- E senti o espírito inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! (escreve a irmã Lúcia a 3 de janeiro de 1944, em "O Meu Caminho," I, p. 158 – 160 – Carmelo de Coimbra)
domingo, 8 de março de 2009
O TEÓLOGO CARDEAL YVES CONGAR CONSIDERA QUE A IGREJA NO CONCÍLIO ROMPEU OS LAÇOS COM A TRADIÇÃO
Cardenal Congar: En el Concilio Vaticano II la Iglesia rompió sus vínculos con el pasado
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El conocido teólogo Card. Yves Congar, co-autor de 10 de los 16 documentos finales del Vaticano II, considera que con Dignitatis humanae y Gaudium et spes, el Concilio abandonó las doctrinas que vinculan a la Iglesia católica con el pasado, que él genéricamente llama Edad Media. Ambos documentos del Vaticano II se refieren respectivamente a la libertad religiosa y a la Iglesia en el mundo moderno.
En un mundo que es finalmente pluralista – que se volvió irreversiblemente pluralista debido a la convergencia de los hombres, información e ideas en un mundo donde el valor de la persona se ha impuesto asimismo como inviolable – la Iglesia desea ejercer una influencia sobre las personas a través de las personas por medio de la persuasión y la fuerza de la verdad misma. La ‘influencia’ es una acción real sin ‘poder’. Es la hora de los testimonios y signos evangélicos como la expresión de un amor total.
Desde hace algún tiempo, la Iglesia ha cambiado su modo operativo, pero no de la misma manera en todas partes. Algunas mentalidades siguen siendo dominadas por la nostalgia de un poder a través de la cristianización, la nostalgia de un nuevo bautismo de Clovis, como lo llamó Etienne Gilson. La Iglesia del Vaticano II, con su declaración sobre la libertad religiosa [Dignitatis humanae] y la Constitución Pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo moderno – ¡un título significativo! – se coloca claramente a sí misma en el mundo moderno pluralista y, sin negar lo que ella tiene de grande, rompe los lazos que la anclaban a la orilla de la Edad Media. No se puede permanecer vinculado a un momento de la historia.
(Yves Congar, La crisis nella Chiesa e Mons. Levèbvre (Brescia: Queriniana, 1976) pp. 51-52)