El Papa Benedicto XVI se reunió hoy en Roma con decenas de aspirantes a sacerdote a quienes llamó a "tener humildad y magnanimidad".
El pontífice pidió a los aspirantes al sacerdocio tener humildad y "magnanimidad", una virtud que –dijo- exhorta a ser grandes, a no ser minimalistas porque los curas deben dar todo lo que puedan.
"Cuando estén en la parroquia, deben aceptar, soportar y animar a todas las personas, las simpáticas y las no simpáticas. La unidad de Dios se expresa en nuestra comunión, un vínculo, no una cadena que hiere o da calambres a las manos", apuntó.
Joseph Ratzinger visitó este viernes el Seminario Mayor Romano, al sur de la capital italiana, donde se reunió con decenas de aspirantes al sacerdocio quienes le felicitaron porque este 2011 cumplirá 60 años de su ordenación sacerdotal.
Por otra parte, el Papa precisó que el bautismo, el sacramento de la iniciación cristiana, no produce automáticamente una vida coherente y por ello los católicos deben comportarse en modo digno con la llamada recibida al momento de haber ingresado en la Iglesia.
Reconoció que la congruencia es un empeño que cuesta porque el comportamiento de los fieles no responde a un efecto automático sino a la libertad de cada persona.
El pontífice pidió a los aspirantes al sacerdocio tener humildad y "magnanimidad", una virtud que –dijo- exhorta a ser grandes, a no ser minimalistas porque los curas deben dar todo lo que puedan.
"Cuando estén en la parroquia, deben aceptar, soportar y animar a todas las personas, las simpáticas y las no simpáticas. La unidad de Dios se expresa en nuestra comunión, un vínculo, no una cadena que hiere o da calambres a las manos", apuntó.
Joseph Ratzinger visitó este viernes el Seminario Mayor Romano, al sur de la capital italiana, donde se reunió con decenas de aspirantes al sacerdocio quienes le felicitaron porque este 2011 cumplirá 60 años de su ordenación sacerdotal.
Por otra parte, el Papa precisó que el bautismo, el sacramento de la iniciación cristiana, no produce automáticamente una vida coherente y por ello los católicos deben comportarse en modo digno con la llamada recibida al momento de haber ingresado en la Iglesia.
Reconoció que la congruencia es un empeño que cuesta porque el comportamiento de los fieles no responde a un efecto automático sino a la libertad de cada persona.