quinta-feira, 17 de março de 2011

Los santos y San Jose .SÃO JOSÉ, GUARDIÃO DOS MISTÉRIOS DA SALVAÇÃO . 19 de marzo: San José, esposo de la Virgen María. A missão de São José. . Preghiera a San Giuseppe: "allontana da noi, o Padre amantissimo, la peste di errori e di vizi che ammorba il mondo" .WE HONOR ST. JOSEPH, THE HUSBAND OF MARY AND FOSTER FATHER OF THE LORD. São José: Patrono da Igreja Universal e Custódio da Ordem Seráfica. Letanías de San José

Los santos y San Jose



San Pedro Crisólogo: "José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes" El nombre de José en hebreo significa "el que va en aumento. "Y así se desarrollaba el carácter de José, crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa santidad.

En el Occidente, referencias a (Nutritor Domini) San José aparecen en el siglo IX en martirologios locales y en el 1129 aparece en Bologna la primera iglesia a él dedicada. Algunos santos del siglo XII comenzaron a popularizar la devoción a San José entre ellos se destacaron San Bernardo, Santo Tomás de Aquino, Santa Gertrudiz y Santa Brígida de Suecia. Según Benito XIV (De Serv. Dei beatif., I, iv, n. 11; xx, n. 17), "La opinión general de los conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar del Oriente al Occidente la laudable práctica de ofrecerle pleno culto a San José".
San Bernardino de Siena "... siendo María la dispensadora de las gracias que Dios concede a los hombres, ¿con cuánta profusión no es de creer que enriqueciese de ella a su esposo San José, a quién tanto amaba, y del que era respectivamente amada? " Y así, José crecía en virtud y en amor para su esposa y su Hijo, a quién cargaba en brazos en los principios, luego enseñó su oficio y con quién convivió durante treinta años.

Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una gran devoción a San José y la afianzó en la reforma carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua. Esta fiesta eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX.

El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José.
Santa Teresa de Jesús "Tomé por abogado y señor al glorioso San José." Isabel de la Cruz, monja carmelita, comenta sobre Santa Teresa: "era particularmente devota de San José y he oído decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado."

"No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devocion..." -Sta. Teresa.
En el siglo XV, merecen particular mención como devotos de San José los santos Vicente Ferrer (m. 1419), Pedro d`Ailli (m. 1420), Bernadino de Siena (m. 1444) y Jehan Gerson (m. 1429). Finalmente, durante el pontificado de Sixto IV (1471 - 84), San José se introdujo en el calendario Romano en el 19 de Marzo. Desde entonces su devoción ha seguido creciendo en popularidad. En 1621 Gregorio XV la elevó a fiesta de obligación. Benedicto XIII introdujo a San José en la letanía de los santos en 1726.

Te honramos glorioso San Jose.Patrón de la Iglesia Universal ruega por nosotros. 19 de marzo.



ESPOSO DE MARÍA Y A QUIÉN
JESÚS LLAMABA "PADRE"
Modelo de padre y esposo,
Patrón de la Iglesia Universal, de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte.
A San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca esta de Jesús y de la Stma. Virgen María.

Nuestro Señor fue llamado "hijo de José"
(Juan 1:45; 6:42; Lucas 4:22) el carpintero (Mateo 12:55)
No era padre natural de Jesús (quién fue engendrado en el vientre virginal de la Stma. Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios), pero José lo adoptó y Jesús se sometió a el como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María!

San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. Son al mismo tiempo las únicas fuentes seguras por ser parte de la Revelación.

San Mateo (1:16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3:23), su padre era Heli. Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Pero al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.
Según San Mateo 13:55 y Marcos 6:3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero. San Justino lo confirma (Dial. cum Tryph., lxxxviii, en P. G., VI, 688), y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Si el matrimonio de San José con La Stma. Virgen ocurrió antes o después de la Encarnación aun es discutido por los exegetas. La mayoría de los comentadores, siguiendo a Santo Tomás, opinan que en la Anunciación, la Virgen María estaba solo prometida a José. Santo Tomás observa que esta interpretación encaja mejor con los datos bíblicos.

