sexta-feira, 4 de março de 2022

3 de Março, Memória da Beata Concepción (Conchita) Cabrera de Armida .Escritos completos

 Beata

Concepción (Conchita) Cabrera de Armida

1862 - 1937
Fundadora de las Obras de la Cruz
México

Esposa, madre, viuda, abuela, fundadora... y por indulgencia de Pio X, murió canónicamente como religiosa en los brazos de sus hijos.

Por la profundidad de sus escritos, Conchita es reconocida como gran mística del siglo XX. Profundizó la espiritualidad de la Cruz, necesaria para una verdadera entrega a Dios por Jesús en el poder del Espíritu Santo.  Profetizó un nuevo pentecostés que ocurrirá por la santificación de los sacerdotes. En sus escritos "A mis sacerdotes", Jesús guía a los sacerdotes a la santidad en unión con El.

Conchita recibió la gracia de la encarnación mística.
Su causa de beatificación está avanzada.

Lema: Jesús, Salvador de los hombres, ¡Sálvalos!

Espiritualidad
Oración
Escritos
Fundaciones
Lugares Santos

 


Escritos de Conchita
Consagración a Maria
 Diario Espiritual de una madre de familia (español e inglés)
 Editorial La Cruz Obras de Conchita

Fundaciones: Las cinco Obras de la Cruz
 Apostolado de la Cruz
 
Familia De La Cruz info. sobre las cinco fundaciones

El Apostolado de la Cruz (1894). Para laicos, sacerdotes religiosos, religiosas y obispos. Sencillas reglas de vida invitan a vivir plenamente el misterio de la fecundidad cristiana ejerciendo el sacerdocio bautismal.  Descubrir en la vida diaria, el valor salvífico del dolor aceptado por amor.

Las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús 
(1897). Religiosas contemplativas.  Adoración perpetua. Oran y se entregan por los sacerdotes. Su lema: Por ellos me consagro.  Religiosas De La Cruz

La Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús 
(1909). Laicos con vida comprometida en la oración y las obras de misericordia, especialmente dirigidas en favor de los sacerdotes. Unidos a Jesús Sacerdote y Víctima, para consagrar el mundo a Dios.

La Fraternidad de Cristo Sacerdote 
(1912). Es una asociación de sacerdotes tanto seculares como religiosos que promueve la santidad del sacerdocio ministerial a través de la amistad, los encuentros y la vivencia común del espíritu de la Cruz.

Los Misioneros del Espíritu Santo 
Sacerdotes religiosos que tienen, entre otras tareas, la de animar a las cinco obras de la Cruz y hacer efectivo el carisma sacerdotal heredado de la Sra. Cabrera y de su fundador, el padre Félix Rougier. Lema: Ante todo contemplativos y después hombres de acción.


 Espiritualidad de la cruz

Encarnación Mística
Que es

Conchita escribió lo que Jesús le dijo:
Fuente: 
Familia de la Cruz

Estando en la oración después de comulgar, (Jesús) me dijo así:

Prepárate para el día que la Iglesia celebra la Encarnación del Divino Verbo; en ese día bajé a unirme con María tomando carne en su purísimo seno, para salvar al mundo.

Ese día quiero unirme espiritualmente con tu alma y darte una nueva vida, vida divina e inmortal, en el tiempo y en la eternidad...

Prepárate, purifícate, límpiate, porque es muy grande, muy grande el beneficio que se te prepara. (CC 9,33-35: 17 febrero 1897)

El Espíritu Santo, en un acto de amor crecidísimo, engendra en el alma al Verbo... y entonces, hace verdaderamente de aquella alma sus delicias, habitando en ella y poseyéndola. (CC 23,35-45: 10 julio 1906)

Al encarnar el Verbo en las almas, la Trinidad antes las llena de gracias sobre gracias, de luces sobre luces, de amor y de dolor . ( CC 23,172-180: 23 julio 1906)

