17 de mayo de 2017
*Llamado de Amor y Conversión del Casto y Amante Corazón de San José*
Hijos de Mi Corazón Paternal, Mi Casto Corazón es el Tesorero de Dios. Él me encomendó cuidar las Dos Perlas de la Revelación Salvífica: Jesús y María. Y en este cuidado, de Mi Corazón, hacia los Dos Corazones, también se ha extendido desde la Cruz, al ser *María Madre de toda la Humanidad*, también se extendió Mi Paternidad a todos los hijos de Dios.
Y en este tiempo, el Cielo me ha pedido *cuidar y proteger a las almas Apostoles de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, en todo el mundo*. Pidan a Mi Casto Corazón por la salvación de su familia, porque, YO LES PROMETO: *Cuidar y atender las familias, de todos los que se consagran a los Sagrados Corazones*.
Queridos hijos, ustedes sin embargo, deben seguir caminando tras las huellas de la Sagrada Familia, deben seguirnos con obediencia. No esperen que los demás me sigan o cambien. ¡Hijos, síganme ustedes! ¡cambien ustedes!, para que regresemos a la Casa de la Sagrada Familia.
Ustedes deben servir como ejemplo para los demás; no esperen que los demás los comprendan, los escuchen. Les digo, sólo los que tengan abierto el corazón, y de verdad quieren cambiar de vida, van a aceptar de ustedes el testimonio, no las palabras, sino que, con el testimonio y con sus obras, demuestren que viven con Jesús y con María en el corazón .
Si ustedes son portadores de la paz, abra paz en sus hogares, porque ustedes *han sido escogidos*, para ser *instrumentos de paz y de amor*. *NO FALTEN, NI TRAICIONEN ESTA GRACIA* que ha dado el Cielo para estos últimos tiempos. Ustedes sean *los servidores, en Espíritu y en Verdad, de Jesús y de María, y de la Palabra de Dios*.
Yo estoy con ustedes y Mi Protección les acompaña siempre: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)