Los hombres por lo general se casaban muy jóvenes y San José tendría quizás de 18 a 20 años de edad cuando se desposó con María. Era un joven justo, casto, honesto, humilde carpintero... ejemplo para todos nosotros.

La literatura apócrifa, (especialmente el "Evangelio de Santiago", el "Pseudo Mateo" y el "Evangelio de la Natividad de la Virgen María", "La Historia de San José el Carpintero", y la "Vida de la Virgen y la Muerte de San José) provee muchos detalles pero estos libros no están dentro del canon de las Sagradas Escrituras y no son confiables.
Amor virginal

Algunos libros apócrifos cuentan que San José era un viudo de noventa años de edad cuando se casó con la Stma. Virgen María quien tendría entre 12 a 14 años.
Estas historias no tienen validez y San Jerónimo las llama "sueños".
Sin embargo han dado pie a muchas representaciones artísticas. La razón de pretender un San José tan mayor quizás responde a la dificultad de una relación virginal entre dos jóvenes esposos. Esta dificultad responde a la naturaleza caída, pero se vence con la gracia de Dios. Ambos recibieron extraordinarias gracias a las que siempre supieron corresponder. En la relación esposal de San José y la Virgen María tenemos un ejemplo para todo matrimonio.

Nos enseña que el fundamento de la unión conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por ende un don de Dios.
San José y María Santísima, sin embargo, permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación a Jesús. La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma mas pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios.
El matrimonio fue auténtico, pero al mismo tiempo, según San Agustín y otros, los esposos tenían la intención de permanecer en el estado virginal. (cf.St. Aug., "De cons. Evang.", II, i in P.L. XXXIV, 1071-72; "Cont. Julian.", V, xii, 45 in P.L.. XLIV, 810; St. Thomas, III:28; III:29:2).
Pronto la fe de San José fue probada con el misterioso embarazo de María. No conociendo el misterio de la Encarnación y no queriendo exponerla al repudio y su posible condena a lapidación, pensaba retirarse cuando el ángel del Señor se le apareció en sueño:

"Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer." (Mat. 1:19-20, 24).
Unos meses mas tarde, llegó el momento para S. José y María de partir hacia Belén para apadrinarse según el decreto de Cesar Augustus. Esto vino en muy difícil momento ya que ella estaba en cinta. (cf. Lucas 2:1-7).
En Belén tuvo que sufrir con La Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el hijo de la Virgen. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cual sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y mas tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice:

"Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él".

(Lucas 2:33).
En Belén tuvo que sufrir con La Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Mateo 2:13. San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le había confiado.
San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de Egipto.

Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir nada.
Una vez mas por medio del ángel del Señor, supo de la muerte de Herodes: "«Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea". Mateo 2:22.

Fue así que la Sagrada Familia regresó a Nazaret. Desde entonces el único evento que conocemos relacionado con San José es la "pérdida" de Jesús al regreso de la anual peregrinación a Jerusalén (cf. Lucas 2, 42-51). San José y la Virgen lo buscaban por tres angustiosos días hasta encontrarlo en el Templo. Dios quiso que este santo varón nos diera ejemplo de humildad en la vida escondida de su sagrada familia y su taller de carpintería.
Lo mas probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá ni se habla mas de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto.

Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y la Venerable Bede dice que fue enterrado en el Valle de Josafat. Pero estas historias son dudosas.
La devoción a San José se fundamenta en que este hombre "justo" fue escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra. Durante los primeros siglos de la Iglesia la veneración se dirigía principalmente a los mártires. Quizás se veneraba poco a San José para enfatizar la paternidad divina de Jesús. Pero, así todo, los Padres (San Agustín, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo, entre otros), ya nos hablan de San José. Según San Callistus, esta devoción comenzó en el Oriente donde existe desde el siglo IV, relata también que la gran basílica construida en Belén por Santa Elena había un hermoso oratorio dedicado a nuestro santo.
San Pedro Crisólogo: "José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes" El nombre de José en hebreo significa "el que va en aumento. "Y así se desarrollaba el carácter de José, crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa santidad.

