Esta es la intención que el papa Benedicto XVI manifiesta en esa expresión por él mismo utilizada de la “hermenéutica de la continuidad”: hacer una interpretación del Concilio desde el criterio único de interpretación que es la Tradición de la Iglesia. Esta “hermenéutica de la continuidad” es opuesta a la labor de aquellos que después del Concilio quisieron romper con el pasado de la Iglesia interpretando los textos del magisterio desde un falso “espíritu del Concilio” que lo justificaba todo. El resultado fueron desviaciones teológicas, morales, litúrgicas y pas-torales.
Con este artículo queremos señalar aquellos aspectos “reinterpretados” desde la Tradición por Benedicto XVI en el ámbito litúrgico, siendo conscientes de la importancia de la liturgia para la vida de la Iglesia; pues es cumbre a la que tiende su acción y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza.” (Cfr. SC 10).
1. El primer aspecto es la centralidad de la cruz en el altar. Con la reforma de los altares mirando hacia el pueblo, se consideró un obstáculo para la celebración que la cruz estuviese en el centro del altar ya que impedía la comunicación visual entre el sacerdote y la asamblea. “La cruz del altar no es un obstáculo para verse, sino el punto de referencia común. Es el “iconostasio” que está descubierto, que no impide el acercamiento de los unos a los otros, sino que es el intermediario, y es para todos la imagen que recoge y une nuestras miradas”. (La fiesta de la fe, pág. 193).
La colocación de la cruz en el altar está en relación con la orientación litúrgica. De hecho, el Papa proponía en su ensayo de Teología Litúrgica “La fiesta de la fe” la colocación de la cruz sobre el altar como medida transitoria hasta que se vuelva a la costumbre de celebrar la liturgia hacia Oriente. Él mismo, celebra en su capilla privada –como lo hacía el Beato Juan Pablo II- hacia oriente y una vez al año, en la fiesta del Bautismo del Señor, en la capilla Sixtina.
Un análisis de las rúbricas del Novus Ordo está en esta dinámica: Liturgia de la Palabra desde la sede y el ambón mirando hacia la asamblea y Liturgia de la Eucaristía en el altar ad orientem.
¿Por qué dirigir la liturgia hacia Oriente? Es una tradición apostólica en toda la Iglesia oriental y occidental orar hacia este punto cardinal que recuerda la venida del Señor y su manifestación gloriosa.
 2. Otro aspecto importante es la teología del ars celebrandi en conexión íntima con la teología de la belleza. El  ser humano no es solo intelectualidad y razón, es corporeidad,  sentidos, imaginación, memoria. El ser humano no es solo palabra, es  gesto, afectos, sentimientos… Esta es la dinámica de la Revelación: Dios  se revela con palabras y con acciones. La liturgia es al mismo tiempo  culto a Dios pero también es enseñanza, revelación de Dios en la  cotidianidad. Esto lleva consigo que la liturgia ha de atender a todos  los aspectos de la persona para poder transmitir al Dios inefable y esto  se hace con una celebración solemne por parte del sacerdote, por medio  de la ceremonia cuidada, de la belleza del canto, de los ornamentos  litúrgicos, de los vasos sagrados, de la arquitectura y decoro del  templo. Esta sensibilidad litúrgica ha adquirirla el sacerdote pero  también el pueblo de Dios mediante la formación, el estudio y la  oración. A esto respecto, Benedicto XVI se dirigía a los artistas el 21  de noviembre de 2009 diciendo: Una función esencial de la verdadera  belleza, de hecho, ya expuesta por Platón, consiste en provocar en el  hombre una saludable "sacudida", que le haga salir de sí mismo, le  arranque de la resignación, de la comodidad de lo cotidiano, le haga  también sufrir, como un dardo que lo hiere pero que le "despierta",  abriéndole nuevamente los ojos del corazón y de la mente, poniéndole  alas, empujándole hacia lo alto.(…) La belleza, desde la que se  manifiesta en el cosmos y en la naturaleza hasta la que se expresa a  través de las creaciones artísticas, a causa de su característica de  abrir y ampliar los horizontes de la conciencia humana, de llevarla más  allá de sí misma, de asomarla al abismo de lo infinito, puede  convertirse en un camino hacia lo trascendente, hacia el misterio  último, hacia Dios.Hay que ser consciente de un peligro que  puede haber en algunos ambientes: la teatralización o la simple  preocupación externa de la liturgia. El ars celebrandi ha de ser fruto  de la vida interior. Así lo dijo el Papa en un encuentro de sacerdotes  en el año 2006: “El elemento fundamental de la verdadera ars  celebrandi es, por tanto, esta consonancia, esta concordia entre lo que  decimos con los labios y lo que pensamos con el corazón. (…) El ars  celebrandi no pretende invitar a una especie de teatro, de espectáculo,  sino a una interioridad, que se hace sentir y resulta aceptable y  evidente para la gente que asiste. Sólo si ven que no es un ars  exterior, un espectáculo -no somos actores-, sino la expresión del  camino de nuestro corazón, entonces la liturgia resulta hermosa, se hace  comunión de todos los presentes con el Señor.”
