SANTA MISA CANTADA SEGÚN LA FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO EN LA IGLESIA DEL SALVADOR D TOLEDO
En Pentecostés, cincuenta días después de su Resurrección, Jesucristo glorificado infunde su Espíritu en abundancia y lo manifiesta como Persona divina, de modo que la Trinidad Santa queda plenamente revelada. La misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia, enviada para anunciar y difundir el misterio de la comunión trinitaria. (comCEC144)
Las tres grandes fiestas del Año litúrgico son llamadas "Pascua" -Pascua de Navidad, Pascua de Resurrección y Pascua de Pentecostés-; tres fiestas donde la Iglesia exulta de gozo y se llena de alegría. Este gozo espiritual ha de inundarnos también a cada uno de nosotros mediante la participación en la Sagrada Liturgia y hemos de intentar penetrar mediante la meditación y la oración personal en lo que la Iglesia quiere que vivamos.
Ayer, día 19 de mayo, en la Iglesia del Salvador, se celebró la santa misa cantada que fue solemnizada con la participación de la Schola de los Heraldos del Evangelio de Camarenilla (Toledo) que interpretaron los propios de la misa y el Kirial Fons Bonitatis. Agradecemos desde nuestro blog su generosa colaboración.
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
El obispo de Versalles oficia la solemne Santa Misa Tridentina Pontifical, con asistencia del obispo de Chartres, que clausura la XXXI Peregrinación Tradicional de Pentecostés París-Chartres