En el Occidente, referencias a (Nutritor Domini) San José aparecen en el siglo IX en martirologios locales y en el 1129 aparece en Bologna la primera iglesia a él dedicada. Algunos santos del siglo XII comenzaron a popularizar la devoción a San José entre ellos se destacaron San Bernardo, Santo Tomás de Aquino, Santa Gertrudiz y Santa Brígida de Suecia. Según Benito XIV (De Serv. Dei beatif., I, iv, n. 11; xx, n. 17), "La opinión general de los conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar del Oriente al Occidente la laudable práctica de ofrecerle pleno culto a San José".
San Bernardino de Siena "... siendo María la dispensadora de las gracias que Dios concede a los hombres, ¿con cuánta profusión no es de creer que enriqueciese de ella a su esposo San José, a quién tanto amaba, y del que era respectivamente amada? " Y así, José crecía en virtud y en amor para su esposa y su Hijo, a quién cargaba en brazos en los principios, luego enseñó su oficio y con quién convivió durante treinta años.

Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una gran devoción a San José y la afianzó en la reforma carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua. Esta fiesta eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX.

El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José.
Santa Teresa de Jesús "Tomé por abogado y señor al glorioso San José." Isabel de la Cruz, monja carmelita, comenta sobre Santa Teresa: "era particularmente devota de San José y he oído decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado."

"No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devocion..." -Sta. Teresa.
En el siglo XV, merecen particular mención como devotos de San José los santos Vicente Ferrer (m. 1419), Pedro d`Ailli (m. 1420), Bernadino de Siena (m. 1444) y Jehan Gerson (m. 1429). Finalmente, durante el pontificado de Sixto IV (1471 - 84), San José se introdujo en el calendario Romano en el 19 de Marzo. Desde entonces su devoción ha seguido creciendo en popularidad. En 1621 Gregorio XV la elevó a fiesta de obligación. Benedicto XIII introdujo a San José en la letanía de los santos en 1726.
San Alfonso María de Ligorio nos hace reflexionar:
"¿Cuánto no es también de creer aumentase la santidad de José el trato familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?"
José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos.
San José, para pedirle protección

San José, elegido por Dios para ser en esta tierra el casto esposo de María y el padre de Jesús, intercede por nosotros que nos dirigimos a ti. Tu que fuiste el fiel custodio de la Sagrada Familia, bendice y protege a las familias de este mundo. Tú, que fuiste maestro de laboriosidad, intercede en favor de todos aquellos que trabajan. Tú, que tantas veces sufriste en tu vida la prueba, ayuda a los que sufren.
San José, patrón de los trabajadores.
(Oración del Papa Juan XXIII)

Oh José, tú que sufriste el peso del cansancio y la fatiga para procurar el sustento de Jesús y María, protege nuestro trabajo, aleja todo peligro; no permitas que nos falte el medio de alimentar dignamente a la familia. Alivia la angustia de los desempleados y la ansiedad de los inmigrantes; haz que en el respeto de los derechos y en la dignidad del trabajo, podamos imitar con tu ejemplo en nuestra vida los designios ocultos que Dios nos ha reservado.
Bibliografía: Souvay, Charles L., Saint Joseph, Catholic Encyclopedia, Encyclopedia Press, Inc. 1913.

Textos de: www.corazones.org

SÃO JOSÉ, GUARDIÃO DOS MISTÉRIOS DA SALVAÇÃO


São Bernardino de Siena (1380-1444), franciscano
Homilia sobre São José; OC 7, 16. 27-50 (a partir da trad. do breviário)

São José, guardião fiel dos mistérios da salvação

Quando a bondade divina escolhe alguém para uma graça singular, dá-lhe todos os carismas necessários, o que aumenta muito a sua beleza espiritual. Isto verificou-se totalmente com São José, pai legal de Nosso Senhor Jesus Cristo e verdadeiro esposo da Rainha do mundo e Soberana dos anjos. O Pai eterno escolheu-o para ser o guardião fiel dos Seus principais tesouros, quer dizer, de Seu Filho e de Sua esposa, função que ele desempenhou muito fielmente. Foi por isso que o Senhor disse: «Servo bom e fiel, entra no gozo do teu senhor» (Mt 25, 21).

