28 Abril 2017
*Llamado de Amor y de Conversión del Sagrado Corazón de Jesús*
Hijos de Mi Sagrado Corazón, Mi Deseo es que cada uno de ustedes se convierta de verdad. Pequeñitos, nunca deben de cesar, de perseverar, porque la conversión es una conquista diariamente; así, como diariamente deben vencerse a ustedes mismos, vencer sus voluntades, vencer sus egoísmos, vencer sus debilidades, diariamente deben morir, renunciar, y cargar la Cruz. Hijos Míos, les hago un Llamado: crezcan en el amor al prójimo, porque quien odia a su hermano es un suicida, quien odia a su prójimo es un homicida, quien guarda odio en su corazón ya ha matado su propio corazón; el rechazo, el desamor y la prepotencia no son dones son maldiciones, porque alejan sus corazones de la Ley del Amor. Si quieren seguirme, amen sin medidas, sin condiciones, porque, así, Yo Amo, así, Yo, también, los soporto a ustedes, así, Yo, también, tengo paciencia con ustedes, así, Yo, también, tengo que perdonarlos a ustedes. ¡Crezcan en el Amor, para que puedan crecer en la Divina Voluntad! Amor y Divina Voluntad son dos prendas iguales y hermanas, hijas de la Divina Misericordia. Pongan atención a Mis Palabras, Yo les hablo porque les amo y quiero vuestra salvación. Les bendigo con Amor Misericordioso: en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)