2. Otro aspecto importante es la teología del ars celebrandi en conexión íntima con la teología de la belleza. El  ser humano no es solo intelectualidad y razón, es corporeidad,  sentidos, imaginación, memoria. El ser humano no es solo palabra, es  gesto, afectos, sentimientos… Esta es la dinámica de la Revelación: Dios  se revela con palabras y con acciones. La liturgia es al mismo tiempo  culto a Dios pero también es enseñanza, revelación de Dios en la  cotidianidad. Esto lleva consigo que la liturgia ha de atender a todos  los aspectos de la persona para poder transmitir al Dios inefable y esto  se hace con una celebración solemne por parte del sacerdote, por medio  de la ceremonia cuidada, de la belleza del canto, de los ornamentos  litúrgicos, de los vasos sagrados, de la arquitectura y decoro del  templo. Esta sensibilidad litúrgica ha adquirirla el sacerdote pero  también el pueblo de Dios mediante la formación, el estudio y la  oración. A esto respecto, Benedicto XVI se dirigía a los artistas el 21  de noviembre de 2009 diciendo: Una función esencial de la verdadera  belleza, de hecho, ya expuesta por Platón, consiste en provocar en el  hombre una saludable "sacudida", que le haga salir de sí mismo, le  arranque de la resignación, de la comodidad de lo cotidiano, le haga  también sufrir, como un dardo que lo hiere pero que le "despierta",  abriéndole nuevamente los ojos del corazón y de la mente, poniéndole  alas, empujándole hacia lo alto.(…) La belleza, desde la que se  manifiesta en el cosmos y en la naturaleza hasta la que se expresa a  través de las creaciones artísticas, a causa de su característica de  abrir y ampliar los horizontes de la conciencia humana, de llevarla más  allá de sí misma, de asomarla al abismo de lo infinito, puede  convertirse en un camino hacia lo trascendente, hacia el misterio  último, hacia Dios.Hay que ser consciente de un peligro que  puede haber en algunos ambientes: la teatralización o la simple  preocupación externa de la liturgia. El ars celebrandi ha de ser fruto  de la vida interior. Así lo dijo el Papa en un encuentro de sacerdotes  en el año 2006: “El elemento fundamental de la verdadera ars  celebrandi es, por tanto, esta consonancia, esta concordia entre lo que  decimos con los labios y lo que pensamos con el corazón. (…) El ars  celebrandi no pretende invitar a una especie de teatro, de espectáculo,  sino a una interioridad, que se hace sentir y resulta aceptable y  evidente para la gente que asiste. Sólo si ven que no es un ars  exterior, un espectáculo -no somos actores-, sino la expresión del  camino de nuestro corazón, entonces la liturgia resulta hermosa, se hace  comunión de todos los presentes con el Señor.”  3. El uso de la lengua latina también ha aumentado en la liturgia papal.  En casi todas las celebraciones pontificias, el ordinario de la misa se  dice íntegramente en latín. Benedicto XVI no es contrario al uso de la  lengua vernácula en la liturgia, ni mucho menos. Su pensamiento es “que  fue bueno traducir la liturgia en las lenguas locales porque la  entendemos, participamos también con nuestras mentes. Pero la presencia  del latín en algunos elementos ayudaría a darle una dimensión universal,  darle la oportunidad a la gente para que vea y diga ‘Estoy en la misma  Iglesia’.” Este pensamiento está en perfecta consonancia con Sacrosanctum Concilium del Vaticano II donde se afirma que “se conserverá el uso de la lengua latina en los ritos latinos” dando cabida también a las lenguas vulgares (Cfr. 36).