Se comparares José com o resto da Igreja de Cristo, não é verdade que é um homem particularmente escolhido, pelo qual Cristo entrou no mundo de maneira regular e honrosa? Pois se toda a Santa Igreja é devedora para com a Virgem Maria porque foi a Ela que foi dado receber Cristo, após Ela, é a São José que deve um reconhecimento e um respeito sem paralelo.

Ele é, com efeito, o epílogo do Antigo Testamento: é nele que a dignidade dos patriarcas e dos profetas recebe o fruto prometido. Só ele possuiu realmente o que a bondade divina lhes tinha prometido. Certamente não podemos duvidar de que a intimidade e o respeito que, durante a Sua vida humana, Cristo deu a José, como um filho a seu pai, não lhe foram negados no céu, antes foram enriquecidos e completados. O Senhor também acrescentou: «Entra no gozo do teu senhor».

Lembra-te de nós, bem-aventurado José, intercede, pelo auxílio da tua oração, junto de teu Filho adoptivo; torna igualmente propícia a bem-aventurada Virgem, tua esposa, porque Ela é a mãe Daquele que, com o Pai e o Espírito Santo, vive e reina pelos séculos sem fim.

fonte:Adversus Haereses

19 de marzo: San José, esposo de la Virgen María


José significa “Dios me ayuda”.
De San José únicamente sabemos los datos históricos que San Mateo y San Lucas nos narran en el Evangelio. Su más grande honor es que Dios le confió sus dos más preciosos tesoros: Jesús y María. San Mateo nos dice que era descendiente de la familia de David.
Una muy antigua tradición dice que l9 de Marzo sucedió la muerte de nuestro santo y el paso de su alma de la tierra al cielo. Continuar leyendo »

A missão de São José.

Qual a missão especial de José com relação a Maria? Consistiu ela sobretudo em preservar a virgindade e a honra de Maria, contraindo com a futura Mãe de Deus um verdadeiro matrimônio, mas absolutamente santo. Conforme relata o Evangelho de São Mateus (1, 20): “O anjo do Senhor, que apareceu em sonho a José lhe diz: “José, filho de Daví, não temas receber Maria como tua esposa, pois o que nela se gerou é obra do Espírito Santo”. Maria é perfeitamente sua esposa. Trata-se de um matrimônio verdadeiro (cf. Santo Tomás, III, q. 29, a. 2), mas inteiramente celeste e que devia ter fecundidade inteiramente divina. A plenitude inicial de graça dada à Virgem em vista da maternidade divina fazia apelo em certo sentido ao mistério da Encarnação. Conforme diz Bossuet: “A virgindade de Maria atraiu Jesus do céu… Se sua pureza a tornou fecunda, não hesitarei, no entanto, em afirmar que José teve sua parte nesse grande milagre. Pois tal pureza angélica, apanágio da divina Maria, foi também o desvelo do justo José”.
Era a união sem mácula e inteiramente respeitosa com a criatura mais perfeita que jamais existira, em ambiente extremamente simples, qual o de um pobre artesão de aldeia. Assim, José se aproximou mais intimamente do que qualquer outro santo daquela que é a Mãe de Deus, daquela que é também a Mãe espiritual de todos os homens e dele próprio José, daquela que é Co-Redentora, Mediadora universal, dispensadora de todas as graças. Por todos esses títulos José amou Maria com o mais puro e devotado amor; era de certo um amor teologal, porquanto ele amava a Virgem em Deus e por Deus, por toda a glória que ela dava a Deus. A beleza de todo o universo nada era em face da sublime união dessas duas almas, união criada pelo Altíssimo, que encantava os anjos e ao próprio Senhor enchia de júbilo.
Qual foi a missão excepcional de José perante o Senhor? Em verdade, o Verbo de Deus feito carne foi confiado a ele, José, de preferência a qualquer outro justo dentre os homens de todas as gerações. O santo velho Simeão teve o menino Jesus em seus braços por alguns instantes e viu nele a salvação dos povos ― “lumen ad revelationem gentium” ― mas José velou todas as horas, noite e dia, sobre a infância de Nosso Senhor. Muitas vezes teve em suas mãos aquele em quem via seu Criador e Salvador. Recebeu dele graças sobre graças durante os vários anos em que viveu com ele na maior intimidade do dia-a-dia. Viu-o crescer. Contribuiu para sua educação humana. Jesus lhe foi submisso. É comumente chamado de “pai nutrício do Salvador”; porém em certo sentido foi mais que isso, pois como nota Santo Tomás é acidentalmente que após o casamento um homem se vem a tornar “pai nutrício” ou “pai adotivo”, enquanto que não foi absolutamente de forma acidental que José ficou encarregado de zelar por Jesus. Ele foi criado e posto no mundo precisamente para tal fim. Esta foi a sua predestinação. Foi em vista de tal missão divina que a Providência lhe concedeu todas as graças recebidas desde a infância: graça de piedade profunda, de virgindade, de prudência, de fidelidade perfeita. Sobretudo, nos desígnios eternos de Deus, toda a razão de ser da união de José com Maria era a proteção e a educação do Salvador; Deus lhe deu um coração de pai para velar pelo menino Jesus. Esta é a missão principal de José, em vista da qual ele recebeu uma santidade proporcionada a seu papel no mistério da Encarnação, mistério que domina a ordem da graça e cujas perspectivas são infinitas.
onte:frtres in unum

