uma pessoa que estava morrendo. Eu percebi que o homem estava morrendo no mesmo momento no qual padre Pio estava o abençoando em San Giovanni Rotondo. Obviamente o superior do convento não tinha enviado padre Pio a Torino (Itália) ele tinha estado lá em bilocação.
Em 1946 uma família americana foi da Filadélfia para São Giovanni Rotondo para agradecer padre Pio. Na realidade o filho deles era piloto de um avião bombardeiro (durante a Segunda Guerra Mundial) e padre Pio no céu do Oceano Pacífico tinha o salvo. O avião estava voando perto da ilha para o aeroporto onde ia pousar depois de descarregar suas bombas. Mas o avião foi danificado por um avião de caça japonês. "O avião" - disse o filho - explodiu antes que a tripulação tivesse a chance de saltar com o pára-quedas. Eu só tive sucesso saindo do avião; Eu não sei como eu fiz. Eu tentei abrir o pára-quedas, mas eu não tive sucesso fazendo isto. Então eu teria me esmagado no chão se eu não tivesse recebido a ajuda de um frade que me apareceu no ar. Ele tinha uma barba branca, ele me levou em seus braços e me colocou suavemente no aeroporto. Você imagina, que tipo de surpresa eu tive, isto retirou minha fala. Ninguém acreditava em mim, mas por causa de minha presença todo mundo teve que acreditar. Eu reconheci o frade que salvou minha vida quando, depois de alguns dias me deram licença e eu fui para casa. Eu vi o monge nas fotografias de minha mãe. Ela me falou que tinha pedido para padre Pio que cuidasse de mim.
Uma mulher tinha ido para a casa da filha dela. Ela teve câncer em um dos braços e ela concordou com sua filha em enfrentar uma cirurgia. O médico tinha lhe pedido para ser paciente e esperar alguns dias antes de estabelecer a data para a cirurgia. O marido da filha dela enviou um telegrama para padre Pio onde lhe pedia que rezasse para a sogra dele. Em pouco tempo o telegrama chegou a padre Pio, a mulher que estava no quarto só viu um monge entrar pela porta. Ele disse, "Eu sou padre Pio de Pietrelcina". Então ele lhe perguntou o que o médico tinha lhe contado e ele lhe encorajou que confiasse em Nossa Senhora. Então ele fez o sinal da Cruz no braço dela e despediu-se saindo do quarto. Naquele ponto a mulher chamou o mordomo, a filha dela e o genro. Ela perguntou: "Por que você disse para padre Pio entrar no quarto sem me informar?”. Mas eles responderam que não tinham visto padre Pio, além disso, eles não tinham aberto a porta a qualquer pessoa. No dia seguinte quando o médico fez sua análise médica para a preparação da cirurgia, ele não achou nenhum câncer.
O bispo que ordenou padre Pio em 10 de agosto de 1910 na catedral de Benevento (Italy), teve a visita de padre Pio antes de sua morte para receber o apoio espiritual dele. Padre Pio entrou lá em bilocação. 
Até mesmo o abençoado Dom Orione falou sobre a bilocação de padre Pio. Ele disse: "Eu estava na Igreja de São Pedro em Roma, para assistir à celebração da beatificação de Santa Teresa. Também estava padre Pio (apesar dele estar ao mesmo tempo no convento dele), eu o vi, ele estava sorrindo e estava vindo para mim pela multidão, mas quando eu estava perto, ele desapareceu”.
Em 1951, padre Pio celebrou a Santa Missa em um convento de freiras na Tchecoslováquia. Depois que a Missa terminou as freiras foram para a sacristia para oferecer a padre Pio um café para lhe agradecer a visita inesperada, mas elas não acharam o padre na sacristia. Assim as freiras perceberam que padre Pio tinha estado lá em bilocação. 
Em 1956, padre Pio ajudou o cardeal da Hungria que estava na prisão em Budapeste durante a Santa Missa. Alguém teve notícias daquele fato e pediu a Padre Pio diretamente: "Padre Pio que você serviu para a Massa ao Cardeal de Hungria, assim você falou com ele! Assim você esteve em prisão com ele e você o viu!” Padre Pio respondeu: "Claro que se eu tivesse falado com ele que eu também o" vi. Ele estava em bilocation. 
Mãe Speranza que fundou a ordem das Criadas do Amor Misericordioso disse ter visto padre Pio durante um ano, diariamente em Roma. Nós sabíamos que padre Pio nunca tinha ido para Roma, se não uma vez para levar a irmã dele que tinha decidido entrar no convento, em 1917. Ele tinha estado lá em bilocação. 
Um General Italiano do Exército cujo nome era Cadorna, depois da derrota de Feltro de Caporetto estava em tal condição de depressão que decidiu suicidar-se. Uma noite ele foi para o seu quarto e ordenou à empregada dele que não permitisse que ninguém entrasse. Ele pegou sua arma de uma gaveta e apontou-a para sua cabeça, mas de repente ele ouviu uma voz: "Oh General, por que você quer fazer tal coisa estúpida?" A voz e a presença do monge deixaram o general mudo. Ele desejou saber como era possível que um monge tivesse entrado no quarto dele. Ele pediu explicações à empregada dele, mas ela respondeu que não tinha visto ninguém entrando no quarto dele. Alguns anos depois, soube-se de uma notícia em um jornal de um monge que fez milagres na área de Gargano. Ele foi secretamente lá, mas se surpreendeu quando padre Pio lhe falou: “Oi General, você corre um grande risco esta noite, não o faça!”.http://www.padrepio.catholicwebservices.com/PORTUGUES/Bilocacao.htm