Para esta clase tan subida de gracias, Yo antes hago pasar al alma por mil crisoles; y bañándola con la superabundancia de mis gracias, la preparo a esta altísima unión en que la Pureza, no puede unirse con lo manchado . (CC 24,61-68: agosto 1906)

Encarnación mística, 25 de Marzo del 1906:

Antes de la Misa, postrada ante el Sagrario, me humillé cuanto pude, delante de mi Jesús; le pedí perdón, renové mis votos: le ofrecí no llenar mi corazón así de tierra como hasta aquí y así, VACIA, lo recibí en la Comunión .

Conque, en los primeros «mementos» de la Misa, voy sintiendo la presencia de mi Jesús junto de mí, y escuchando su divina voz que me dijo :

- «Aquí estoy» (me dijo el Señor), «quiero encarnar en tu corazón místicamente. Yo cumplo lo que ofrezco; he venido preparándote de mil modos, y ha llegado el momento de cumplir mi promesa, RECÍBEME». (Y yo sentí un gozo con vergüenza indecible. Pensé que ya lo había recibido en la Comunión, pero Él, como adivinándome, continuó).

- No es así; de otro modo, además, hoy me has recibido. Tomo posesión de tu corazón; me encarno místicamente en él, para no separarme jamás.

Ésta es una gracia muy grande que te viene preparando mi bondad; humíllate y agradécela . (CC 22,167-177: 25 marzo 1906).

1906
Tienes contigo a la sacrosanta Víctima del Calvario y de la Eucaristía, la cual puedes ofrecer constantemente al Eterno Padre por la salvación del mundo. Éste es el fruto más precioso del grande favor que he obrado en ti al encarnar en tu corazón. Te he dado lo más grande del cielo y de la tierra, a Mí mismo, con este fin. Tú nada tienes de ti misma, pero Conmigo lo tienes todo. ¿Ahora entiendes el porqué de la gracia pasada?

Sí, mi Jesús adorado: ahora veo que para cumplir mi misión de salvar almas sólo teniéndote a Ti sólo ofreciéndote a Ti lo conseguiré.

Ahora sí, mi sed de salvar almas se saciará, al menos estaré cierta de que con ese PRECIO sí se compran las gracias para ellas. (...) Ahora sí, que soy feliz en mi misma miseria, porque no soy yo la que compra, la que obra, la que vive, sino JESÚS EN MÍ... el VERBO EN MÍ... Dios haciéndolo TODO en su pobre criatura. ¡Bendito mil veces sea! (CC 22,408-416: 21 julio 1906)

En mi unión ofrécete y ofréceme en cada instante al Eterno Padre con el fin tan noble de salvar a las almas, y darle gloria. ( CC 22,408-416: 21 julio 1906

1909
Hija mía, me dijo. Quiero que digas a menudo, y sobre todo en tus dolores, estas palabras, con una voluntad amorosa, «este es mi cuerpo, esta es mi sangre», ofreciéndote al Eterno Padre en mi unión. ¿No recuerdas que eres hostia y que debes ser víctima?

Mira, desde la encarnación mística, tu cuerpo es como mi Cuerpo y tu sangre como mi Sangre, porque Yo tengo la propiedad de transformar. (CC 32,119-126: 22 febrero 1909).

1917
María desde la Encarnación, repetía al Eterno Padre, en un acto continuado de amor, y refiriéndose a Mí en Ella, «Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre», clamando por la salvación del mundo. Que al repetir estas palabras, lo hagan en mi unión, sí, pero también pensando en mi Madre que me dio ese Cuerpo y esa Sangre: en mi Madre que desde la Encarnación, se ofrecía y me ofrecía . (CC 41,355-359: 8 julio 1917).

