¨Te muestro un camino de reparación.¨
Soy el
Ángel de la Paz. Vengo a tu alma por intercesión del Inmaculado Corazón de
María, la Reina de Fátima
.
Mi querido hermanito, os muestro un camino
sencillo, silencioso, humilde; pero, grande, infinito, insondable es el camino
de la reparación.
Hermano, estás llamado para caminar con Jesús consolándole
hasta el Calvario. Has sido escogido por el Espíritu Santo para que seas el reparador y
portavoz de su Amadísima Esposa, Aquella a Quién la Santísima
Trinidad con Su Luz a vestido del Sol. María te ha llamado a ser Su embajador.
Hermano, este camino de reparación es de sacrificio y de oración
al mismo tiempo. Es
un camino hacia la santidad. Empieza a recorrer este camino cargando tu cruz
diariamente, renunciando siempre al ego humano, ofreciendo tus sufrimientos
voluntarios o involuntarios a Jesús, y sufriendo y padeciendo en silencio, con
paciencia. Así con
esta vida oculta y santa sufre por Jesús. Con tus sufrimientos alivia los
sufrimientos de su Sagrado Corazón; con tus lágrimas seca y consuela las
lágrimas de la Dulce Mama. Hermanito, los Dos Corazones están contigo.
Adora y repara, alaba, consuela a Jesús en el Tabernáculo. Enséñale a tu
corazón a repetir siempre las santas oraciones que os enseñé en Fátima.
Se
feliz porque Jesús es feliz por Su pequeño mártir. Te doy la bendición y junto a Mí tu Ángel Custodio.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Ave María
Purísima, sin pecado concebida.

inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!