3. El uso de la lengua latina también ha aumentado en la liturgia papal.  En casi todas las celebraciones pontificias, el ordinario de la misa se  dice íntegramente en latín. Benedicto XVI no es contrario al uso de la  lengua vernácula en la liturgia, ni mucho menos. Su pensamiento es “que  fue bueno traducir la liturgia en las lenguas locales porque la  entendemos, participamos también con nuestras mentes. Pero la presencia  del latín en algunos elementos ayudaría a darle una dimensión universal,  darle la oportunidad a la gente para que vea y diga ‘Estoy en la misma  Iglesia’.” Este pensamiento está en perfecta consonancia con Sacrosanctum Concilium del Vaticano II donde se afirma que “se conserverá el uso de la lengua latina en los ritos latinos” dando cabida también a las lenguas vulgares (Cfr. 36).4. El último aspecto a resaltar de la “reforma litúrgica” que Benedicto XVI está llevando a cabo es la comunión de rodillas y en la boca.Es importante aclarar que 1) la norma universal para comulgar en la Iglesia católica es de rodillas y en la boca salvo impedimento físico, 2) que se permite la comunión de pie y en la boca con un signo de adoración previo para agilizar el momento de la distribución; 3) y que se permitió como indulto la comunión en la mano en aquellos países donde se había extendido esa costumbre contraria para que los fieles no incurriesen en una falta contra la norma universal. El indulto Memoriale Domini de Pablo VI deja claro que se ha conservar la norma universal: “Este modo de distribuir la santa comunión, considerando en su conjunto el estado actual de la Iglesia, debe ser conser-vado no solamente porque se apoya en un uso tradicional de muchos siglos, sino, principalmente, porque significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía. Este uso no quita nada a la dignidad personal de los que se acercan a tan gran sacramento, y es parte de aquella preparación que se requiere para recibir el Cuerpo del Señor del modo más fructuoso.”
Y es el mismo papa Benedicto XVI en la Entrevista “Luz del mundo” de Peter Seewald el que explica porqué quiere que se comulgue de rodillas: “Al hacer que se reciba la comunión de rodillas y al darla en la boca he querido colocar una señal de respeto y llamar la atención hacia la presencia real. No en último término porque, especialmente en actos masivos, como los tenemos en la basílica y en la plaza de San Pedro, el peligro de banalización es grande. (…) He querido establecer un signo claro. Debe verse con claridad que allí hay algo especial. Aquí está presente Él, ante quien se cae de rodillas. ¡Prestad atención! No es meramente un rito social cualquiera del que todos podemos participar o no”.
 La  pregunta para cualquier católico de buena fe, sería la siguiente: ¿Por  qué el Papa no impone a toda la Iglesia estas pequeñas reformas para que  sean obligatorias? Las respuestas podrían ser muchas, pero creo que  hemos de quedarnos con la siguiente: como buen padre y maestro quiere  que sus hijos sigan su ejemplo de forma voluntaria como una respuesta de amor y fidelidad.
La  pregunta para cualquier católico de buena fe, sería la siguiente: ¿Por  qué el Papa no impone a toda la Iglesia estas pequeñas reformas para que  sean obligatorias? Las respuestas podrían ser muchas, pero creo que  hemos de quedarnos con la siguiente: como buen padre y maestro quiere  que sus hijos sigan su ejemplo de forma voluntaria como una respuesta de amor y fidelidad.
 inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!
inundado por um mistério de luz que é Deus   e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora!  - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!