sexta-feira, 22 de julho de 2011

La Misa Tradicional en España Encuesta realizada por Paix Liturgique


 
Del 16 al 21 de agosto, Madrid será sede de la JMJ. El Santo Padre estará presente a partir del 18 y celebrará misa para los seminaristas el sábado 20 y la misa de clausura el 21. Este hecho nos llevó a completar nuestra campaña europea de encuestas sobre la acogida del motu proprio Summorum Pontificum, realizando una encuesta en España. Confiada al instituto Ipsos, fue efectuada en dos series, mediante entrevistas directas durante el mes de junio de 2011. Respondieron dos mil españoles de más de 15 años, de los cuales 1265 se declararon católicos.


I – LA FORMA EXTRAORDINARIA EN ESPAÑA

Es muy sencillo, ¡casi no existe! Antes del 7 de julio de 2007, las misas tradicionales dominicales se contaban con los dedos de una mano, incluyendo la Fraternidad San Pío X…

Actualmente, se celebran unas quince misas dominicales diocesanas por semana, pero muchas veces en horarios poco favorables para las familias (8:30, 13:00, 19:30 horas). Sin embargo, se esboza cierto dinamismo, alentado por grupos de fieles, frecuentemente jóvenes, y por sacerdotes deseosos de seguir los pasos del Santo Padre y del cardenal Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y antiguo arzobispo de Toledo (ver nuestra carta 181 en francés).

La marginalidad de la liturgia tradicional en España proviene del contexto histórico y cultural en el que se dio la reforma conciliar. Franquismo obliga, el catolicismo era todavía la religión de Estado en el momento de la entrada en vigencia del Novus Ordo. Por lo tanto, el clero gozaba aún en esa época de una gran autoridad sobre los fieles y de una gran disciplina interna. Nadie, sacerdote ni laico, pensó en poner en tela de juicio el misal de Pablo VI, sobre todo porque, al comienzo, se lo celebraba con toda la reverencia y la dignidad que caracterizan la liturgia tridentina. Por último, la actitud de las congregaciones con fuerte implantación en el país, como el Opus Dei –aun cuando Mons. Escrivá continuó celebrando la misa tradicional en privado– o los Jesuitas, jugó, claramente, a favor de la adopción unilateral de la liturgia moderna.


II – LOS RESULTADOS



a) El primer fenómeno que mide nuestra encuesta, es la descristianización continua de las antiguas naciones católicas, a la que no escapa el país de los Reyes Católicos: sólo el 63% de los encuestados se declara católico, cifra que cae al 45,1 % entre los de 15-24 años. Los jóvenes católicos están, pues, en minoría del otro lado de los Pirineos, lo que otorga particular relieve a la JMJ de Madrid, que el Santo Padre pondrá, seguramente, bajo el signo de la nueva evangelización.

Además, la encuesta pone de manifiesto que el 13,9% de los católicos declaran ir a misa el domingo al menos una vez por mes. Lo que representa sólo un 25,2% de católicos practicantes, otro reflejo de la secularización galopante de la Vieja Europa.

b) Los católicos españoles ignoran el motu proprio Summorum Pontificum. De los 1265 católicos declarados, sólo 231, es decir el 18,3% dicen haber oído hablar del texto de Benedicto XVI que libera la misa tradicional. O sea, más del 80%, más de 4 católicos de cada 5 no saben nada sobre la cuestión. Un resultado peor que el de Portugal, donde “sólo” el 74%, esto es, 3 católicos de cada 4, afirmaban no tener conocimiento del motu proprio. Entre los practicantes mensuales, la cifra es menos catastrófica, puesto que el 30,5% sabe de la existencia del motu proprio, contra el 69,5% que lo desconoce.

c) El 36,1% de los católicos practicantes considera “normal” la presencia de las dos formas del rito romano en su parroquia. Teniendo en cuenta el desconocimiento de los españoles sobre el motu proprio, este resultado demuestra que, de manera espontánea, los católicos ibéricos están dispuestos a acoger la reconciliación litúrgica querida por el Soberano Pontífice. Esta disposición de espíritu se da, en especial, en la franja de los de 25-44 años, que, en un 40 %, encuentran normal la coexistencia de las dos formas litúrgicas.

d) Finalmente, con relación a la actitud hacia la celebración de la forma extraordinaria:
-el 27,4% de los practicantes se declaran dispuestos a asistir todas las semanas
-y el 23%, al menos, una vez por mes.
En consecuencia, el 50,4% de los practicantes, es decir, la mitad de los católicos practicantes españoles, asistiría a la liturgia tradicional en su parroquia si se la celebrara sin sustituir la forma ordinaria.

Este resultado, superior al de Francia (el 34%, encuesta CSA 2008) y al de Suiza (el 35%, Demoscope 2011) es equivalente al de Portugal (el 53 %, Harris Interactive 2010), aunque inferior al de Italia (el 63 %, Doxa 2009) y al de Gran Bretaña (Harris Interactive 2010), donde, recordémoslo, 2 católicos practicantes de cada 3 (el 66 %) se declaraban dispuestos a participar, en su parroquia, de la misa según la forma extraordinaria del rito romano.