segunda-feira, 6 de maio de 2013

A preparação do Concílio Vaticano II segundo Romano Amerio na sua obra Iota Unum

CAPITULO III LA PREPARACION DEL CONCILIO

29. EL CONCILIO VATICANO II. SU PREPARACIÓN
Parece ser que Pío XI llegó a pensar en la posibilidad de retomar el Concilio Vaticano, interrumpido en 1870 por violentos acontecimientos; pero lo que es se-guro, según el testimonio del cardenal Domenico Tardini, es que Pío XII ponderó la oportunidad de tal reinicio o la de un nuevo Concilio y ordenó estudiar los pros y los contras a una comisión especial. Ésta decidió en sentido negativo.
Quizá se pensó que el acto doctrinal de la Humani generis era suficiente por sí mismo para enderezar cuanto de torcido se encontraba en la Iglesia. Quizá pare-ció que no se debía comprometer de ningún modo la naturaleza del gobierno papal, que podría quedar disminuido (o parecer que lo quedaba) por la autoridad del Con-cilio. Tal vez se presintió el aura democrática que habría investido a la asamblea y se intuyó su incompatibilidad con el principio católico.

O puede que el Papa siguiera su inclinación hacia una responsabilidad total, que exige una totalidad indivisible de poder (a causa de cuya concentración, a su muerte estaban vacantes en la Curia puestos importantísimos). No se concedía en-tonces tanto peso al beneficio que actualmente se suele reconocer en el recíproco conocimiento y comunicación entre los obispos del mundo (lo cual es un indicio de propensión democrática), pues no se creía que fuese suficiente juntar a los hombres para que se conozcan y conozcan la cosa sobre la cual deliberan. La propuesta de un Concilio fue aparcada. Existe una antigua desconfianza hacia el hecho de si-tuar frente a frente al Concilio y a l Sede de Pedro. La formuló con imaginación el card. Pallavicino, historiador del Concilio de Trento: «En el cielo místico de la Iglesia no se puede imaginar reunión más difícil de componer, ni compuesto de más peligro-sa influencia, que un Concilio general» .LER...