Preghiera a San Giuseppe: "allontana da noi, o Padre amantissimo, la peste di errori e di vizi che ammorba il mondo"


Ad te, beate Ioseph, in tribulatione nostra confugimus, atque, implorato Sponsae tuae sanctissimae auxilio, patrocinium quoque tuum fidenter exposcimus. Per eam, quaesumus, quae te cum immaculata Virgine Dei Genitrice coniunxit, caritatem, perque paternum, quo Puerum Iesum amplexus es, amorem, supplices deprecamur, ut ad hereditatem, quam Iesus Christus acquisivit Sanguine suo, benignus respicias, ac necessitatibus nostris tua virtute et ope succurras. Tuere, o Custos providentissime divinae Familiae, Iesu Christi sobolem electam; prohibe a nobis, amantissime Pater, omnem errorum ac corruptelarum luem; propitius nobis, sospitator noster fortissime, in hoc cum potestate tenebrarum certamine e caelo adesto; et sicut olim Puerum Iesum e summo eripuisti vitae discrimine, ita nunc Ecclesiam sanctam Dei ab hostilibus insidiis atque ab omni adversitate defende: nosque singulos perpetuo tege patrocinio, ut ad tui exemplar et ope tua suffulti, sancte vivere, pie emori, sempiternamque in caelis beatitudinem assequi possimus. Amen.

A te, o beato Giuseppe, stretti dalla tribolazione ricorriamo, e fiduciosi invochiamo il tuo patrocinio dopo quello della tua Santissima Sposa. Per quel sacro vincolo di carità che ti strinse all’Immacolata Vergine Madre di Dio, e per l’amore paterno che portasti al fanciullo Gesù, guarda, te ne preghiamo, con occhio benigno la cara eredità che Gesù Cristo acquistò col suo sangue, e col tuo potere ed aiuto sovvieni ai nostri bisogni. Proteggi, o provvido Custode della divina Famiglia, l’eletta prole di Gesù Cristo; allontana da noi, o Padre amantissimo, la peste di errori e di vizi che ammorba il mondo; assistici propizio dal cielo in questa lotta contro il potere delle tenebre, o nostro fortissimo protettore; e come un tempo salvasti dalla morte la minacciata vita del pargoletto Gesù, così ora difendi la santa Chiesa di Dio dalle ostili insidie e da ogni avversità: e stendi ognora sopra ciascuno di noi il tuo patrocinio, affinché sul tuo esempio, e mediante il tuo soccorso, possiamo vivere virtuosamente, piamente morire, e conseguire l’eterna beatitudine in cielo. Così sia.

fonte:una Fides

WE HONOR ST. JOSEPH, THE HUSBAND OF MARY AND FOSTER FATHER OF THE LORD

The Holy Family
Today the Philippines honors ST. JOSEPH, THE HUSBAND OF THE BLESSED VIRGIN MARY AND FOSTER FATHER OF THE LORD... UNIVERSAL PROTECTOR OF THE CHURCH. In this great Solemnity we do not only venerate the memory of JOSEPH THE JUST but also asking for his intercession to Defend and Protect the Families of the... World, especially the Philippines against the Anti-Life forces: Abortions, Contraceptions, Euthanasia, Divorces, Same-Sex Marriage...

