terça-feira, 29 de outubro de 2013

JESÚS: "Hazme compañía con más asiduidad. No puedes imaginarte lo que es para Mí que se Me trate como a Amigo íntimo. Me gusta ser deseado y que se Me haga depositario de los secretos. Así pues, búscame y no Me dejes ir. Dame una compañía fiel y gozosa. "


17 de febrero. Iglesia de Fresne. Yo pensaba en todas Sus Gracias y Le dije: "Señor, cómo

me colmas, ¿qué puedo hacer para agradecértelo? Me dijo: "Hazme compañía con más asiduidad.

No puedes imaginarte lo que es para Mí que se Me trate como a Amigo íntimo. ¡Es algo tan raro!

Yo gozo del afecto como Hombre que Soy y lo mismo que a ti, Me gusta que Mis amigos descansen

en Mi Compañía. A Mí, como a ti, Me gusta ser deseado y que se Me haga depositario de los

secretos. Así pues, búscame y no Me dejes ir. Dame una compañía fiel y gozosa. "Esta mañana,

después de la comunión, pensabas en Mis Miembros dislocados y saludabas Mis Sufrimientos

indecibles; y Me llamabas 'Rey de

los mártires' y estabas cerca de Mí, en Mí. Haz eso mismo en el curso del día. Piensa en las

diversas etapas y momentos de Mi Vida y quédate ahí cerca. Para Mí el tiempo no existe. ¿Lo

crees?

"Entonces habrás estado en Mí, muy feliz, como Mis apóstoles, y de esta manera, Mi Vida puede

prolongarse hasta el fin del mundo, en la vida de todos los hombres. Hija querida, ¿quie-res

prestarme tu corazón?" Yo: "Señor, quita de él todo lo que Te disgusta." El: "Seguirás cometiendo

pequeñas faltas, tendrás desigualdades que serán para ti motivo de humillación, pero el Amor lo

repara todo. Vuelve a empezar cada vez, sin fatigarte;

continúa, desarrolla. Nadie se ha arrepentido nunca de haberme amado mucho. "Habitúate a las

horas de amor, a caminar en amor, a los descansos de amor. Así llegarás a la muerte de amor.

Ponte a prueba en los servicios que prestas al prójimo, recordando que el prójmo Soy Yo. Y el

prójimo se lleva más de la mitad de tu vida. Trata, hija, de conocer un

poco, finalmente, el Amor."

 
24 de febrero de 1944. Iglesia de In-grandes. Yo decía: "¿Cómo podré conocer el Amor?" El:

"Aplícate a verme en todos los acontecimientos, grandes y pequeños. Y digo que 'pequeños'

porque son los que forman la trama de tus días y recibiéndolo todo de Mi Mano, comprenderás

mejor la Solicitud de Dios. ¡Cuán dulce y amable te va a parecer! Aunque no podrás verla sino

superficialmente. Remón-tate entonces hasta el Corazón de tu Dios; acuérdate de Sus inmensos

Sufrimientos, que El conoció de antemano uno por uno y que aceptó y sufrió de antemano.

Sumérgete, cuanto más puedas, en estas consideraciones y esto avivará la llamita de tu amor.

Confíame tu amor. Cuan-do Yo vivía en la Tierra, Me llevaban a los débi-les y los enfermos, y tu

amor es enfermo y débil; Yo supe resucitar. Si creyerais en Mi Poder, ten-dríais las mas grandes

esperanzas. Entonces, cree en el Amor: esto basta. Si, Yo te ayudaré, pero Me lo has de pedir. Ya

ves que te digo cómo hacerlo. Te soplo tu papel; aparece pues sin temor en el escenario del amor.
 
