sábado, 20 de novembro de 2010

El Sacerdote y el Santo Sacrificio de la Misa: Somos partícipes del sacerdocio de Jesucristo, ministros de los misterios divinos; somos los elegidos y señalados por la elección de Nuestro Señor como sacerdotes para toda la eternidad por el Sacrificio de la Santa Misa y por el Sacrificio de la Cruz, ambos sustancialmente el mismo y único Sacrificio de Nuestro Señor. Así, por la invocación del sacerdote, se levanta la Cruz en la cual está clavado el Sacerdote por excelencia y la Víctima por excelencia, razón de ser del Verbo encarnado, razón de ser del Redentor.




El Sacerdote y el Santo Sacrificio de la Misa

 
 
Iesus Christus-Año XVIII, N 109
Enero Febrero de 2007
Conferencia pronunciada en marzo de 1971 en el retiro sacerdotal de la "Asociación de Sacerdotes y Religiosos San Antonio María Claret" de Barcelona.
Agradezco a los responsables de vuestra Fraternidad la amable invitación. Desde que se ha constituido vuestra asociación, ha nacido una gran esperanza en los corazones de los Obispos y sacerdotes que os estiman. En efecto, es evidente que el gran sufrimiento que padece hoy la Iglesia le viene de tantos sacerdotes perjuros, de tantos sacerdotes que al secularizarse, adoptan el espíritu del mundo y abandonan la única sabiduría verdadera que Nuestro Señor nos ha enseñado: la sabiduría de la Cruz.
Me permitiré formularos este interrogante: ¿cuál es la función esencial del sacerdote y por qué la estableció Nuestro Señor Jesucristo? (...) No dudo de que en vuestros corazones ya habéis respondido a mi pregunta con aquellas palabras escuchadas cuando la institución del sacerdocio: "Haced esto en memoria mía”. La Iglesia ha creído y afirmado siempre que mediante esas palabras los Apóstoles recibieron la participación del sacerdocio de Nuestro Señor, es decir, del Sacramento del Orden. Palabras breves, ciertamente, ¡Pero cuan cargadas de significado!   "Esto", "en memoria mía".
- Esto: el Sacrificio de la Cruz continuado, perpetuado en su realidad física y mística; el Sacrificio de la Cruz continuado por el pan y el vino consagrados y transformados sustancialmente en Cuerpo y Sangre de Jesús.
- Esto: el Sacrificio de oblación incruenta de Cristo vivo, inmolado sobre la Cruz una vez para siempre y que continúa intercediendo por nosotros.
- Esto: este Cuerpo y Sangre de Jesús resucitado se convierten en alimento de su Cuerpo Místico: del Sacrificio de la Cruz proceden las gracias de que las almas de los fieles resuciten con el Bautismo, la Penitencia, la Extremaunción y todas las gracias de los Sacramentos.
Somos partícipes del sacerdocio de Jesucristo, ministros de los misterios divinos; somos los elegidos y señalados por la elección de Nuestro Señor como sacerdotes para toda la eternidad por el Sacrificio de la Santa Misa y por el Sacrificio de la Cruz, ambos sustancialmente el mismo y único Sacrificio de Nuestro Señor. Así, por la invocación del sacerdote, se levanta la Cruz en la cual está clavado el Sacerdote por excelencia y la Víctima por excelencia, razón de ser del Verbo encarnado, razón de ser del Redentor. ¡Tota vita crux et martyrium!
El sacerdote no tiene razón de ser ni sentido sino en el Sacrificio de la Misa. Tratemos entonces de comprender mejor nuestra Misa para comprender mejor nuestro sacerdocio.
Diremos primero algunas palabras sobre el sacerdocio y sobre el sacrificio en general, luego sobre el sacerdocio de Nuestro Señor Jesucristo. Y por último, sobre ese sacerdocio que es continuado en la Santa Misa por el ministerio de los sacerdotes.
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Religión, Sacrificio, Sacerdocio
"El género humano siempre experimentó la necesidad de tener sacerdotes, esto es, hombres que por una misión oficial a ellos encomendada, sean mediadores entre Dios y la humanidad, y que consagrados enteramente a esa mediación, hagan de ella el objeto de su vida; hombres elegidos para ofrecer a Dios oraciones oficiales y sacrificios en nombre de la sociedad, la que como tal tiene también obligación de rendir a Dios culto público y social, de reconocer en Él al supremo Señor y primer principio, de tender hacia Él como su fin último, dándole gracias y procurando hacérselo propicio.

DE:http://www.conviccionradio.cl/doctrina/el-sacerdote-y-el-santo-sacrificio-de-la-misa.html