(RV).- También este año la alegre ternura de algunos niños recién nacidos, bautizados por Benedicto XVI - en un abrazo ideal a todos los niños del mundo – iluminó la solemnidad de la Capilla Sixtina, en la Fiesta del Bautismo del Señor. Veinte bebés de pocos meses, hijos de empleados vaticanos, como Agnese y María Teresa, cuyos padres trabajan en nuestra emisora, siendo respectivamente, la primera hija de una compañera del programa escandinavo y la segunda de un compañero del programa italiano. Como es tradicional, al comienzo, el Papa dialogó con los padres, que fueron respondiendo y dando a conocer el nombre elegido para estas 9 niñas y 11 niños, momentos de gran emoción escuchemos...
Jesús ejerce sobre nosotros la acción liberadora del amor de Dios, destacó el Papa en su homilía, que empezó poniendo de relieve la alegría de esta celebración y la belleza y significado del Bautismo. Benedicto XVI hizo hincapié en «la obra de Dios que Jesús quiere cumplir: la misión divina de curar a quien está herido y medicar a quien está enfermo, de tomar sobre sí el pecado del mundo».

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!