22 Mayo 2017
*Llamado de Amor y de Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María*
Queridos hijos de Mi Corazón Inmaculado, Jesús ya les ha hecho saber que Él ha enviado al Paráclito, al Defensor, al Espíritu Santo, que muestra a los hijos de Dios la Verdad y hace que los corazones disfruten y gocen de sentir Su Presencia. Hijos Míos, Mi amado Hijo Jesús ya les ha concedido el Espíritu del Amor. Pero para que el Espíritu Santo habite en ustedes, ustedes deben estar vacíos de todo lo que el mundo ha hecho llenar en sus vidas con su corrupción y pecado. Porque lo Santo no se puede mezclar con lo impuro. Porque el Espíritu del Amor de Dios no puede habitar en un corazón que no está abierto a practicar la caridad. Porque el Espíritu de Dios no puede dar Paz a un corazón que no está dispuesto a practicar la paz. Así que de ustedes, y en ustedes, depende y está la decisión de recibir al Espíritu Santo. Espero, hijos Míos, que entiendan Mis Palabras, pero más que entenderlas: ¡Obedézcanlas! ¡Dios es Amor! ¡Dios es Paz! ¡Vivan también como hijos del Padre en Amor y en Paz! Pequeños, Yo, como Madre, no quiero que más almas se sigan condenando. Pero Yo no puedo elegir por ustedes; en ustedes está la última decisión. Yo no puedo, hijos Míos, obligarlos a cambiar. Sólo transmito las Palabras que Mi Hijo me ha mandado a decir. Espero como Madre: crean, escuchen y obedezcan. Como Madre les cuido y quiero que se encuentren siempre con Jesús. Les doy Mi Bendición Maternal: en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)