25 Mayo 2016
Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José
Queridos hijos, Mi Casto y Amante Corazón fue moldeado por el Espíritu de Dios a través de la Santísima Virgen. Mi Casto y Amante Corazón recibió dones y virtudes a través de las Manos Inmaculadas de María. Mi Casto y Amante Corazón fue conquistado por María; en la medida en que Me consagraba a su Inmaculado Corazón, el Espíritu Santo actuaba con más apertura en Mi Vida en la Sagrada Familia. Hijos Míos, abran sus corazones al Espíritu Santo, pero ábranlos de verdad, que la mala cizaña, que se esconde en los corazones, sea podada por el Espíritu Santo a través del Inmaculado Corazón de la Reina Celestial. Queridos hijos, vivan las virtudes, las virtudes adornan el alma y la Gracia sostiene las virtudes, para que con vuestras obras, vuestra vida, vuestro ser entero, den testimonio de Jesucristo, la Luz del Mundo. Hijos, no tengan miedo de aceptar a María, en vuestras casas, en vuestros corazones, para que Ella moldee cada corazón a imagen de su Corazón Inmaculado, que tanto agrada al Señor. Yo rogaré por todos los hijos de María para que sean fieles a su entrega total a la Madre de Dios. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)