S. E. Cardenal Ranjith y la "reforma de la reforma"
A través del blog
The New
Liturgical Movement nos enteramos de un
nuevo libro de Monseñor Nicola Giampietro sobre el Cardenal Antonelli y la
reforma litúrgica. El prólogo del mismo
lo escribe el Cardenal Malcolm Ranjith, Secretario Emérito de la Congregación
para el Culto Divino. Algunos párrafos
del mismo aparecen en Catholic
Culture, de donde hacemos
esta traducción.
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Un importante oficial
vaticano ha llamado a tomar decisiones “audaces y valientes” para tratar los
abusos litúrgicos que han surgido desde las reformas del Vaticano
II.
*
El Arzobispo Malcolm
Ranjith, Secretario de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, considera
que una errónea comprensión de las enseñanzas del Vaticano II y la influencia de
ideologías seculares son razones para concluir que – como dijo el entonces
Cardenal Joseph Ratzinger en 1985 – “el verdadero tiempo del Vaticano II aún no
ha llegado”. Particularmente en el ámbito de la liturgia, dice el Arzobispo
Ranjith, “la reforma tiene que continuar”.
*
El Arzobispo Ranjith,
quien fue llamado al Vaticano personalmente por el Papa Benedicto para servir
como un aliado papal en la búsqueda de restaurar un sentido de reverencia en la
liturgia, hace sus comentarios
en el prólogo de un nuevo libro basado en los diarios y notas del Cardenal
Fernando Antonelli, figura clave en el movimiento de reforma litúrgica tanto
antes como después del Vaticano II.
*
Los escritos del
Cardenal Antonelli, dice el Arzobispo Ranjith, ayudan al lector “a comprender
los complejos trabajos internos de la reforma litúrgica previos e inmediatamente
posteriores al Concilio”. El oficial vaticano concluye que la implementación de
las reformas sugeridas por el Concilio a menudo se desvió de lo realmente
buscado por los Padres Conciliares. Como resultado, concluye el Arzobispo
Ranjith, la liturgia hoy no es una verdadera concreción de la visión propuesta
en el documento litúrgico clave del Vaticano II, Sacrosanctum
Concilium.
S. E. Cardenal
Ranjith
Específicamente, el
Arzobispo Ranjith escribe:
Algunas prácticas que
Sacrosanctum Concilium (sobre la Sda. Liturgia.
C.Vaticano II)no había ni siquiera contemplado fueron permitidas en la liturgia,
como la Misa versus populum(de cara al pueblo), la Santa Comunión en la
mano, el dejar de lado tanto el latín como el canto gregoriano en favor de
cantos e himnos en vernáculo sin mucho espacio para Dios, y la extensión más
allá de cualquier límite razonable de la facultad de concelebrar en la Santa
Misa. También hubo una extremadamente mala interpretación del principio de
“participación activa”.
*
El prelado de Sri
Lanka sostiene que en orden a llevar a cabo una “reforma de la reforma”, es
esencial reconocer cómo llegó a distorsionarse la visión litúrgica del Vaticano
II. Alaba el libro sobre el Cardenal Antonelli por permitir al lector alcanzar
una mejor comprensión de “qué figuras o actitudes causaron la presente
situación”. Esto, dice el Arzobispo, es una
búsqueda “que, en el nombre de la verdad, no podemos
abandonar”.
*
Al tiempo que
reconoce “la atmósfera turbulenta de los años que siguieron inmediatamente al
Concilio”, el Arzobispo Ranjith recuerda a los lectores que en
la convocatoria a los obispos del mundo para un concilio ecuménico, el
Beato Juan XXIII buscó “un fortalecimiento de la fe”. El Concilio, a
los ojos del Papa Juan, “no era ciertamente
un llamado a caminar según el espíritu de los
tiempos”.
*
Sin embargo –
continúa – el Concilio tuvo lugar en un tiempo de gran tumulto intelectual a
escala mundial; y, especialmente en sus secuelas, muchos de los que profesarían
ser sus intérpretes vieron el evento como un quiebre con las anteriores
tradiciones de la Iglesia. Como dice el Arzobispo
Ranjith:
Conceptos y temas
básicos como el Sacrificio y la Redención, la Misión, la proclamación y la
conversión, la adoración como un elemento integral de la Comunión, y la
necesidad de la Iglesia para la salvación – todos fueron dejados de
lado; mientras que el
diálogo, la inculturación, el ecumenismo, la Eucaristía como
“Banquete”..., la evangelización como “testimonio”, etc., se tornaron más
importantes. Fueron despreciados valores
absolutos.
*
Incluso en el trabajo
del Consilium, la agencia vaticana a la que se le asignó implementar los
cambios litúrgicos, se sintieron muy claramente estas influencias, nota el
Arzobispo:
Un exagerado sentido
de búsqueda de lo antiguo, el antropologismo, la confusión de los roles entre
los ordenados y los no ordenados, una ilimitada provisión de espacio para la
experimentación – y, de hecho, la tendencia a mirar con suficiencia algunos
aspectos de la evolución de la liturgia en el segundo milenio – fueron cada vez
más visibles entre ciertas escuelas litúrgicas.
Mons. Ranjit, antes
de ser Cardenal, con S. S. el Papa Benedicto XVI
*
Hoy - escribe
el Arzobispo Ranjith - la Iglesia puede
mirar atrás y reconocer las influencias que distorsionaron la búsqueda original
del Concilio. Ese reconocimiento, dice, debería “ayudarnos a ser
valientes en mejorar o cambiar lo que fue erróneamente introducido y que parece
ser incompatible con la verdadera dignidad de la liturgia”. Una
muy necesitada “reforma de la reforma”, dice, debería ser inspirada “no
meramente por un deseo de corregir los errores pasados, sino mucho más por la necesidad de ser fieles a lo que la liturgia es
y significa para nosotros, y a lo que el Concilio mismo definió que la
liturgia es”.
*
El prólogo de diez
páginas del Arzobispo Ranjith aparece en la edición en inglés de un libro
llamado True Development of the Liturgy (La verdadera evolución de la
liturgia) escrito por Monseñor Nicola Giampietro, miembro de la
Congregación para el Culto Divino. Estará disponible [en inglés] en septiembre,
en Roman Catholic
Books.
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Fuente: Catholic
Culture