Por encima de todo, está presente en nuestra mente que ésta es una iniciativa espiritual, y que debe ser aceptada y comprendida como tal. Por esto, desde el principio, apelo a todos los sacerdotes, religiosos y laicos para pedirles que recen todos los días pidiendo el Don del Espíritu Santo, de modo que podamos permitir al Espíritu de Dios que nos conduzca y guíe nuestro camino a través de este recorrido espiritual. Cuando y donde sea posible, animo al ayuno y a la penitencia, que son fuentes probadas de fortaleza espiritual, de modo que recordemos siempre el poder purificador y reconciliador de la Pasión de nuestro Señor. Los sacerdotes, religiosos y laicos están invitados a rezar en grupos y en la presencia de la Santísima Eucaristía, en los encuentros por decanatos o en otros ejercicios espirituales.
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También deseo subrayar el valor del Sacramento de la Reconciliación, porque es importante que recibamos al Señor frecuentemente y en estado de gracia. Animo al uso intenso y frecuente de este gran sacramento de sanación, que nos abre a la amorosa y vivificante Misericordia de Dios.
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2.1 El punto principal de referencia en todo lo relativo a las celebraciones litúrgicas dentro de la arquidiócesis de Colombo es “El Guardián Litúrgico”, que ya ha sido enviado a los sacerdotes de la arquidiócesis, y que a partir del 29 de agosto del 2010 llegará a todos los otros sacerdotes. Pido que fielmente acaten lo que allí está estipulado sin intentar implementar visiones u opiniones personales. Aquellos que desean hacer las cosas según su voluntad, hacen dioses de sí mismos, y eso es auto-idolatría. Durante este Año nos concentraremos muy especialmente en la eliminación de todas las prácticas erróneas en lo referente a la celebración de la Santísima Eucaristía, los Sacramentos y la Liturgia de las Horas. También llamo la atención en lo relativo a la renovación y construcción de iglesias: necesita hacerse en conformidad con las guías establecidas en “El Guardián”. En orden a profundizar nuestra comprensión de la Eucaristía deseo apelar a todos los párrocos, titulares de instituciones, rectores de escuelas, superiores de casas religiosas, para que organicen sesiones de formación litúrgica sobre la Eucaristía, los Sacramentos y la Liturgia de las Horas. Presten especial atención a la formación de los lectores, los coristas, y los organistas, sin descuidar los demás ministerios.
2.3 Se hará un esfuerzo para hacer comunes durante este año los cantos populares en latín. Con esta meta en mente, el coordinador arquidiocesano de liturgia, junto con el Sr. Francis D’Almeida estarán organizando sesiones de práctica en los 15 decanatos, y enseñarán a todos los coros algunos cantos en latín básicos, que podrían ser usados en las parroquias e instituciones. Cuando estas sesiones de práctica tomen lugar, las parroquias podrán cantar al menos el Kyrie, el Gloria, el Sanctus y el Agnus Dei en las misas dominicales de los primeros domingos de cada mes. El nº 36 de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia establece claramente los principios a este respecto. El latín continúa siendo la lengua de nuestro culto. Que este Año Eucarístico sea una ocasión para que resucitemos, al menos en alguna medida, esta tradición perdida. Pido a todos los sacerdotes, religiosos y laicos que cooperen. También deseo afirmar que, como está indicado en el Motu Proprio Summorum Pontificum del 7 de julio del 2007, se permite ahora a los sacerdotes e instituciones celebrar, donde sea apropiado, la Misa Tridentina y los Sacramentos en ese rito. En este caso, es mejor que los fieles sean preparados de antemano. Yo mismo espero celebrar una Eucaristía solemne en dicho rito en el futuro cercano, en la catedral arquidiocesano.
2.4 La subcomisión para la arquitectura y el arte sacro ha sido autorizada a identificar algunas iglesias que necesitan mejoras. Pido a los sacerdotes que no empiecen a renovar nada sin el permiso y la supervisión de esta subcomisión. La subcomisión ha sido recientemente reconstituida y es encabezada por el Rev. P. Cecil Joy Perera, nuestro coordinador de liturgia. Al mismo tiempo, el ars celebrandi requiere que pensemos seriamente acerca de los ornamentos para la Misa, los manteles del altar, los vasos litúrgicos y las vestiduras de los distintos ministerios litúrgicos. Que el Año de la Santa Eucaristía sea una ocasión para mejorar en todos estos aspectos de nuestra celebración.
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Desde este humilde blog animamos a los obispos a tomar iniciativas similares con el mismo celo mostrado por este arzobispo, antiguo Secretario de la Congregación para el Culto Divino.
Fuente: La Buhardilla de Jerónimo