inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu! 
Santa Misa Pontifical, con la Forma Extraordinaria del Rito Romano celebrada por Monseñor Terrence Prendergast, Arzobispo de Ottawa, en la iglesia de San Kevin, en Dublín, Irlanda, con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional.
En su homilía, el Arzobispo de Ottawa afirmó:
New Liturgical Movement
En su homilía, el Arzobispo de Ottawa afirmó:
"Ambos usos del rito romano, cuando se celebran con atención, devoción y participación plena y consciente, son expresiones hermosas, dignas y conmovedoras de nuestra fe cristiana católica. El Santo Padre expresó su esperanza en de que cada forma pueda influenciar positivamente a la otra. Hay muchas especulaciones sobre lo que ésto podría significar. No significa que se mezclan las formas. Debemos celebrar cada forma conforme a su propio rito. En su lugar, tal vez, podríamos ver los aspectos mejores de cada una.
De la forma ordinaria, por ejemplo, podríamos ver una presentación más compacta de los textos de la Sagrada escritura. Podemos incluir nuevos Santos que la iglesia ha proclamada desde 1962, que celebraron o asistieron a la Misa que hoy conocemos como la forma extraordinaria: el Padre Pio, San Maximiliano Kolbe y San André Bessette, cuya fe llevó a la creación del oratorio de San José en mi ciudad natal de Montreal...
De la forma extraordinaria, podríamos ver la influencia de una cuidadosa atención a las palabras y gestos. También la dignidad sobria, cuidadosa, tan característica del rito romano.
Estamos bendecidos en nuestra fe católica por tener dos usos del rito romano para alimentarnos y sostenernos en nuestra fe cristiana. Asi como levantamos nuestros corazones y mentes en adoración y alabanza al Señor nuestro Dios, somos conscientes de nuestra rica herencia litúrgica. Nos enorgullecemos humildemente de expresar, con la misma intención, la fe de quienes nos han precedido.
En las formas ordinaria y extraordinaria de la Eucaristía, estamos unidos en el cuerpo místico de Cristo con Jesús, nuestro sumo sacerdote. Y, en consonancia con el tema de este 50º Congreso Eucarístico Internacional, estamos llamados en todas nuestras celebraciones eucarísticas a descubrir la comunión con Cristo y entre nosotros".