2 de marzo de 1944. Yo: "¡Mi pobrecito Amor!" El: "Sí, Pobre. Pobre de vuestros amores,
tan raros y tan imperfectos. ¡Qué fácil es contar el número de los que en este momento Me aman
sobre la Tierra lo suficiente como para dejarlo todo por Mí! Y si considero el número de los
hombres, Me siento tan pobre y abandonado como durante Mi Vida mortal: no tengo sino un
pequeño grupo de íntimos...
"Procura, hija, venir al socorro de esta Pobreza de Mi Corazón. Trata de compartir y de proveer. Se
Me conoce tan mal... ¿Cuántos son los que creen que Soy tierno? ¿Cuántos son los que piensan en
Mi Misericordia? Por eso, tú debes abandonarte a ti misma y pasar a Mí. Dime que es difícil, pero
que cuentas con Mi Ayuda. Y cuando cuentas conmigo, es porque ya estoy ahí. Si esperas en Mí,
puedes, llegar a una alta santidad; en cam-bio, cuando cuentas. con tus propias fuerzas es cuando
vegetas en tu miseria ordinaria. Esta confianza es un homenaje a Dios y para ti, una prueba de
humildad.                                                                                                               
"Dices bien cuando Me llamas 'tu Pobre Amor...' En la hora de Mi Agonía Me acompañaban tres de
los Míos; pero el sueño Me los robó. A la hora de Mi Crucifixión, ya no tenía Yo sino a uno solo de
Mis discípulos y, sin embargo, todos Me habían recibido en la Comunión. Tú, sé fiel y trata de
consolarme. Colócate entre Mí y ellos y niega al calor de Mi Corazón que incendie al Mundo.
Aguardo plegarias para obrar conversiones y cambiar los espíritus. No temas orar mucho. Ora en la
simplicidad de tu alma, segura de ser escuchada, esperada y amada. Uno se siente siempre más
fuerte cuando sabe que es amado. ¿No es verdad que esto cambia el lenguaje? ¡Oh, el más bello
Amor!"
 
6 de marzo, después de la comunión. "Un grado más de Amor, un grado más de
Esperanza y de Fe, no están a tu alcance por tus solas fuerzas. Pero Yo te lo puedo dar. Pídem lo
cada día, por la intercesión del santo de esse día. Hoy se celebra a santa Perpetua y santa Felicitas,
cuya prisión viste en Cartago. Por su intercesión, Yo te daré lo que necesitas.
"Los niños chicos no se desarrollan sino poco a poco y encuentran natural que así sea. Ten pues
paciencia con tu debilidad. Tu cuerpo Me pertenece, cuídalo, porque es Mío. "Haz tu trabajo
porque es Mi Trabajo. Haz descansar a otros, para hacerme descansar a Mí. Y cuando hables con
el prójimo, reproduce en ello Mi Vida pública."
 
9 de marzo, iglesia de Fresne. "Que nada te inquiete nunca, fuera del temor de
ofenderme, Todo está en Mi Mano, pues Yo Soy el Todopoderoso. No pienses que hay algo
indebido en que tu atención se dirija solamente a Mí y a lo que se refiere a Mí. Gobierna tu
imaginación, para que no se salga de Mis Caminos. Que tus facultades te obedezcan; céntralo
todo en Mí. Toma de Mí aquella fuerza que Me hizo resistir al hambre en el desierto.
"No te permitas salidas de independencia; dime seguido que quieres seguir siendo siempre Mi
pequeña servidora. Y Yo te responderé que ya no eres Mi servidora, sino Mi amiga. Así te
acercarás más a Mí por un simple esfuerzo de tu intención, en pureza y amor. Te amo y te quiero
cerca. A ti te toca enderezar con fidelidad tus senderos hacia Mí. Verás que es cosa sencilla y tu
alma se sentirá muy gozosa y como una planta que no vive sino del sol, buscarás siempre Mi
Rostro. ¡Hermoso dúo, que es una pura armonía! Mi Padre escucha; que Le sean dados todos los
agradecimientos.
"Querida hija, es mucho lo que puedes aún hacer por Su gloria en el tiempo que te queda por vivir
antes de llegar a la Eternidad. Ofrécete al Padre como un instrumento dócil y manifiéstale tu
deseo de que se haga en ti su santa Voluntad; háblale de tu impaciencia por el adveni-miento de
Su Reino. Con toda la suavidad que hay siempre en los deseos de los niños.. . "Sé siempre
completamente sincera; establece tu pensamiento en 'Su Pensamiento'. ¿Qué podría saltarte si
vives en la amistad del Padre? ¡Oh, la serenidad inmutable del Amor de Dios!"