1924
La encarnación mística es una gracia transformativa, en el sentido de asimilar a la criatura con su Modelo, que soy Yo. Es gracia transformante, unitiva
 (CC 45,435: 11de diciembre de 1924)

1925
Al obrarse la transformación del alma en Jesús, (que para ayudar a esto es la encarnación mística) viene también a ser el Espíritu Santo, el espíritu de la criatura, en más o menos grados, según la intensidad y escala de la transformación, la cual, depende en mucho de la correspondencia del alma en las virtudes. Absorbiendo pues el Espíritu Santo al espíritu de la criatura en la transformación, la llena de ese amor purísimo que es Él y entonces, con ese amor mismo, ama la criatura al Divino Verbo, es decir, con el amor mismo con que lo ama y se ama el Padre, con la perfección del amor (CC 45,206-208: 3 Julio 1925).

1926
Tu amor para con las almas también debe ser el Espíritu Santo , que es Amor; y con Él, debes amarlas como a Mí; y con ese amor, amarme a Mí y a ellas, sin salir de Mí. Porque mi amor a las almas, es el mismo con que amo a mi Padre, y quiero que ese mismo amor sea el tuyo (CC 47,30-32: 18 julio 1926).

1927
Por la derivación de la gracia de la encarnación mística, participas en cierto sentido también de la Fecundación de la Iglesia, que también es Madre (CC 49,386: 3 diciembre 1927)

En el corazón de una madre, con todo derecho deben repercutir los latidos del corazón del hijo. Debe repercutir en tu alma, mi pureza, mi humildad, mis virtudes, mis sacrificios, pero también, ¿sabes qué? mis dolores por las ingratitudes del mundo, mis hondas penas por los pecados de mis sacerdotes: esta sí que es alianza entre tu corazón y el mío, de mis amores y de mis dolores, la más estrecha de hijo a madre ( CC 48,248-249: 10 septiembre 1927)

1928
En esa maternidad espiritual o aceptación plena de los sacerdotes, para inmolarte en su favor, deben entrar también desde el Papa, los cardenales, arzobispos y obispos, párrocos y sacerdotes. Porque toda la jerarquía eclesiástica forman un solo sacerdocio con el Sacerdote eterno. Pero no te espantes, pues que esto es sólo una manera de exteriorizar mis planes en ti, acentuándolos; pero al recibirme tú en la encarnación mística en tu alma, me recibiste a Mí y en Mí a la Iglesia con todos sus sacerdotes (CC 53,33-40: 29 noviembre 1928)

1935
Y ahora, sin quitarle un ápice a estas gracias, debes encaminarlo todo, a la gloria de mi Padre amado. Que todo en ti, en tu cuerpo y en tu alma, tenga este santo fin: la gloria de mi Padre.

Simplifica estos actos en un solo amor al ejecutarlos, con un solo colorido, de manera que, sin dejar de hacerlos, todos converjan a la unidad en su sustancia: ¡ la gloria de mi Padre ! (CC 64,94-95: 29 octubre 1935).

Por esto mismo, lo que ofrezcas en adelante para la gloria del Padre, vuelve a los sacerdotes, a quienes perteneces, convertido en gracias para sus almas.

Aquí tienes cómo una cosa no impide la otra. Tú, olvidada de ti y transformada en Mí por la Encarnación Mística, lo ofreces todo, lo sufres todo, perdida en Mí, por la gloria de mi Padre, y Yo mismo dorando esos actos, más o menos vivos, intensos y ardorosos, los convierto en gracias para los sacerdotes y para las almas (CC 62,54-56: 23 octubre 1935).

 


 

Oración

Padre Celestial, concédeme por tu bondad la gracia de . . . . , que confiadamente te pido por intercesión de la Venerable Concepción Cabrera de Armida, laica y mística. Glorifica en la tierra a tu Sierva y haz que a la luz de su vida aumente el número de laicos, religiosos y sacerdotes transformados en tu Hijo Jesucristo, Sacerdote y Víctima, para mayor gloria de la Trinidad, santidad de la Iglesia y construcción del Reino de Dios. Amén.
 

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