quarta-feira, 24 de junho de 2015

Kiko roba protagonismo a lo grande en la manifestación del pasado 20 de junio


Kiko roba protagonismo a lo grande en la manifestación del pasado 20 de junio

El éxito de la manifestación del 20 de junio en Roma contra la ideología de género ha sido lo suficientemente arrollador casi como para eclipsar el eco mediático de la encíclica Laudato sì del papa Francisco, presentada hace dos días en el Vaticano. La práctica coincidencia de ambas noticias ha dado pie al sociólogo Marco Marzano de la Universidad de Bérgamo para hablar de una “confrontación entre dos iglesias”: la primera “ha aplaudido  masivamente la encíclica que ha dedicado el Papa a temas sociales y ecológicos”; la segunda “se ha volcado en las calles de Roma para defender la familia tradicional y rechazar la igualdad sexual y toda concesión de derechos a las parejas homosexuales” (Il Fatto Quotidiano, 21 de junio de 2015).
La primera iglesia, a la cual Marzano define como “progresista o conciliar”, es la que  “puede por fin levantar la cabeza gracias a un pontífice que concede prioridad en sus intervenciones a muchos de los temas y sensibilidades que desde hace tiempo caracterizan al progresismo católico (…)  El empuje que procede de las intervenciones en este sentido es tan fuerte que hoy el Sumo Pontífice se ha convertido de hecho en la voz más escuchada por la izquierda internacional”; la segunda iglesia es aquella que se ha congregado en la plaza de San Giovanni. El diario Il Fatto la define como  “derecha beata”, mientras que Alberto Melloni* la considera “un ejemplo de catolicismo activo “integrado por “católicos convencidos de que la familia que es objeto de ataque es la formada por “padres y madres, a la que el magisterio eclesiástico llamaba en un tiempo matrimonio si se casaban por la Iglesia o concubinato público si los casaba el alcalde (…) Como si el inevitable cambio de costumbres convocara a la Iglesia a batirse en duelo en el terreno de la legislación en vez de darse golpes de pecho y leer el Evangelio” (Corriere della Sera, 18 de junio).leer...