Traemos  nuestra traducción de esta carta del Obispo de Albenga-Imperia, sobre  algunos aspectos del Motu Proprio Summorum Pontificum. Pedimos e  imploramos a Dios, que siga concediéndonos pastores tan santos y tan  sabios como Monseñor Oliveri. 
Su Excelencia Rvdma. Mons. Mario Oliveri
Obispo de Albenga-Imperia
Carta al Padre Nuara, Pontifica Cominsión "Ecclesia Dei"
Extraordinaria importancia del Motu Proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI
Intervención  sobre el acto magisetrial y de supremo gobierno del Papa  Benedicto XVI  con el Motu Proprio "Summorum Pontificum" sobre el  contenido teológico  de la antigua liturgia.
Reverendo y querido Padre Nuara,
Su  cálida propuesta, que me presentó por escrito, de una intervención mía  en el Tercer Congreso Internacional sobre el Motu  Proprio "Summorum  Pontificum", que tiene como tema el contenido teológico  de la liturgia  antigua, no ha dejado mi ánimo indiferente, pero no he logrado superar  una gran dificultad, muy a mi pesar, proveniente del estado de salud de  mi hermano, inválido, al que me ata el deber primario de la ayuda  fraterna.
Ya  que debo ausentarme de mi hermano del 23 al 27 de mayo, para tomar  parte -en  esta ocasión es imprescindible- a la Asamblea General de la  Conferencia  Episcopal Italiana (por los motivos familiares mencionados,  me ausenté de la Asamblea General Extraordinaria en noviembre pasado),   daría lugar a graves e insuperables molestias mi ausencia del hogar en   los días del 13 al 15 de mayo. 
Con  toda sinceridad, puedo decir que yo habría tenido mucho gusto de  asistir al III  Congreso sobre el "motu proprio", porque sería para mí  la feliz oportunidad -  y creo que fructífera - de ofrecer a un público  cualificado  y con una "audiencia" muy grande, mis convicciones como   obispo de la extraordinaria importancia para la vida de la Iglesia del  acto magisterial y de  supremo gobierno hecho por el Papa Benedicto XVI  con el "Motu  proprio". Habría podido exponer las razones que han  generado y generan en mí tales convicciones. Permítame, querido Padre,  formularle brevemente  con esta carta, y luego - si lo estima  conveniente - hacerlo público en algún  momento del congreso.
En  todo lo que toca a la esencia misma de la Iglesia es fundamental  mostrar en todo tiempo, pero más aún en estos momentos históricos, en  que se da la idea de que todo está en constante cambio, que no son  posibles  los cambios radicales que afectan a la sustancia de los  elementos  constitutivos de la Iglesia, es decir, su fe, su realidad  sobrenatural y  por lo tanto sus sacramentos y por lo tanto su liturgia,  su sagrado  ministerio de gobierno (es decir, su capacidad de pasar  todos los dones  sobrenaturales de Cristo a su Iglesia a través de sus  Apóstoles y que se  perpetúa a través de la Sucesión Apostólica).
1-  La inmutabilidad de los contenidos de la Divina Liturgia, y que  cualquier cambio en  su apariencia, en su forma o elementos que puedan  introducirse, no pueden ser nunca tales que cambien la fe de la Iglesia  que expresa la Liturgia, o cambiar  su contenido divino-sacramental, su  contenido de la gracia sobrenatural.  Para tomar un ejemplo: los cambios  en el rito externo de la Santa Misa o la  divina Eucaristía, no puede  inducir o animar a tener una concepción  diferente de la fe sobre el  contenido de la misma, no podemos legitimamente indurcir a pensar que en  su celebración deviene superfluo o no necesario el papel celebrativo  que compete únicamente a aquellos que  recibieron sacramentalmente la  capacidad sobrenatural para actuar "in  persona Christi "; no podemos,  sobre todo, ocultar el carácter sacrificial de la  Misa;
2-  Que la "reforma" post-conciliar no puede legítimamente ser   interpretada como una mutación "in substantialibus": si se considera,  que si se celebra así en la forma que el motu proprio ha llamado  "ordinaria" con el fin de inducir a error sobre el verdadero contenido  de  la Divina Liturgia, por lo que incluso seobscurece un poco la  verdadera fe  en el verdadero contenido de la Misa o de los demás  sacramentos, es  necesario que las correcciones tienen lugar, es más  urgente llegar a una  "reforma de la reforma", estudiando cuidadosamente  aquellos elementos de la "reforma" post-concilar que puedan  interpretarse como continuidad con la liturgia antigua, , que pueden  facilitar - si no inducir -  celebraciones inadecuadas; de inmediato es  necesario una catequesis litúrgica para disipar cualquier niebla, es  necesario que todos los los  abusos no sean tolerados en la celebración y  claramente corregidos.
3-  Se ha convertido en un imperativo respetar muy claramente el  vínculo  inseparable entre la fe y la liturgia, entre la liturgia y la  fe; el  oscurecimiento de la fe crea devastación litúrgica,  devastación en la  "lex orandi", y esta devastación corrompe la fe, o al menos la oscurece,  la deja incierta. 
Estas  consideraciones podrían ser demostradas, mediante un estudio   comparativo entre la antigua y la nueva forma de conferir el  Orden  Sacro, el Sacramento del Orden, pero estoy seguro que estará bien   expuesto y desarrollado con la sabiduría y la competencia de Sus  Eminencias y Sus Excelencias ponentes en el Congreso. Me uno a ellos con  el  todo corazón y les muestro mi profunda comunión espiritual.
Invoco  la ayuda del Espíritu Santo en el desarrollo del Congreso y  espero que  sea portador de muchos bienes a la Iglesia, a nosotros los  obispos y  todos sus ministros que debemos actuar teniendo en cuenta que la  cumbre  y la fuente de toda la vida y misión de la Iglesia es la Divina   Liturgia, la celebración de los Divinos Misterios. 
A ti, querido Padre,  mi mayor y distinguida consideración.
Albenga, 8 de febrero de 2011.
Suo aff.mo in Domino
+ Mario Oliveri
+ Mario Oliveri
Obispo de Albenga-Imperia
Miembro de la Congregación para el Culto Divino
y Disciplina de los SacramentosMiembro de la Congregación para el Culto Divino
http://misatradicionalciudadreal.blogspot.com/2011/03/el-obispo-de-albenga-imperia-habla-del.html

inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! 