fonte:the splendor of the Church

São José: Patrono da Igreja Universal e Custódio da Ordem Seráfica

Na Ordem Franciscana floresceu, em um modo especialíssimo a devoção ao Senhor Jesus Cristo nos mistérios do Natal, da Paixão e da Eucaristia. De igual modo floresceu a devoção à Imaculada Virgem e a São José.
De fato, São José entra na Liturgia Franciscana já no Natal de 1223, na primeira representação do presépio, em Greccio, pelo próprio São Francisco de Assis.
O culto a ele pois, estabelecido já na Igreja Grega, foi coletado pelos franciscanos no seu convento da Terra Santa, especialmente no Santuário da Anunciação, em Nazaré, onde foi a primeira casa da Santíssima Virgem e de São José, e no Santuário onde havia a pobrezinha oficina de São José; donde o culto se espalhou para toda a Ordem.
A festa do Santo Patriarca, muito tempo antes que fosse estendida a toda a Igreja, foi criada e estabelecida na Ordem, juntamente com a festa de São Joaquim, já no Capítulo Geral, realizado em Assis, em 1399. E foi um filho de São Francisco, o Papa Sisto IV (+1484), que introduziu no Missal Romano a festa de São José. Foi um Terciário (OFS) Franciscano, o Papa Pio IX que declarou São José Patrono da Igreja Universal; um outro Terciário Franciscano, o Papa Bento XV que, em 9 de abril de 1919, introduziu no Missal um prefácio especial em honra do Esposo Virgem da Imaculada.
À Ordem Franciscana se deve também a festa do Esposalício da Virgem e de São José, festa esta concedida à Ordem pelo Papa Paulo III, em 1537.
Entre os Santos Franciscanos, quem com mair zelo propagou a devoção a São José, foi São Bernardino de Sena (+1444), que foi o panegirista do Esposo da Virgem. Entre outras coisas, diz que podemos acreditar piamente que São José foi assunto em corpo e alma ao céu, como a Virgem Maria: "Se o Divino Salvador, para satisfazer a sua piedade filial, querendo glorificar a Virgem Santíssima com a assunção de corpo e alma ao céu, pode-se acreditar piamente que não fez menos com São José".


"Sancte Joseph, ora pro nobis!"

fomte:Salvem a Liturgia

Letanías de San José




Oración a San José

A vos recurrimos en nuestra tribulación, bien aventurado José y después de haber implorado el auxilio de vuestra santísima esposa, solicitamos también confiadamente vuestro Patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades. Proteged, prudentísimo Custodio de la Divina Familia, el linaje escogido de Jesucristo; preservadnos Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción, sednos propicio y asistidnos desde el cielo, poderosísimo Protector nuestro, en el combate que al presente líbranos contra el poder de las tinieblas. Y del mis mismo modo que en otra que, en otra ocasión, librásteis del peligro al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios, contra las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio; a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos, y sostenidos por vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del Cielo.
Amén.


Señor, ten piedad de nosotros,
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros
Santa María, ruega por nosotros ( se reza después de cada invocación)
San José, descendiente de David
Luz de los patriarcas
Esposo de la Madre de Dios
Casto Custodio de la Virgen
Padre nutricio del Hijo de Dios
Diligente defensor de Cristo
Jefe de la sagrada familia
José justísimo
José castísimo
José prudentísimo
José fortísimo
José fidelísimo
Espejo de paciencia
Amador de la pobreza
Modelo de los obreros
Gloria de la vida doméstica
Custodio de las vírgenes
Sostén de las familias
Consuelo de los miserables
Esperanza de los enfermos
Patrono de los moribundos
Terror de los demonios
Protector de la Santa Iglesia
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:Ten piedad de nosotros


V. Lo hizo dueño de su casa
R. Y el gobernador de todos sus dominios



Oración

Oh Dios, que con inefable providencia elegiste al bienaventurado San José como Esposo de tu Santísima Madre, te rogamos que nos concedas tener por intercesor en el Cielo a quien veneramos como protector en la tierra. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

fonte:: http://devocioncatolica.blogspot.com/