domingo, 29 de dezembro de 2019

EL SANTO NOMBRE LA PAZ DEL CORAZÓN

CONCENTRARSE

Nuestra energía es limitada, al igual que nuestra capacidad de hacer. Es preciso aplicar nuestro esfuerzo a unas pocas prioridades, evitando la dispersión de nuestra atención y por tanto de nuestras fuerzas.
Mientras nos encontramos distraídos, llevados en distintas direcciones por los estímulos, perdemos fuerza y posibilidades. La oración de Jesús o la simple repetición del Nombre del Salvador debe ser nuestra primera herramienta de unificación. A través de ella reunimos las fuerzas del alma y las dirigimos hacia aquello que da sentido.
Texto propio del blog