Yendo un día Santa Teresa de Jesús por las escaleras del Monasterio de la Encarnación en Ávila, se encontró con un hermoso Niño.
Muy sorprendida al ver un niño dentro de la clausura monacal, se dirigió a él preguntándole:
Muy sorprendida al ver un niño dentro de la clausura monacal, se dirigió a él preguntándole:
- ¿Y tú quién eres?.
El niño le replicó a su vez con otra pregunta:
-¿Y quién eres tú?.
La Santa Madre respondió:
-Yo, Teresa de Jesús.
Y el niño sonriente le repuso:
-PUES YO SOY, JESÚS DE TERESA
SANTA TERESA DE JESÚS: HUMILDAD Y DESASIMIENTO SIEMPRE ANDAN JUNTAS...
Gran remedio es para esto traer muy de continuo en el pensamiento la vanidad que es todo y cuán presto se acaba para quitar los afectos de las cosas que son tan baladíes y ponerla en lo que nunca se ha de acabar.Y, aunque parece que es cosa sin importancia, viene a fortalecer mucho al alma. Y en las cosas muy pequeñas también hay que poner mucho cuidado. Y, si nos aficionamos a una, hay que procurar apartar el pensamiento de ella y volverlo a Dios, que su Majestad ayuda. Y nos ha hecho gran merced el Señor cuando nos ha dado casa en la que lo más importante ya está hecho, puesto que este apartarnos de nosotras mismas y ser contra nosotras, es recia cosa porque estamos muy juntas y nos amamos tanto.
Aquí puede entrar la verdadera humildad porque esta virtud y la del desasimiento me parece que siempre andan juntas. Son dos hermanas a las que no hay que separar, sino que hay que abrazarlas y amarlas para que nunca nos veamos sin ellas. ¡Oh soberanas virtudes, señoras de todo lo criado, emeradoras del mundo, liberadpras de todos los lazos y enredos que pone el demonio y tan amadas de nuestro enseñador Cristo que en ningún momento vivió sin ellas! Quien las tenga, ya puede salir a pelear con todo el infierno junto y contra todo el mundo y sus ocasiones. No tenga miedo de nadie porque es suyo el reino de los cielos. No tiene a quien temer poque nada se le da de perderlo todo ni lo tiene por pérdida.Sólo teme descontentar a su Dios y por eso le suplica que se las sustente para que no las pierda por su culpa.
Es verdad que estas virtudes tienen tal propiedad, que se esconden de quien las posee, de manera que nunca las ve ni acaba de creer que tiene alguna, aunque se lo digan. Pero las tiene en tan alta estima que, siempre anda procurando tenerlas y las va perfeccionando en sí más, aunque bien se señalan los que las tienen, que luego se da a entender a los que los tratan sin querer ellos.
Camino de perfección. Cap. X
Oración a Santa Teresa de Jesús compuesta por San Alfonso María de Ligorio
Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica, querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú, quien en la tierra ardió con un amor tan intenso hacia tu Dios y mi Dios, y ahora iluminas como una llama resplandeciente en el paraíso, obtén para mi también,te lo ruego, un destello de ese mismo fuego ardiente y santo que me ayude a olvidar el mundo, las cosas creadas, aún yo mismo, porque tu ardiente deseo era verle adorado por todos los hombres.
Concédeme que todos mis pensamientos, deseos y afectos sean dirigidos siempre a hacer la voluntad de Dios, la Bondad suprema, aún estando en gozo o en dolor, porque Él es digno de ser amado y obedecido por siempre.
Obtén para mí esta gracia, tú que eres tan poderosa con Dios,que yo me llene de fuego, como tú, con el santo amor de Dios. Amén.